Patricia Kennedy asistió al desfile que organizó el diseñador en el país en octubre de 1967
Así como indicamos en la entrega anterior, hoy continuamos con esta segunda y última parte de la faceta humanitaria de Oscar de la Renta. Este famoso diseñador realizó su segundo desfile de modas, el sábado 21 octubre de 1967, en la concha de los jardines del Hotel El Embajador. En esa exhibición presentó su colección de otoño, la cual fue reconocida con el premio Coty 1967, distinción que se le otorgaba al diseñador más destacado de los Estados Unidos y era la primera vez que un extranjero lo recibía por esa academia en sus 25 aniversario. Por esta premiación, De la Renta recibió una estatuilla de bronce con la figura de una mujer desnuda, diseñada por la escultora estadounidense Malvina Hoffman. A esta escultura se le conocía popularmente como “Winnie”. El galardón le fue entregado en una ceremonia celebrada en septiembre de ese mismo año, en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
El espectáculo presentado para esa ocasión contó con un total de 81 diseños de su colección de otoño, denominada “En la ruta de las especies”. Estas creaciones estaban inspiradas en Rusia, Oriente e India, e incluían trajes con capuchones amplios, capas cortas y a media pierna, abrigos orlados de ricas pieles y pantalones de tipo harem, los cuales eran completados con tocados de pieles y turbantes en colorido. Además, se exhibieron graciosos y frágiles kimonos, largas botas que cubrían los muslos de piel suave y flexible, de color negro. Los fondos recaudados por el evento fueron destinados a la Asociación Dominicana de Rehabilitación y a la Liga contra el Cáncer.
Según reseña de la prensa de ese entonces, muchas de las creaciones estaban elaboradas en material de piel cortado en cuadros y triángulos combinados con pesadas telas de lana oscura. Así también, telas recamadas de cequíes, de lentejuelas y rhinestones, con reflejos metálicos, bordados en dibujos irregulares. Los colores que predominaron en la pasarela fueron el naranja, morado, azul de matiz verdoso y amarillo oscuro. Un detalle que llamó la atención fueron los peinados en bucles que lucieron las modelos, y algunos de los vestidos que modelaron tenían una sola manga y en el otro brazo caía la tela en forma de túnica. Un estilo muy usado en la actualidad. El pintor dominicano Fernando Peña Defilló tuvo a su cargo la decoración del desfile creando un estilo psicodélico, a base de líneas pulsativas y dibujos vibratorios. En esta celebración también se rifó un vestido del diseñador y resultó como ganadora la señora Miriam de Alvarez.
Las modelos que desfilaron por la pasarela fueron la dominicana Mary Rodríguez, Jane Chuan Tai Hsiang, de origen chino, Fran Healyy, Jud Gadiot, Deborah Burns, Joy Hyler y Judy Hinman. Al concluir el evento, Oscar de la Renta fue condecorado con la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Caballero, de manos del secretario de Educación Luis Alfredo Duvergé, en representación del presidente Balaguer, en reconocimiento a sus méritos en la industria de la moda.
Este destacado modisto arribó a la República Dominicana un día antes de la exhibición, acompañado de su prometida, la señora Françoise de L’Anglade, editora y directora de la revista Vogue en Francia; así también de Patricia Kennedy, hermana del fenecido presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy y junto a 7 modelos que participarían en la actividad, incluyendo a la dominicana Mary Rodríguez que se encontraba en el país Americano, así como otras personalidades que asistieron al desfile.
Un mes después del espectáculo presentado en el Hotel El Embajadoras, Oscar de la Renta regresó al país, en esta ocasión para asistir como invitado a un desfile de modas, denominado “De Ayer y de Hoy” presentado por las Embajadaras del Bien a beneficio del Hospital Psiquiátrico Padre Billini. En diciembre de ese mismo año, volvió al país y trajo consigo un cargamento de juguetes para repartirlos a los niños pobres por el Día de Reyes. Estas actividades resaltan el lado solidario de Oscar de la Renta.