Juan Bosch pidió que los militares que se alzaron en la Gesta de abril del 65 fueran recordados en la historia como “los soldados del pueblo” y “los militares de la libertad”

Hace apenas unos días, el calendario marcó seis décadas desde aquel estallido que sacudió los cimientos de un nuevo periodo en la República Dominicana. Era 24 de abril de 1965, y con él se abría un capítulo decisivo en la historia política y social del país: la Revolución del 65.

La Zona Retro revive aquel momento desde la memoria colectiva y la tinta impresa, repasando las portadas, titulares y testimonios que capturaron la angustia, el valor, la confusión y la esperanza de un pueblo en medio del caos.

Estas son algunas notas publicadas en las portadas del periódico El Caribe días posteriores a la revolución.

A pocas horas de la sublevación

Santo Domingo experimentó momentos de gran tensión, desconcierto e incertidumbre tras darse a conocer la sublevación militar que derrocó al gobierno del Triunvirato, un hecho sin precedentes en el país desde el derrocamiento del Gobierno Constitucional presidido por Juan Bosch en septiembre de 1963.

Multitudes colmaron las calles de la capital vitoreando la libertad, tras conocerse lo que parecía una insurrección encabezada por oficiales subalternos, clases y soldados en contra del Gobierno.

Los rumores sobre el levantamiento cobraron fuerza cuando varios locutores y exdiputados del Congreso tomaron por unos treinta minutos las instalaciones de Radio Santo Domingo TV, desde donde hicieron un llamado a la población para que saliera a las calles, de manera ordenada, a celebrar con entusiasmo la caída del Gobierno.

El desconcierto, el miedo y la agitación se apoderaron de la población, generando un ambiente de incertidumbre general. Nadie sabía con certeza qué estaba ocurriendo, mientras la gente corría de un lado a otro en medio del caos. En distintas calles de la capital se incendiaron neumáticos, y comenzaron a circular informaciones sobre la insubordinación en los campamentos militares 27 de Febrero y 16 de Agosto.

Voces desde el exilio y la oposición

El expresidente Joaquín Balaguer afirmó que el golpe de Estado que derrocó al gobierno de Donald Reid Cabral era previsible. En declaraciones ofrecidas a The Associated Press, señaló que dicha acción no fue más que una manifestación del descontento popular ante la mala gestión administrativa y económica del régimen.

Balaguer señaló que “la corrupción dentro del gobierno y el fomento del contrabando” fueron factores que motivaron la reacción popular. No obstante, subrayó que la causa principal fue “la negativa del Triunvirato a convocar elecciones libres y transparentes”. Añadió además que era conocido el interés de Reid Cabral en postularse a la presidencia, sin intención de dejar su posición como jefe de gobierno.

El exmandatario, quien entonces lideraba el Partido Reformista, expresó su disposición a regresar al país tan pronto recibiera la confirmación de que se había levantado la prohibición que impedía su retorno.

El expresidente Juan Bosch, al ser abordado por periodistas, expresó que la revolución que había derrocado al gobierno del Triunvirato en Santo Domingo representaba un capítulo más en la lucha del pueblo dominicano por imponerse ante los intereses de una minoría oligárquica.

Parte superior de la Portada del 26 de abril de 1965. Informaciones sobre la Revolución o Gesta del 65.

En ese entonces exiliado en San Juan, Puerto Rico, Bosch afirmó que la revolución evidenciaba el anhelo del pueblo dominicano de vivir bajo un sistema democrático que asegurara justicia social y una gestión gubernamental honesta.

El exmandatario afirmó que se enteró de la revolución en horas de la tarde del 25 de abril, al día siguiente del alzamiento militar en Santo Domingo, y manifestó que esperaba un avión militar para regresar a su tierra. Anticipó que al volver encontraría una nación devastada en lo social, económico y político.

Movimiento justifica acciones contra el Gobierno

El coronel Francisco Caamaño Deñó, uno de los líderes del levantamiento, expresó desde el Palacio Nacional que la principal motivación del golpe fue devolverle al pueblo lo que le había sido arrebatado el 25 de septiembre de 1963.

A eso de las 10:20 de la mañana, mientras se exigía la rendición de los triunviros, doctores Donald Reid Cabral y Ramón Cáceres Troncoso, quienes permanecían bajo custodia militar en una habitación del tercer piso del Palacio Nacional, el militar se dirigió a los presentes.

En ese contexto, tanto Reid Cabral como Cáceres Troncoso manifestaron su intención de retomar sus actividades habituales una vez que se restableciera la normalidad en el país.

En espera del retorno de Bosch

El doctor José Rafael Molina Ureña asumió de manera provisional la presidencia de la República, cargo que fue anunciado oficialmente a través de una conferencia transmitida por Radio Santo Domingo TV. El ex presidente de la Cámara de Diputados aseguró que permanecería en el puesto hasta la llegada del profesor Juan Bosch al país.

Al mediodía, el doctor José Rafael Molina Ureña arribó al Palacio Nacional junto a destacados dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano y los militares responsables de la destitución del Triunvirato. Mientras tanto, Juan Bosch se dirigió al pueblo dominicano mediante una grabación desde San Juan, Puerto Rico, en la que instó a mantener firme el espíritu, la esperanza y la fe en el destino nacional, al tiempo que reconocía a Molina Ureña como presidente constitucional durante su ausencia.

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