La Sociedad de Naciones o Liga de las Naciones (SDN) antecedente inmediato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada por las potencias victoriosas de la Primera Guerra Mundial en la llamada Conferencia de Paz de París. El Pacto de la Sociedad de Naciones que se basó en uno de los Catorce Puntos presentado por el presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson en 1918 y que dio paso a la SDN, fue incluido en el Tratado de Versalles firmado en 1919 y entró en vigor el 10 de enero de 1920.
La carta fundacional de esta organización llamado Pacto de la Sociedad de Naciones fue escrita durante las negociaciones de paz. El Pacto estaba compuesto por 26 artículos y abarcaba diversos aspectos de la organización. Establecía las condiciones para ser miembro, la estructura y las funciones de cada organismo, los mecanismos de solución cuando surgieran disputas entre los miembros, el régimen de los mandatos, las obligaciones de los estados miembros con relación al trato justo a los habitantes nativos de los territorios bajo su control, entre otros aspectos.
La SDN estaba compuesta por tres organismos principales. La Asamblea era el principal órgano representativo, formada por cada miembro y donde cada Estado tenía un voto. Este organismo podía tratar en sus reuniones cualquier asunto dentro de la esfera de acción de la Liga o que afectara la paz del mundo. El Consejo al igual que la Asamblea tenía facultades para tratar en sus reuniones cualquier asunto dentro de la esfera de acción de la Liga o que afectara la paz del mundo. Estaba formado por miembros permanentes y no permanentes. En 1920, los cuatro miembros permanentes eran el Imperio Británico, Francia, Italia y Japón. Estados Unidos nunca se incorporó a la Sociedad, debido a la negativa del Congreso estadounidense. La composición del Consejo varió con el tiempo. En las reuniones, cada miembro de la Liga representado en el Consejo tenía un voto y no podía tener más de un representante. La Secretaría era el órgano administrativo y estaba a cargo de organizar el trabajo de los diferentes órganos, velar por el buen desarrollo de las reuniones y dar seguimiento a las decisiones tomadas por los Estados miembros.
Diversos países del Gran Caribe estuvieron presentes en esta organización. Formaron parte los países de Guatemala, Colombia, Haití, Venezuela, Cuba, Honduras, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, México (entra en 1931) y la República Dominicana. Sin embargo, por diversos motivos en la década de los años veinte, treinta y cuarenta varios países se fueron retirando de la organización incluyendo los casos de Costa Rica 1925, Guatemala, Honduras y Nicaragua en 1936, Venezuela en 1938 y Haití en 1942.
En el caso de la República Dominicana su integración a este organismo internacional fue posterior a 1920. El pasado 29 de septiembre se cumplieron 100 años de la entrada del país en esta organización. Al crearse la SDN, la República Dominicana estaba intervenida por los Estados Unidos quien había invadido el país en 1916. Tras el proceso de desocupación de las tropas norteamericanas a través del acuerdo Hughes-Peynado y la juramentación el 12 de julio de 1924, de Horacio Vásquez y Federico Velázquez como presidente y vicepresidente (ganaron las elecciones del 15 de marzo de 1924) se inició un rápido proceso diplomático para integrar el país en la Sociedad de Naciones.
Al mes siguiente de la juramentación fue aprobado en el Congreso la autorización para que el Poder Ejecutivo encabezado por Horario Vásquez solicitara el ingreso de la República Dominicana en la Sociedad de Naciones. En la solicitud se hacía una valoración positiva y se enfatizaba que esta organización “estaba produciendo el bienestar general, ensanchando los fundamentos de la paz, asegurando la leal ejecución de las convenciones y promoviendo la cooperación moral, intelectual y económica de los Estados”.
Con la aprobación del Congreso las gestiones fueron dirigidas por el secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Ángel María Soler quien a su vez nombró delegado a la 5ta. Asamblea de la Sociedad de Naciones al licenciado Jacinto R. de Castro. Con un excelente manejo diplomático defendió la capacidad soberana de la República Dominicana para formar parte de la SDN ante la subcomisión designada para estudiar la cuestión de la integración dominicana a dicho organismo. Del Gran Caribe participaron y dieron el visto bueno para la integración dominicana Colombia, Venezuela y Cuba.
Lucy Arraya señala que tras “el informe favorable de las subcomisiones y de la Comisión Permanente Consultiva fue presentado para fines de aprobación en la Asamblea en la reunión del 29 de septiembre de 1924”. El historiador y experto en relaciones internacionales Reynaldo Espinal afirma que el “informe fue leído por el Embajador cubano Agüero Betancourt de la siguiente forma: La Sexta Comisión, después de conocer el informe de la Subcomisión Encargada de examinar la solicitud de admisión de la República Dominicana, aprueba este informe y propone a la Asamblea, a unanimidad, la admisión de la República Dominicana en la Sociedad de Naciones”.
La integración dominicana representó un triunfo diplomático al lograr incorporarse en una organización cuya creación tuvo un impacto en la cooperación multilateral, las relaciones y el derecho internacional.
Durante su existencia esta organización tuvo sus logros en la solución de diversos conflictos en la década de los años veinte y treinta. Sin embargo, la incapacidad de impedir el inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tuvo un impacto decisivo en el fin de esta organización. A partir del 20 de abril de 1946, la Sociedad de las Naciones dejó de existir, entregando todos sus activos a la nueva organización que surgió de las cenizas de la guerra: Organización de las Naciones Unidas. Del Gran Caribe además de República Dominicana fueron miembros fundadores de la ONU, Cuba, Haití, Nicaragua, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Venezuela. Es decir, todos los países del Caribe independiente en esa época.
La importancia de la SDN en la diplomacia internacional como primera organización intergubernamental establecida para promover la cooperación internacional, lograr la paz y la seguridad internacional, ha sido poco estudiada con relación a los países del Gran Caribe. En ese sentido, el papel desempeñado por los países del Gran Caribe en el seno de este organismo internacional sigue siendo un tema pendiente de estudios rigurosos por la historiografía caribeña y en particular por la historiografía dominicana.
Centro estudios caribeños. PUCMM.