Estos sufragios marcaron el fin de la era de los 12 años de Balaguer
Hoy finalizamos con este trabajo sobre los comicios de mayo de 1978. Para el 15 de febrero del año que nos ocupa, la Junta Central Electoral (JCE) proclamó la apertura oficial al período electoral de esos sufragios, sin embargo los partidos políticos ya habían iniciado sus actividades proselitistas antes de la fecha establecida, creando una batalla campal con la divulgación de informaciones en los medios de comunicación, tanto radial como televisivos. Sumado a esto se originó una guerra de letreros de corte políticos y afiches propagandísticos, pintada de árboles, aceras y contenes, bancos de asientos en el malecón, postes del alumbrado público y de señales de tránsito, con colores del Partido Reformista. Este grupo político, además, colocaba en las viviendas de personas ajenas a su voluntad sus propagandas políticas y si estos protestaban, serían sancionados por la denominada banda colorá.
Un hecho que nos llamó la atención fue la publicación de un diario nacional de la época, la cual explica que los activistas del partido colorao’, iban por calles y avenidas eliminado todas las propagandas políticas que no perteneciera al oficialista, los cuales eran pintados con pintura roja de su partido, y para el colmo amenazaban con acto violento al que se opusiera a sus acciones. Todo esto, pese a que el 12 de enero del 1978 el jefe de la Policía Nacional, mayor general Neit Rafael Nivar Seijas, había informado que haría cumplir “cabalmente la ley que prohíbe embadurnar de pinturas y propagandas políticas los lugares públicos y privados”. Esa Ley es la 558, del 12 de septiembre de 1973.
Luego de establecida oficialmente la fecha de inicio de la campaña electoral, el 15 de febrero mencionado, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) inició su campaña electoral con una caravana de vehículos, movilizando a millares de personas que recorrieron varios sectores de esta capital, encabezada por el candidato a la Presidencia, Silvestre Antonio Guzmán Fernández y el y vicepresidencial Jacobo Majluta, además, participaron en ese desfile altos dirigentes perredeístas como Francisco Peña Gómez y Franco Badía. La campaña electoral del (PRD) se centró en promover un cambio para el pueblo dominicano. Mientras que el PR se caracterizó por llevar una campaña con el lema de paz. Los reformistas iniciaron su campaña electoral en Jarabacoa, con una caminata de 1000 jinetes, el cual estuvo encabezado por 12 bellas jóvenes que representaron los 12 años gobiernos de Balaguer. Cada uno de estas organizaciones realizó un sinnúmero de caravanas, mítines, concentraciones, entre otros actos, con el fin de conseguir el voto de los ciudadanos. Los demás partidos realizaron sus campañas electorales en todo el país al igual que los dos antes mencionados. Según informó un alto dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de ese entonces, Hatuey Decamps, el partido de gobierno utilizó aproximadamente 15 millones de pesos en su campaña electoral.
Estas dos agrupaciones políticas eran las dos favoritas entre los votantes dominicanos, así lo confirmaron varias firmas encuestadoras del país, tales como CIFAS, CIMERS, entre otros. Tanto el PRD como el PR afirmaban su triunfo en el Distrito Nacional, por ser el lugar de mayor fuerza electoral en todo el territorio nacional.
Participaron en esas elecciones un total de 8 candidatos presidenciales, junto a sus compañeros de boletas, sustentados por unos 8 partidos políticos y cuatro movimientos independientes. La principal fuerza política del país, en ese entonces era el Partido Reformista (PR), que llevó en su boleta electoral a Joaquín Balaguer, como candidato presidencial y quien además era el presidente de la República en ese momento y la mayor fuerza de la oposición la ocupaba el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con Antonio Guzmán Fernández como postulante a la Presidencia, los demás candidatos presidenciales fueron, Francisco Augusto Lora, de la Oposición Unida, formada por los movimientos de Integración Democrática (MIDA) y de Conciliación Nacional (MCN) y el Partido Quisqueyano Demócrata (PQD); Luis Julián Pérez, del Movimiento de Salvación Nacional (MSN); Alfonso Lockward, del Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC); Luis Homero Lajara Burgos, del Partido Demócrata Popular (PDP); Narciso Isa Conde, del Partido Comunista (PCD) y Juan Bosch, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Para esos comicios, también fueron escogidos los cargos a senadores, diputados y más de 400 cargos municipales, entre ellos, síndicos y regidores para el cuatrienio 1978-1982.
Población de votantes del 78:
Para esas elecciones, el Registro Electoral contaba con una población de votantes de 2,282.61 dominicanos. La población electoral del Distrito Nacional era de 597,798; Santiago con 170,227 y San Cristóbal con 86, 166. Esas elecciones le costaron al Estado dominicano 4.2 millones de pesos, según la publicación de un diario nacional de fecha 11 de mayo 1978.
Proceso de votaciones:
Las elecciones generales del martes 16 de mayo de 1978, marcaron la consumación de la era de los 12 años de gobiernos de Joaquín Balaguer, que inició en el 1966 y finalizó en el 78. Estos sufragios fueron muy concurridos por los ciudadanos dominicanos que desde muy tempranas horas de la mañana se apostaron en las filas de sus recintos electorales para votar por su candidato favorito. La prensa de ese año registra que a medida que transcurría el proceso, se presentaron ciertas irregularidades que afectó directamente a los electores, quienes se quejaban porque sus nombres no figuraban en el listado de electores de las mesas donde les tocaba ejercer su derecho al voto, así también se unieron a las quejas dirigentes del oficialista y de la oposición que presentaron el mismo caso. Dada esta situación, la Junta Central Electoral se vio en la obligación de emitir una resolución que le permitió al votante poder sufragar en un sobre de boletas observadas. Otra situación presentada, fue que a última hora se realizó el cambio de varias mesas electorales, sumado a estos problemas, Marcio Mejía Ricart, suplente de delegado ante el organismo electoral, informó de varias boletas de color blanco que aparecieron en la mesa 1271, pertenecientes a la Unión Cívica Nacional.
Pese a todo esto, una comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que supervisaba las elecciones, la calificó como “tranquila, ordenada y armónica”. Esta comitiva estuvo formada por los expresidentes Misael Pastrana Borrero, de Colombia; Galo Plaza, de Ecuador y Julio C. Méndez Montenegro, de Guatemala.
Otro hecho que reseña uno de los diarios que guardamos en nuestros archivos, fue la denuncia que realizó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), sobre la ocurrencia de “graves irregularidades”, en mesas situadas en los distintos barrios de la capital que fueron promovidas por civiles y militares con inclinación al Partido Reformista. Ese mismo documento explica que un oficial de la Fuerza Aérea Dominicana de quien no se supo su nombre, intervino en el proceso de las votaciones en Villa Duarte y ordenó al presidente de la mesa 1,026 que dejara que un grupo de damas que él llevó al lugar ejercieran el voto, a pesar de que estas no estaban inscriptas en esa mesa. Tras finalizar el proceso de las votaciones, ocurrieron varios incidentes callejeros y esporádicos tiroteos en horas de la noche del 16 de mayo. Pero en sentido general esos comicios transcurrieron en completa calma.
Luego de que la JCE emitiera el primer boletín transmitido por radio y televisión del 25 % del conteo de los votos, el cual daba como parcial ganador al candidato presidencial del PRD, quien aventajaba con 108,000 votos a su oponente Reformista, fue irrumpida la madrugada del 17 de mayo, a las 4:12 am, por parte de efectivos militares dirigidos por un oficial del Ejército, de apellido Benoit, quienes ocuparon las instalaciones de la entidad, incautandos los equipos de transmisión de radio y televisión, hicieron salir a los delegados y empleados que allí se encontraban, y el edificio quedó cerrado bajo custodia. Pasadas unas 20 horas, la Junta rompió el silencio al informar que se tomarían medidas para completar los cómputos municipales. Ese mismo del 17, pero en horas de la noche, el presidente Balaguer envió una carta a los observadores de la OEA, a quienes informó que lo sucedido en la madrugada del 16 estaba ajeno a la JCE, “así como a los departamentos oficiales” y en el mismo anunció su compromiso de la reanudación del conteo.
Finalmente el 27 de mayo, la JCE anunció a Antonio Guzmán ganador de las elecciones.