El 28 de octubre de 1538, el Papa Paulo III, emitió la bula In Apostulatus Culmine, a través de la cual le concedió la categoría de Universidad al centro de Estudios Generales que dirigían los Dominicos en el Santo Domingo colonial, que se convirtió así en la primera Universidad del Nuevo Mundo. La Universidad Primada de América tenía como titular y patrono a Santo Tomás de Aquino (de ahí su nombre Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino) uno de los pensadores más influyentes en la historia de la filosofía y de la teología cristiana. Considerado el principal representante de la enseñanza escolástica, su filosofía ejerció una gran influencia en los contenidos y en el método de enseñanza en dicha Universidad. Este año se celebra el 800 aniversario de su nacimiento.
Conocido como el Doctor Angélico nació en 1225 en el castillo de Roccasecca, en el Bajo Lazio, de los Condes de Aquino, emparentados con el Emperador Federico II. En 1230 con cinco años fue enviado al monasterio benedictino de Montecassino donde recibió su primera formación. En 1239 continuará sus estudios en la Universidad de Nápoles y en 1244 a pesar de la fuerte oposición de sus padres, decidió ingresar en la Orden de los Predicadores. En 1248 se dirigió a Colonia con San Alberto para fundar un nuevo Studium Generalis y es ordenado sacerdote. En 1252 comienza en la Universidad de París su labor docente y en 1259 se dirige a Roma donde fundará un nuevo Studium Generalis. En 1268 vuelve a París, donde tendrá una fuerte actividad docente.
Con 49 años murió en la abadía de Fossanova el 7 de marzo de 1274 cuando iba de camino al concilio de Lyon. Fue canonizado el 18 de julio de 1323 por Juan XXII; San Pío V, el 11 de abril de 1567, lo declaró Doctor de la Iglesia y León XIII, el 4 de agosto de 1880, lo proclamó patrón de todas las universidades y escuelas católicas.
Su amplia producción intelectual abarca la teología, filosofía, ética, teoría del derecho, física, metafísica y estética. Su obra cumbre y una de las más importantes del pensamiento cristiano es la Summa Theologiae. Además, escribió la Suma contra gentiles, Scriptum super Sententias, numerosas y pequeñas obras en forma de comentarios y cuestiones.
Su influencia en la teología y en la historia de la Iglesia es incuestionable. El papa Juan Pablo II en su encíclica Fides et ratio establece: “La Iglesia ha propuesto siempre a Santo Tomás como maestro de pensamiento y modelo del modo correcto de hacer teología” (n. 43). Su doctrina ha sido elogiada y explícitamente recomendada por diversos papas a través de la historia como Juan XXII, Clemente VI, Urbano V, Nicolás V, Pío IV, San Pío V, Sixto V, Clemente VIII, Paulo V, Benedicto XIII, Benedicto XIV, Pío IX, León XIII, San Pío X, Benedicto XV, Pío XI, San Juan XXIII, San Pablo VI, San Juan Pablo II, Benedicto XVI, el papa Francisco, entre otros.
Conocido también como el Doctor Común y Doctor de la Humanidad, la importancia de su pensamiento aparece de manifiesto en los concilios ecuménicos de Vienne (1311-1312); Constanza (1414-1418); V de Letrán (1512-1517); Trento (1545-1563); Vaticano I (1869-1870) y en el Vaticano II (1962-1965) donde fue explícitamente recomendado en dos documentos, el decreto Optatam totius, sobre la formación al sacerdocio, y la declaración Gravissimum educationis, que trata sobre la educación cristiana.
También, en el Código de Derecho Canónico se establece que “en la formación teológica ha de haber clases de teología dogmática, fundada siempre en la palabra de Dios escrita, juntamente con la sagrada Tradición, con las que los alumnos conozcan de modo más profundo los misterios de salvación, teniendo principalmente como maestro a Santo Tomás” (c. 252 §3).
La obra de Santo Tomás ha dejado un legado significativo no solo en el campo de la teología sino también en el ámbito de la filosofía. Es una autoridad en lo concerniente al diálogo entre la razón y la religión. Su diálogo con la tradición filosófica griega, latina y árabe, la introducción del pensamiento aristotélico en la teología cristiana escolástica, el desarrollo del Tomismo y del Neotomismo, los debates en la filosofía moderna y contemporánea para defender o criticar sus posturas filosóficas, constituyen una muestra de su relevancia en el pensamiento filosófico occidental.
Su obra continúa gravitando en los grandes debates contemporáneos sobre la relación entre fe y razón, ética y naturaleza humana. En marzo de 2024 la Pontificia Academia de Ciencias Sociales organizó un taller sobre el tema “Ontología social y derecho natural en perspectiva. Ideas para y desde las Ciencias Sociales” para conmemorar el 750º aniversario de la muerte de Santo Tomás de Aquino. La declaración final del taller recoge aspectos que ilustran el legado de Aquino en la sociedad actual y que es necesario resaltar. En dicha declaración se establece que “la integración de la ontología social de Tomás de Aquino con las ciencias sociales contemporáneas puede favorecer una renovación, promoviendo un diálogo constructivo entre las ciencias sociales y el pensamiento social católico”.
Señala que “la concepción de ser humano que sustenta Tomás de Aquino abre un campo de diálogo con la teoría social contemporánea, específicamente en la sociología de la religión y su desarrollo de campos de trabajo en torno a términos como el poder de lo sagrado y la sacralidad de la persona”.
Además, en el contexto de un mundo marcado por la globalización, el desarrollo tecnológico, el cambio climático, y los efectos de las guerras en diversas partes del mundo “el marco ético de Aquino, arraigado en la ontología de los grupos sociales, la ley natural y la ética de la virtud, (dentro de una explicación articulada del bien común), ofrece ideas (…) extrayendo las consecuencias apropiadas para abordar los problemas contemporáneos”.
En el 800 aniversario de su nacimiento su herencia intelectual sigue resonando en los actuales debates sobre filosofía jurídica (teoría de la ley, teoría del derecho y teoría de la justicia), filosofía política, educación (formación integral y decisiones éticas) y la cuestión de la conciencia moral y el discernimiento personal y comunitario ante dilemas económicos, sociales y familiares.
Centro estudios caribeños. PUCMM.