En ocasión de celebrarse este domingo 31 de mayo el Día de las Madres, dedicamos la entrega de hoy a una mujer que además del título profesional que llevaba cuando estaba fuera de casa, era una excelente madre en su hogar.
Se trata de la brillante y destacada periodista, doña María Ugarte. Nacida en tierras extranjeras, pero con un corazón dominicano, llegó a este mundo un 22 de febrero de 1914, en Segovia, España; hija del coronel de artillería, don Juan Ugarte y de doña Carmen España. Se graduó de licenciada en Filosofía y Letras, sección de Ciencias Históricas, con premio extraordinario, en 1935, de la Universidad Central de Madrid, hoy (Universidad complutense de Madrid).
De 1934 a 1936 fue profesora ayudante de la clase práctica de Historia Contemporánea de España, en el mismo centro donde estudió. Fue su primer esposo, don Constantino Brusíloff, con quien procreó a su hija Carmenchu Brusíloff. Ugarte llegó al país a principios de febrero de 1940 como refugiada de la guerra civil española. Al establecerse aquí, trabajó para don Julio Ortega Frier, rector de la Universidad de Santo Domingo. De ese trabajo descubrió importantes documentos de los archivos reales de Bayaguana y Monte Plata.
Colaboró para el periódico La Nación entre (1944-1945), en donde preparaba “la página quinta”. Otra labor de María, fue su columna “Estampas coloniales”, que publicaba en los Cuadernos Dominicanos de Cultura. Además, impartió cursos de archivo en el Archivo General de la Nación, fue miembro de la Comisión Técnica de Publicaciones del Centenario de la República Dominicana, en los años 1943 y 1944. En este último año, fue nombrada directora de la División de Archivos, Bibliotecas y Mapotecas de la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, cargo que desempeñó hasta 1947.
Ingresó en El Caribe en 1948 y su primer servicio en prensa fue cubrir un hecho de muerte, pero su trabajo se vio interrumpido cuando renunció para ocuparse de actividades privadas. Retornó 15 años después, en 1966, con la función de directora del Suplemento Sabatino, realizaba una labor de divulgación del patrimonio cultural dominicano. En su labor trataba la restauración arquitectónica de la época de la colonia. Sus trabajos en ese sentido le hicieron merecer premios como el Pellerano Alfau 1974, los premios nacionales de turismo para periodistas, en los años 1975, 1976, 1977 y 1978. Publicó el libro “Monumentos Coloniales”, en abril de 1978. Fue miembro de la Academia Dominicana de la Historia y de la Academia de Ciencias de la República Dominicana. Ganó el “Caonabo de Oro 1980”, en la categoría de periodismo. Por decreto real, el 24 de junio de 1986, el Rey Juan Carlos de España le concedió la Orden del Mérito Civil en el grado de Comendador. Así también fue reconocida por el gobierno de Joaquín Balaguer, con la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Caballero, mediante el decreto expedido el 27 de marzo de 1990. Doña María laboró para este medio hasta su jubilación en 1998.
Como madre, según nos contó su hija, doña Carmenchu Brusíloff, era ejemplar, luchadora y trabajadora. La señora Ugarte enseñó a su hija a leer en el libro Platero y yo, del poeta español Juan Ramón Jiménez. Le enseñaba canciones navideñas típicas de España. Doña Carmenchu nos dijo que su madre le enseñó diagramación de periódicos, “cuando todo era manual y a leer las páginas con las letras al revés”.
Cuando le preguntamos por los platos favoritos que doña María Ugarte le preparaba, nos relató que su madre hacía sopa de auyama, “que hasta fría sabía muy bien y ensaladilla rusa, siendo muy exigente con la calidad de los productos que llevaba. Si una manzana para la ensaladilla no estaba como ella exigía, compraba otras. (De ella heredé que no sé ni me gusta cocinar)”. La recuerda como una madre puntual, responsable, independiente, persona de buen humor, siempre presta a ayudar a quien le pedía orientación para trabajos periodísticos, libros. Dice que de ella tuvo su inclinación por el ejercicio del periodismo, recibió el apoyo de su madre al dejarla escribir en el suplemento sabatino de El Caribe. Doña María Ugarte murió el 4 de marzo del 2011.
Finalizamos esta entrega con estas dos estrofas del Himno a las Madres de doña Trina de Moya, primera dama de la República en 1926:
“Cantemos de las madres la ternura, el afán y su noble atributo de abnegación sin par. Celebremos todos la fiesta más bella, la que más conmueve nuestro corazón; fiesta meritoria, que honramos con ella a todas las madres de la creación”.
¡Felicidades a todas las madres en su día!