El perejil ha sido utilizado desde la antigüedad, especialmente muy conocido en la cocina oriental por despertar el apetito de los comensales, entre otras propiedades.Es una de las hierbas más usadas actual mente en las cocinas. De agradable color verde y sabor ligeramente picante, destaca de él que acentúa el aroma y el sabor de otras hierbas.
Se puede emplear de dos maneras. Fresco: para adornar platos, o picado y seco para espolvorear en nuestras recetas. Seco es la versión que encontramos si lo compramos envasado.
Esta hierba es un condimento perfecto para los guisos, aunque podemos usarla en otras muchas recetas como las sopas, mayonesas, vinagretas, y rociarla sobre ensaladas o carnes.
Otros usos comunes del mismo es mezclarlo con pan rallado para empanar, o añadirlo a mantequilla para hacer exquisitas bases para tostadas. Pero quizás donde gane más protagonismo es en la famosa salsa verde, especialmente pensada para aderezar pescados blancos, que precisamente tiene ese color y ese nombre por su uso.
El perejil tiene propiedades que actúan como anticancerígenos, ya que protege el hígado y los intestinos de ciertas formas de cáncer, así como al cerebro de tumores cerebrales.
También es conocido por sus propiedades estimulantes de la digestión y los riñones, eliminación de toxinas, y la protección de los riñones contra la formación de piedras en éste. Además, ayuda a contrarrestar la dependencia del alcohol.
Tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan con problemas de reumatismo y artritis. Por su contenido de aceites volátiles y flavonoides, el perejil es una fuente excelente de vitamina C y A.