En la forma que los prefieras, ya sean frescos o secos, en ensaladas , guisos, risottos, salsas o a la plancha, los champiñones están cada vez más presentes en la cocina por su versatilidad a la hora de prepararlos. En el mundo hay una gran variedad, y aunque algunos son venenosos, la mayoría son comestibles.
Esta especie de hongo posee proteínas, vitaminas, minerales y fibra, además, es un alimento bajo en calorías. En nuestro país su consumo viene en aumento, y hoy día se cultiva una gran variedad por su gran potencial nutricional.
Entre los platos que se pueden preparar con los champiñones están: tostadas con champiñones al ajillo, tacos con champiñones en salsa roja, consomé, flan con crema de champiñones y lasaña de atún, pimiento y champiñones, entre otros.
Champiñones en salsa de vino blanco Ingrediente:
400 gramos de champiñones
1 diente de ajo grande
1/2 vaso de vino blanco
1/2 cucharada de harina
3 cucharadas de aceite de oliva
Sal y perejil picado
Preparación:
Con un cuchillo, retira la parte inferior del tallo de los champiñones. Colócalos en un boul con agua, remuévelos un poco para que suelten la tierra que puedan tener. Escúrrelos, sécalos un poco con un trapo de cocina y córtalos por la mitad. Coloca la hoja del cuchillo (en horizontal) sobre el diente de ajo, aplástalo con la mano (para que la piel se suelte con facilidad), pélalo y pícalo bien. Pon el aceite a calentar (suavemente) en una cazuela, añade el ajo picado y cuando empiece a dorarse agrega los champiñones. Cocínalos durante un minuto, añade la harina y mezcla bien. Vierte el vino y medio vaso de agua. Sazona y cocina durante 20 minutos a fuego medio. Apaga el fuego, espolvorea con perejil picado, mezcla bien y sirve.