A finales del mes de enero el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, presentó ante el Congreso un extenso informe que acusa a Google de mejorar sus ventajas frente a sus competidores manipulando la competencia y abusando de su posición de dominio, y que obtendría menores beneficios en un mercado competitivo donde opera en ciertos canales con estrategias definidas de manipulación publicitaria. El dictamen de la comisión concluye que las grandes tecnológicas ostentan demasiado poder y una enorme capacidad para destruir y eliminar a sus competidores, pues actúan como empresas de distribución que deciden quién gana y pierde en el mercado con prácticas que atentan contra la esencia del capitalismo; la libre competencia.

Tildan a Google de usar en la industria publicitaria tácticas y estrategias anticompetitivas que debilitan y destruyen a sus adversarios. Consideran que abusa desde una posición dominante que le permite frenar el crecimiento de otras empresas obligando a los anunciantes y editores a usar de manera obligada sus herramientas. Exigen por ello que divida su compañía y que venda la empresa de servicios publicitarios, pues esta lo posiciona como vendedor, comprador y subastador de publicidad online dejando sin opciones a los otros editores. Google obtiene el 80 % de sus ingresos de la publicidad controlando la web de medio planeta, señalamiento que pone evidencia sus carencias éticas. Cuando abrimos una web usa tu perfil, ubicación y características y con ello subasta, en microsegundos, el anuncio y las compañías que ofertan a Google para anunciarse luchan por conseguirlo. Durante esta breve puja quien gana inmediatamente se publicita. Con ese modelo de negocio recauda alrededor de 35 mil millones de dólares anuales, el 12 % de todos sus ingresos. Obtiene el 30 % del valor de la transacción y el otro 70 % va para la página que lo alberga. Esta táctica evidencia su estrategia para truncar cualquier competencia.

La comisión de justicia presenta como prueba lo que se conoce como el plan Poirot, una maniobra para que los anunciantes que quieren aparecer en páginas administradas por otros gestores publicitarios no alcancen estas pujas, de modo que son derrotados de antemano y nunca ganan. A esto internamente Google lo denomina secar la competencia. Por ello son acusados de violar las reglas del libre mercado y se insiste en la necesidad de impedirlo. A inicios de febrero del presente año tan grave señalamiento le ocasionó pérdidas millonarias porque sus acciones y credibilidad se resintieron. Aunque no solo es Google también están en su punto de mira Amazon, Apple y Facebook.

El 90 % de las búsquedas de internet se hacen a través de Google. Quien domina y controla el 90 % de un mercado obtiene el poder para imponer normas. La misma acusación por prácticas anti competencia pesa sobre las otras corporaciones tecnológicas Microsoft y Facebook. El falaz CEO de Meta, Mark Zuckerberg, marcado por la falsedad de su testimonio en la venta de datos de sus usuarios en el proceso contra Cambridge Analítycs, como evidencia el documental de Netflix “Nada es privado”, se ampara de las acusaciones afirmando con rotundidad que existe una percepción equivocada de Facebook, porque ellos no venden los datos de sus usuarios, sino que lo único que hacen es escoger a los anunciantes a quien se quiere llegar, pero nada más.

Tres son las prácticas presentadas por el informe para impedir la competencia y por las que son denunciadas. La primera la autorreferencia, es decir, Amazon Google y sobre todo Apple siempre presentan sus aplicaciones por encima de las demás, aunque las tres corporaciones insisten en sus declaraciones que no favorecen sus aplicaciones propias. Pero The Wall Street Journal revela que entre las aplicaciones que buscan los usuarios en Apple, el 95 % favorecen a sus productos. La segunda es que cobran el 30 %, más la comisión porque disponen de sus propias tiendas y si quieres instalar una aplicación en tu celular solo lo puedes hacer a través de ellas. Dos prestigiosos periódicos como Financial Times y The Economist, entidades expertas en dinero, decidieron no vender sus productos en la plataforma. Lo mismo se repite en Android, Apple y Google pues controlan el 90 % del mercado. La tercera y última es la auto retención, el 40 % de las búsquedas de Google se quedan en Google y es señalado de controlar todo el sistema. La comisión lo imputa de usar la tecnología para ubicarse en todas la páginas del mundo en el mercado publicitario, aunque el ejemplo más diáfano de esto es Amazon que incluso plagia impunemente a sus competidores.

En general es demostrado que los monopolios debilitan la economía, violan las leyes del mercado e impiden la competencia y lo que es más grave, propicia el enriquecimiento de gente sin escrúpulos a expensas de los derechos de la mayoría de la ciudadanía. Sin duda alguna, es una manifestación del déficit creciente de innovación en los cada vez más desacreditados gurús de la tecnología estadounidense. Esperemos que las leyes y la irrupción de la inteligencia artificial corrijan tan dudosa conducta, porque la ausencia de competencia impide la innovación y cuando se instauran estas prácticas fraudulentas se afecta toda la economía mundial. Esto explica porque TikTok va ganado la partida sencillamente ha innovado en proceso y productos.


Este trabajo forma parte del Proyecto Connected Worlds: “The Caribbean, Origin of Modern World”. This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846.

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