Con la intención de ampliar el estudio y uso de la flora nacional, fue inaugurado el 15 de agosto de 1976 el Jardín Botánico Nacional, por el presidente Joaquín Balaguer, quien escogió el área donde se construyó.

A propósito de haberse conmemorado en estos días el aniversario 47 de la inauguración del Gran Jardín Botánico Nacional doctor Rafael M. Moscoso, uno de los lugares más atrayentes de Santo Domingo y emblemático monumento nacional, la Zona Retro dedica esta ocasión a recordar su inauguración y el impacto que generó su construción.

Inauguración

La inauguración de El Gran Jardín Botánico Nacional se llevó a cabo el día 15 de agosto de 1976, alrededor de las 7 de la noche.

La obra está situada al noroeste de la ciudad, ubicada frente a la urbanización de Los Jardines del norte, y detrás las instalaciones de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.

El Jardín Botánico fue creado por el Gobierno Constitucional de la República que presidió el doctor Joaquín Balaguer. La construcción inició en 1972 y culminó en 1976, ocupando un área de dos millones metros cuadrados. El costo nunca se dio a conocer oficialmente.

Fue estructurado como una institución destinada a la educación, investigación y divulgación de conocimientos en su área de desarrollo, que era la flora. Además, tenía como objetivo estimular el conocimiento y uso de la flora nativa, así como enriquecerla mediante la incorporación de plantas exóticas.

Llegada del Presidente y actos

El presidente llegó al Jardín Botánico alrededor de las 7:20 de la noche acompañado de los secretarios de Estado mayor general Juan Rene Beauchamps Javier, de las Fuerzas Armadas; mayor general Enrique Pérez y Pérez, de Interior y Policía; mayor general Santos Mélido Marte y general de brigada Antonio Eligio Bisonó Jackson, jefe del Cuerpo de Ayudantes Militares.

A la llegada de los antes mencionados, la banda de música de la Marina de Guerra interpretó las notas del Himno Nacional.

El cardenal Octavio Antonio Beras impartió la bendición a las instalaciones en la explanada de conciertos del Jardín, la cual se encuentra ubicada cerca de la entrada.

Estructuras

En este sentido, el Jardín Botánico poseía en su interior miles de árboles de diversas variedades y ejemplares curiosos de bellas flores, tanto nativas como exóticas, que resaltaban entre la exuberante vegetación del jardín. También contaba con espléndidas avenidas, lagos, edificaciones, museos, salones para conferencias y estudios, y otras instalaciones que hacían placentera la estadía de los visitantes, de las cuales muchas siguen vigentes hasta el día de hoy.

Su construcción había comenzado desde el año 1972. El área que ocupa el jardín está cruzada por kilómetros de senderos, posee un interés especial para los visitantes. Sus diferentes sectores están señalizados, permitiendo a las personas recorrer todo el jardín ya sea caminando o utilizando el tren destinado para esa tarea.

Para ese entonces, y en la actualidad, el Jardín Botánico fue y sigue siendo uno de los lugares más atractivos de Santo Domingo, tanto por su fácil acceso, como por el carácter artístico de sus instalaciones y el encanto de sus plantas, que constituyen un ejemplo de belleza.

Él diseñador y constructor del Jardín Botánico Nacional, doctor Rafael M. Moscoso, fue el arquitecto Benjamín Paiewonsky, quien había comentado que esa institución científica contribuiría a ampliar el estudio y uso de la flora nacional.

Durante su discurso inaugural, Paiewonsky hizo él señalamiento, en la presencia del presidente Joaquín Balaguer y el vicepresidente Carlos Rafael Goico Morales.

En esa línea, destacó que la zona fue escogida personalmente por el primer mandatario de la República y enfatizó que la elección no pudo ser más apropiada, ya que la zona contenía una densa vegetación y algunos sitios prácticamente intocados.

Construcción

Para la construcción y ambientación de las diferentes instalaciones se utilizaron en casi su totalidad, materiales originarios del país.

“Sus exhibiciones que cuentan con una extensión de alrededor de 2 millones de metros cuadrados, se componen de un área de reserva forestal, un palmeto, aráceas, arboles maderables y frutales, herbolario tóxicas, medicinales y especias; plantas acuáticas, cactus, colecciones de heliconias, helechos, orquídeas, antherium, bouganvillas, así como también un jardín japonés tratado con plantas del país”, agregó Paiewonsky mientras explicaba la composición.

En este sentido, también destacó la existencia de pabellones dentro del área que antiguamente habían sido usados como polvorines y que habían sido restaurados para nuevas actividades, como aulas de clases, exposiciones, oficinas, estaciones de tren y otros fines.

Desarrollo natural

El arquitecto había manifestado que en cuatro años era prácticamente imposible contar con zonas verdes maduras. Por lo tanto, la apertura solo marcaba el inicio de una larga trayectoria de trabajo por desarrollar, una labor que nunca concluiría y cuyos logros serían posibles con la contribución de futuras generaciones, tanto profesionales como de los dominicanos amantes de las plantas y flores ubicadas allí.

Reconocimientos, premios y asistencias

El jefe de Estado, doctor Balaguer, hizo entrega de premios a los ganadores de los primeros lugares de la exposición “Isla Flora”, abierta al público la noche de la inauguración.

A la ceremonia inaugural asistieron miembros del gabinete, altos funcionarios de la Nación, civiles y militares; dignidades eclesiásticas, miembros del cuerpo diplomático y consular radicados en Santo Domingo, representativos de la industria, la banca y el comercio, así como otras distinguidas personalidades.

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