Se estima que entre 9.000 y 20.000 haitianos fueron privados de su vida, entre ellos niñas, niños y mujeres, que luego de ser asesinados, sus cadáveres eran lanzados al río Dajabón, hoy conocido como el “Río Masacre”

A propósito de que hoy se cumple un año más del asesinato masivo de haitianos conocido como la “masacre del perejil”, efectuado en la zona fronteriza del país, la “Zona Retro” de esta semana estará recordando ese hecho, el cual provocó un escándalo a nivel internacional.

Históricamente la República Dominicana y Haití se han mantenido en un conflicto constante. Hay que recordar que nuestro país se mantuvo bajo el dominio haitiano por más 20 años, desde 1822 hasta 1844.

Algunos historiadores consideran que la ocupación haitiana pudo haber creado en gran parte de la población dominicana de la época un sentimiento de rechazo hacia a los haitianos; sentimiento que se reflejaría en las generaciones posteriores.

Inicio de la masacre

Exactamente un día como hoy, 2 de octubre del 1937, en el país se llevó a cabo uno de los acontecimientos más sangrientos de nuestra historia, ese día se inició la matanza de miles de negros haitianos conocida como la “Masacre del Perejil”. La orden de los asesinatos fue dada por el entonces presidente de la República Dominicana, Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Trujillo, quien gobernó el país durante 31 años, desde 1930 hasta al 1961, a pesar de tener descendencia haitiana se caracterizó por ser una persona racista, y así lo dejó ver cuando decidió exterminar a los haitianos que habitaban en la parte fronteriza de la isla.

En la “Masacre del Perejil”, como se le conoce, se estima que entre 9.000 y 20.000 haitianos fueron muertos, entre ellos niñas, niños y mujeres, que luego de ser asesinados, sus cadáveres eran lanzados Río Dajabón, cuyos 55 kilómetros separan la frontera haitiana y dominicana desde 1776, y que luego del genocidio se le bautizó con el nombre del río “Masacre”. Los haitianos que lograron preservar su integridad física eran aquellos que laboraban para grandes haciendas de empresas o millonarios norteamericanos.

De acuerdo con varias fuentes, la masacre se llevó a cabo entre los días 2 y 8 de octubre del 1937, y para cometer aquel crimen, las fuerzas militares y policiales dominicanas utilizaron pistolas, hachas, cuchillos, y palos para cumplir con la orden de Trujillo.

Causas de la Masacre

Se cree que la causa principal para llevar a cabo la masacre fue la agudización de la depresión mundial del año 1937 que llegó a afectar inclusive a los Estados Unidos de América.

La depresión económica nos afectó de manera considerable, las exportaciones agrícolas del país descendieron drásticamente y los haitianos que habían estado ofreciendo sus servicios como picadores de caña en las plantaciones, se quedaron sin trabajo debido al cierre de la mayoría de los ingenios azucareros que había en el país.

Al cerrar los ingenios, numerosos haitianos se quedaron sin empleo pero continuaron residiendo en el país, una gran parte en la zona fronteriza del país, situación que no le agradaba al Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo y decidió eliminar a toda aquella persona de nacionalidad haitiana que se encontrara en territorio fronterizo dominicano.

¿Por qué perejil?

Se dice que la Operación se le llamó Perejil, porque no existía manera de diferenciar un haitiano de un dominicano si los dos permanecían en silencio, por lo que para reconocer a los extranjeros, en este caso los haitianos, los soldados exigían a cada hombre, mujer, o niño que pronunciara la palabra “Perejil” para poder diferenciar uno del otro, esa fue la trampa que supuestamente creó Trujillo para esa operación. Se escogió la palabra española “Perejil” por lo difícil que resulta ser pronunciada correctamente por los vecinos haitianos, quienes tienen como lengua oficial el creole.

Consecuencia

Luego de llevar a miles de haitianos a una especie de holocausto, la imagen de la República Dominica se vio afectada de manera negativa. La matanza produjo una fuerte protesta internacional.

El presidente de Haití en ese momento, Sténio Vicente, protestó por la acción, pero al final llegó a un entendimiento con el Generalísimo Trujillo, para que este indemnizara a Haití con la suma de 750 mil dólares, que para ese entonces era el equivalente a más o menos 40 dólares por cada haitiano muerto aproximadamente.

De los 750 mil dólares por indemnización, el Gobierno dominicano solamente erogó 500 mil y lo más penoso de todo es que de esos 500 mil, 25 mil fueron repartidos entre políticos del gobierno haitiano.

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