Carlos De León es un artista que trabaja “de día para producir arte de noche y los fines de semana, ya que la idea es que el arte, eventualmente, le ocupe todo el tiempo. Cada pieza que produce es el resultado de un proceso de reflexión e investigación sobre temas que ocupan su mente en determinados momentos, y es que a Carlos De León le interesa crear conexiones entre su experiencia y la del espectador, y mostrar cómo ve las cosas, en espera de que quien consuma su arte, las vea desde una nueva óptica. De manera que, expresa el artista, que cada una de sus piezas responde a necesidades diferentes; en tanto dijo que, “ya le corresponde al espectador descifrar los códigos que utilizo en mis piezas y hacerse un juicio sobre qué busco comunicar en ellas”.
¿Dónde estudiaste?
Empecé a estudiar Publicidad, mención Diseño en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), recinto Santiago. Luego, continué en Chavón, de donde en 2011 concluí un grado asociado en Ciencias Aplicadas en Diseño de Comunicaciones. Luego terminé la licenciatura en Parsons The New School for Design, Nueva York, en 2013.
Artista visual con estudios en Diseño de Comunicación. ¿con cuál de estas carreras te identificas más y qué buscas en cada una de ellas profesión?
En ambas lo que busco es comunicar. Si bien Diseño de Comunicaciones suele entenderse como lo mismo que diseño gráfico, es un campo de estudio más amplio que una sola disciplina. Haberla estudiado me ha suplido de herramientas que utilizo tanto en mi práctica artística, como en mi “trabajo de día”, como director de Arte en una agencia de publicidad en la cual laboro.
¿Cuáles son sus técnicas?
Las técnicas las definen los proyectos. Para mí lo importante es buscar la vía más efectiva para comunicar, luego de haber dado con un concepto sólido. Hasta el momento he trabajado instalación, fotografía, ensamblaje, video, dibujo, collage y collage digital.
¿Cuáles temas te preocupan en la realidad actual que vivimos?
En este momento de mi vida me encuentro en un estado constante de cuestionamiento y reflexión. Los temas recurrentes en el presente van desde la belleza, los contrastes socioeconómicos en República Dominicana, el clasismo, el elitismo, el orden público, hasta mi experiencia como hombre dominicano abiertamente gay, la nostalgia, mi relación con mis familiares más cercanos y lo inminente de la muerte. A esa lista podemos agregar “insomnio”.
Recientemente presentaste tu trabajo junto a un grupo de artistas y diseñadores en la Galería Arte San Ramón… ¿Cuál fue tu propuesta?
Presento un collage que se compone de tres partes, resultado de un proceso de reflexión sobre el ideal occidental de belleza masculina y mi relación con ese ideal. En la pieza modifico El David de Miguel Ángel; la llevo a “mi universo”, buscando romper con lo que en el pasado parecía ser una verdad absoluta, que también aprendí. Buscar desaprender es propio del momento que vivo en el presente. El lenguaje visual que empleo es una versión “en el mundo real” de lo que he venido haciendo en mi cuenta de Instagram (@cddleon), que a su vez parte de experimentos hechos en mi tesis en Parsons. Los seres humanos podemos llegar a ser extremadamente superficiales.
De tus trabajos, ¿con cuál te sientes más identificado y por qué?
Cada pieza que hago tiene una alta carga emocional; terminar una pieza podría ser descrito como dar a luz. Por esta razón, no se me hace posible elegir un trabajo; todos tienen parte de mi esencia.
¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que has sentido en su carrera?
Uno de los momentos más satisfactorios que he vivido en este proceso fue el día de la apertura del 26 Concurso de Arte E. León Jimenes, en octubre del 2016. Mi instalación, “El que puede, puede”, es un proyecto que tardó alrededor de 6 años en materializarse. Me resultó abrumador ver las reacciones positivas del público. Fue un momento donde sentí que todo el esfuerzo había valido la pena. Puedo hablar de ese día como un hito en mi carrera y en mi persona.
¿Qué podrán aprender las personas que visiten la galería y observen tu trabajo?
Que tengo pasión por lo que hago. Hacer arte es una necesidad para mí; es lo que me calma. Es el espacio donde mi existencia se valida, en todos los sentidos. l
Compromiso
Me interesa crear conexiones entre mi experiencia y la del espectador, y mostrar cómo veo las cosas, esperando que quien consuma mi arte, vea las cosas desde una nueva óptica”.