Los asaltantes secuestraron a la diplomática norteamericana Bárbara Hutchinson y posteriormente se atrincheraron en consulado de Venezuela donde mantenían varios rehenes

El 9 de octubre de 1974 concluyeron una serie de negociaciones entre el presidente Joaquín Balaguer y los integrantes del “Movimiento Liberador 12 de Enero”, quienes días antes habían secuestrado a la diplomática norteamericana Bárbara Hutchinson y posteriormente asaltaron el consulado de Venezuela en Santo Domingo, donde mantenían varios rehenes.

Dicho suceso conmocionó no solo al país, sino al mundo, por lo que esta edición de Zona Retro lo aborda en el marco de sus 48 años de conmemoración.

Todo comenzó cuando un grupo de militantes de una organización extremista que se hacía llamar “Movimiento Liberador 12 de enero”, dirigidos por Rhadamés Méndez Vargas también conocido como el “pirata aéreo”, secuestraron a la agregada cultural norteamericana Barbara Hutchinson mientras salía de las oficinas del Servicio Informativo y Cultural de los Estados Unidos (USIS), ubicado en la prolongación de la avenida México.

La victima fue introducida al interior de un vehículo a punta de pistola y llevada a las oficinas del consulado venezolano, que se encontraba en la avenida Bolívar, el cual tomaron por la fuerza.

Durante el acto, retuvieron como rehenes al cónsul Jesús Gregorio del Corral; al vicecónsul Valdemar Alvarado; a las secretarias Ambrosina Ares y Dulce Mejía, ambas dominicanas; al sacerdote español Santiago Fuertes; al chino Pablo Chao y a un mensajero del cual solo se mencionaba su apellido “Peguero”.

A los pocos minutos de los secuestradores tomar el consulado de Venezuela, llegó un vehículo de la Policía Nacional, de donde rápidamente se desmontaron unos diez agentes, quienes mientras penetraban el jardín, apuntaban con sus armas hacia el segundo piso, al mismo tiempo que los secuestradores fijaban sus armas sobre ellos desde las ventanas.

Los secuestradores

El grupo terrorista se identificó como perteneciente al “Movimiento 12 de Enero”, que lideraba Plinio Matos Moquete, quien era el prófugo más buscado en ese momento en la historia dominicana, y se encontraba en espera de un juicio por distintos crímenes en el penal de La Victoria.

Además de Rhadamés Méndez Vargas, se dijo de manera extraoficial que entre los secuestradores se encontraban Frank Santana, un antiguo empleado del USIS, quien el día del crimen había visitado el local americano. De igual manera se identificó, extraoficialmente, a Nicolas Montilla, Rolando Barinas, Rafael Pacheco y José González. De Barinas se había dicho para ese entonces, que era estudiante de electromecánica en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Méndez Vargas también era conocido como el “Pirata Aéreo”, por haber secuestrado un avión de la aerolinea venezolana Viasa con 75 pasajeros, 5 años antes del secuestro.

Las demandas

En un comunicado que dio a conocer el grupo terrorista, a cambio de liberar a los rehenes, exigían lo siguiente: la libertad inmediata de 37 pesos calificados de políticos, encabezados por Plinio Matos Moquete, un millón de dólares en efectivo y un avión que los trasladara al extranjero. Pero varios de los reclusos demandados a salir de prisión manifestaron que no deseaban salir del país. A lo que el gobierno guardo silencio hasta más adelante.

Respuesta a demanda

Mientras el gobierno dominicano guardaba silencio con respecto a ese tema y a la solución de la difícil situación, el consulado fue rodeado por fuertes contingentes policiales y militares que mantenían bajo vigilancia el lugar. De igual manera se desvió el tránsito por el tramo de la avenida Bolívar, donde está ubicado el Consulado.

Más adelante, el doctor Pittaluga Nivar se presentó al sector a leer un documento que expresaba lo siguiente: “Reiteramos nuestra advertencia de que si les hacen daños físicos a un solo de esos rehenes, cerrarán definitivamente las puertas a toda posibilidad de que pueda progresar algún tipo de arreglo”.

Señalando que las autoridades competentes estaban en contacto con los representantes de los países extranjeros afectados, en la búsqueda de alguna solución posible. El mensaje fue compartido a periodistas de la radio, ya que según el doctor Pittaluga, los secuestradores se mantenían informados por este medio de comunicación.

Primeras negociaciones

Los embajadores de Estados Unidos y España, y el encargado de Negocios de Venezuela conversaron con los secuestradores y rehenes, de igual manera les facilitaron alimentos, luego de 30 horas sin ración alimenticia. Los señores Robert Hurwitch, Aurelio Valls Carrera y Orangel Cunillan hablaron durante 20 minutos, a la distancia con los secuestradores, lo que rompió con la tensión y el silencio que había durado todo el día.

Una noche antes de la conversación, el embajador Robert Hurwitch había expresado que “abrigaba” la esperanza de que el secuestro y el asalto se resuelvan por la vía pacífica.

Por otro lado, el encargado de negocios de Venezuela, el señor Orangel Cubillán, había manifestado que intentaba entrevistarse con el presidente, aunque sus esfuerzos no tuvieron mucho éxito.
La última oportunidad

El presidente de la Republica Dominicana en ese entonces, Joaquín Balaguer, apeló a lo que calificó de “sensatez y cordura” de los secuestradores, para que recibieran la última propuesta oficial.

Y propuso lo siguiente:

“En vista de que en el secuestro que se escenifica actualmente en el Consulado de Venezuela se hallan involucradas varias mujeres, el Gobierno ha decidido esta noche otorgar salvoconductos a los secuestradores para que puedan abandonar el país con rumbo a la nación que deseen bajo la garantía de la Embajada de España, de la Embajada de Venezuela, la Embajada de los Estados Unidos de América”.

“Esta es la última concesión que puede hacer el Gobierno, por eso digo enfáticamente que, nuestra posición queda esta noche fijada en forma radical, terminante, irretractable y definitiva”, expresó.

Terroristas aceptan

Los siete miembros del comando terrorista aceptaron salir del país bajo la protección de los salvoconductos ofrecidos por el presidente Balaguer, luego de haber fracasado en las negociaciones durante 12 días, y recibir la “última oferta”.

Tras doce días de incertidumbre fueron liberadas las personas retenidas en el consulado de Venezuela, mientras sus captores viajaban rumbo a Panamá.

El comando viajó junto al embajador de Panamá, Alejandro Cuellar Arocemena y ocho oficiales de seguridad, en un vuelo especial de la Compañía Dominicana de Aviación (CDA).

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