Debutó el 23 de septiembre de 1956 con el equipo Gigantes de Nueva York en el estadio Polo Grounds V, Upper Manhattan, en la ciudad de New York

La Major League Basebal (MLB) publicó en su página web a finales de marzo de este año una lista de los países con mayor presencia de jugadores internacionales en las Grandes Ligas y República Dominicana es el que encabezó el conteo con 108 ligamayoristas.

Para muchos esto no es un secreto, debido a que el país ha parido a grandes beisbolistas, como Juan Marichal, Pedro Martínez, Vladimir Guerrero, Manny Ramírez, David Ortiz, Adrián Beltré, Albert Pujols, Toni Peña, Felipe Rojas Alou, Alex Rodríguez, Sammy Sosa, Osvaldo Virgil, entre muchos otros más.

Este último, Osvaldo Virgil, que falleció el pasado domingo 29 de septiembre, y a quien recordamos en la página de hoy, fue el primer dominicano en jugar en las Grandes Ligas de los Estados Unidos.

Su nombre completo era Osvaldo José Virgil Pichardo, nacido el 17 de mayo de 1932, en Montecristi, República Dominicana. Fueron sus padres los señores Henry Virgil e Isabel Pichardo Morel. Su familia partió a los Estados Unidos en el año 1945, pues su padre era un antitrujillista y tuvieron que abandonar el país para alejarse del régimen dictatorial.

De sus dos matrimonios Virgil ha procreado cinco hijos, tres mujeres; Justina, Linda y Ruth y dos varones, Ozzie y Marcos.

Trayectoria en el béisbol

Debutó en el béisbol profesional norteamericano el 23 de septiembre de 1956, con el equipo Gigantes de Nueva York en el estadio Polo Grounds V, Upper Manhattan, en la ciudad de New York.

Fue el primero en dirigir en las Mayores, exactamente en el equipo Los Padres de San Diego, aunque lo hizo de manera interna sustituyendo a Dick Williams, en 1984. Don Osvaldo fue firmado por un buscatalento norteamericano llamado George Mack, quien lo invitó a una práctica de prueba o “Try out”, como se dice en el lenguaje beisbolero.

Osvaldo Virgil, como mánager de los Leones del Escogido, en 1979.

Su primer sueldo fue de 125 dólares en las menores, y en las Grandes Ligas de cinco mil dólares, el mínimo en ese entonces. Virgil no solo fue el primer criollo en las Grandes Ligas, sino que también se convirtió en el primer jugador de color en militar en el equipo Tigres de Detroit.

En su juventud, fue reclutado para hacer el servicio militar obligatorio en el cuerpo de marines en los Estados Unidos, luego del estallido de la guerra de Corea y USA en 1950. Allí recibió entrenamiento militar en la academia Parris Island en Carolina del Sur; se mantuvo en la milicia hasta 1952.

Virgil permaneció 10 años en las Grandes Ligas jugando en los equipos de Gigantes de Nueva York, Tigres de Detroit, Kansas City, Baltimore, Pittsburgs y San Francisco. Luego llegó a ser coach de las Mayores durante 20 años.

Entre los años 1956-57 hace su aparición en la Liga Dominicana de Béisbol jugando para los Leones del Escogido, luego en las Águilas Cibaeñas (1967-68 y 1970-71). Asimismo, fue manager en la liga venezolana de los Leones del Caracas, Tigres de Aragua, Tiburones de La Guaira y Cardenales de Lara.

Ozzie, como también es conocido Osvaldo, fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, en 1984. Fue un capataz exitoso en el béisbol caribeño ganando un campeonato en el béisbol invernal criollo y cuatro en la liga de Venezuela. En el 2014 fue inmortalizado en el Salón de la Fama del Béisbol Latino.

El “Orégano”, apodo como también se le conocía, inspiró al compositor dominicano Luis Kalaff para hacer un merengue en su honor, cuyas letras resaltan las cualidades de este destacado beisbolista. Además, este nombre se le dio al jugador por ser originario de la provincia de Montecristi, donde se cultiva esa hierba, que es muy usada como condimento en la comida.

En septiembre del 2016, el ministro de Deportes de ese entones, Danilo Díaz le hizo entrega de una placa de reconocimiento tras haber cumplido sesenta años de hacer su debut en las Grandes Ligas en 1956.

En el acto, el ministro Díaz había informado de la construcción de una plaza que contaría con una estatua que honraría al expelotero de la MLB, en su natal Monte Cristi. También, fue honrado con la designación de su nombre en el aeródromo de esa provincia y la calle donde está situada la vivienda que lo vio nacer.

En el año 2016 se desempeña como instructor especial en la academia de los Mets de Nueva York, ubicada en la comunidad de Boca Chica.

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