Un total de catorce personas estuvieron vinculadas con el tráfico ilegal del dulce exportado hacia Puerto Rico, de los cuales ocho fueron descartados y seis quedaron sometidos a la justicia, entre ellos, el alemán Kare Friederik Fesler y Eridio Oscar Luciano, comerciantes; y los señores Domingo Alba Lovera, Eduardo Bogaert Álvarez (Eddy), José Osmar Ortiz Rojas y Agustín de la Cruz González
Uno de los temas que normalmente sacude a una sociedad y en específico a su gobierno es la corrupción, palabra que es definida por la Real Academia Española (RAE) como la “acción y efecto de corromper o corromperse”.
El héroe nacional de Cuba, José Martí tenía muy claro lo que era servir al Estado cuando dijo la frase célebre “La Patria es ara y no pedestal”. Del mismo modo se expresó el editorial del periódico El Sol, publicado el jueves 18 de julio de 1974, que reza de la siguiente manera “El que quiera enriquecerse que instale una industria o un comercio o una casa de empeño. El Gobierno no es negocio. No debe ser negocio para nadie”.
En la página Retro de esta semana presentamos el embarque ilegal de 350 toneladas de azúcar exportado hacia Puerto Rico en un entramado entre funcionarios públicos y civiles.
Génesis del hecho
Documentos periodísticos de julio de 1974 reseñan un escándalo de corrupción perpetrado en el puerto de Andrés, Boca Chica el 29 de junio por parte de civiles y funcionarios del gobierno el Presidente Joaquín Balaguer, quienes embarcaron 350 toneladas de azúcar refino llevado posiblemente a Puerto Rico. De acuerdo a lo que registra el documento, esa primera venta irregular del dulce el cual tenía carácter “experimental” porque luego seguiría una serie de exportaciones semanales del mismo producto de manera ilegal.
Los medios impresos de la época mencionan al director del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), Fernando Álvarez Bogaert, como la primera persona que informó a Balaguer sobre la transportación irregular del azúcar.
No precisamos la fecha en que fue dada a conocer esta información a la prensa y qué día se publicó exactamente, pero encontramos que uno de los primeros periódicos en publicar el hecho fue El Caribe, el día 12 de julio de 1974. Este diario reseñó en esa edición que las autoridades realizaban una investigación sobre una exportación irregular de azúcar refinada hacia Puerto Rico.
También se informó en la nota que la institución a cargo de las pesquisas fue la Policía Nacional, que había informado la detención de varias personas por el caso, tanto en la capital dominicana como en San Pedro de Macorís. Según el documento, esas informaciones fueron suministradas por fuentes de entero crédito, que dijeron que “para realizar este contrabando, se falsificó una documentación completa que diera apariencia legal a la exportación”.
Personas consultadas por El Caribe, en ese entonces sobre el tráfico de azúcar dijeron que de ser cierta la información, se había cometido un doble fraude porque el azúcar que se producía en el país debía ser consumido aquí y estaría entrando en esa isla fuera de cuota.
La revelación del posible tráfico ilegal de azúcar coincidió con la escasez y alza de precio que tenía el azúcar en el país.
Planificación del embarque
De acuerdo a recortes de periódico de la época, el cerebro de la operación para exportar de manera irregular las 350 toneladas de azúcar refinada fueron el doctor Eddy Bogaert y el alemán Karl Feffer, quienes idearon la forma de todo el entramado, según el periódico Última Hora de fecha (16/7/1974).
Resalta la información de ese diario, que el comercio ilegal del azúcar sería un éxito gracias a la influencia de la que gozaba el señor Bogaert en círculos oficiales.
Bogaert fungía como asesor agrícola del Presidente Balaguer y era primo hermano del director ejecutivo del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), Fernando Álvarez Bogaert.
Dice la información que ese diario obtuvo ese dato a través de una narración hecha de fuente de absoluta confianza.
De acuerdo a la fuente de Última Hora, los hechos sucederían de la siguiente manera “el alemán Feffle entregaría a Bogaert diez mil pesos como avance para la compra de 350 toneladas de azúcar a la firma Carlos Rodríguez Pagán, C. por A”.
Esa empresa se dedicaba en ese entonces a la distribución de azúcar para el mercado interno cuyo precio para el almacenista era de ocho centavos la libra.
Explica la información “como la idea era exportar el azúcar, las ganancias se perfilaban como extraordinarias, ya que el precio del producto para la exportación sobrepasaba en cuatro veces el precio para el mercado nacional”.
Una de las estrategias utilizadas por los contrabandistas para exportar el azúcar fue esconder el producto con una cantidad indeterminada de ajo, cebolla y guineos. Los cuales fueron adquiridos en distintas provincias del país, según reseña el documento.
La embarcación utilizada para la operación fue el Antillas que se “ancló al puerto de Boca Chica el día 27 de junio y zarpó el 29 a las 6 e la mañana, con destino a Curazao”.
Sigue explicando la información que “para la supervisión del embarque del ajo, la cebolla y los guineos, Bogaert contrató a los señores Manuel Nivar Seijas y Modesto Antonio Nivar Cedano, quienes son hermanos y parientes cercanos, respectivamente del secretario de la presidencia, mayor general Neit Nivar Seijas, quien precisamente fue quien enteró al presidente de todo este asunto al recibir una denuncia directa del mismo”.
“Se dijo que Bogaert utilizó a los familiares del general Nivar Seijas con la previa intención de que en caso de que la cuestión se descubriera todo quedara oculto”.
Balaguer crea comisión investigue caso
El presidente Joaquín Balaguer designó por decreto una comisión que estaría a cargo de investigar el tráfico de azúcar refinado exportado a Puerto Rico, el grupo estuvo integrado por el secretario de las Fuerzas Armadas, contraalmirante Ramón Emilio Jiménez Reyes; el jefe de la Policía Nacional, general Rafael Guillermo Guzmán Acosta y el director de Aduanas y Puertos, doctor Jorge Martínez Lavandier.
Funcionarios y civiles implicados en el embarque
El 23 de julio de 1974, el fiscal de Distrito Nacional, Máximo Henríquez Saladín, ordenó la detención contra las seis personas acusadas de comercializar de manera ilegal el azúcar, al ciudadano alemán Kare Friederik Fesler y Eridio Oscar Luciano, comerciantes; y los señores Domingo Alba Lovera, Eduardo Bogaert Álvarez (Eddy), José Osmar Ortiz Rojas y Agustín de la Cruz González.
El señor Alba Lovera era director del departamento de Economía Agropecuaria de la Secretaría de Agricultura y Bogaert Álvarez era asesor agrícola del Poder Ejecutivo. Ese mismo día, Henríquez Saladín dispuso la libertad de las seis personas implicadas en el embarque.
Ellos fueron Aura Báez Mañón, Jacobo Manuel Valdez Albizu, Carlos Manuel Rodríguez Andújar, Manuel Osiris Nivar Seijas (Blanco), Modesto Antonio Nivar Cedano y Melo Santos Rodríguez. El fiscal descartó su participación en el caso porque “no existía indicios de culpabilidad en sus contra”.
La causa contra los seis imputados sería presentada el 7 de agosto de ese mismo año en la Segunda Cámara Penal del Distrito Nacional.
Mencionan otros nombres en el escándalo
Fue mencionado en el caso de contrabando de las 350 toneladas del azúcar refinado exportado a Puerto Rico, el mayor general Neit Nivar Seijas, secretario de la Presidencia, información que fue desmentida por el jefe de la Policía Nacional, el general de brigada, Rafael Guillermo Guzmán Acosta, quien envió un comunicado a la prensa, el que a continuación copiamos textualmente:
“En relación con la información aparecida en la primera página del periódico La Noticia edición de hoy, acerca de que el Mayor General Neit Rafael Nivar Seijas, E.N., secretario de Estado de la presidencia, ha sido implicado de un embarque ilegal de azúcar que se está investigando, y que personas detenidas involucradas en el caso, han afirmado que él les brindó protección para dicho embarque; la jefatura de la Policía Nacional para mejor ilustración de la opinión pública, hace saber; que esa información es falsa”.