Para la investigadora y curadora cubana Tamara Díaz Bringas, el arte más que un lujo o un entretenimiento es una necesidad, un valor que necesita del apoyo público y privado, para a través de este tener una mejor sociedad. Tamara, licenciada en Historia del Arte por la Universidad de La Habana, con estudios e investigaciones en el MACBA y el Museo Reina Sofía, y múltiples curadurías y publicaciones, vino al país en el marco del programa Curando Caribe II, programa de formación que realiza el Centro León en coordinación con el Centro Cultural de España en Santo Domingo. Previo a ofrecer la conferencia “Todas las vidas. Prácticas artísticas y críticas en América Central”, a partir de la investigación y producción curatorial de la X Bienal Centroamericana Todas las vidas, celebrada en Puerto Limón y San José, Costa Rica, la curadora radicada en España nos concedió una entrevista sobre su apreciación del arte y su relación con los países centroamericanos.
¿Por qué se interesa en estudiar la historia del arte?
Decidí estudiar historia del arte por una vocación, un deseo, en ese momento tenía 17 años e iba a empezar la universidad, no tenía tanta perspectiva de una ocupación, a qué me iba a dedicar como trabajo profesional, y tenía la pasión por el arte, por saber más, por interesarme más por la historia. Luego, cuando ingresé a la universidad de La Habana, me conecté bastante pronto con el arte contemporáneo, me interesó tanto la historia como en lo que estaban haciendo los artistas jóvenes o estudiantes que estaban formándose como artistas en la misma generación.
¿Qué tanta valoración le dan en Cuba al quehacer artístico?
En Cuba le dan oportunidad a los jóvenes de estudiar el arte, quizás en otros países no tanto, allí la formación artística es bastante sólida, se empieza temprano, cuando se gradúan en el Instituto Superior de Arte han pasado probablemente muchísimo tiempo estudiándolo, desde la adolescencia, incluso hay escuelas de arte vocacionales, luego escuelas superiores y luego está el Instituto Superior de Arte, o sea, es una formación a la que se le da muchísima importancia.
¿Y en el caso de España, donde ha hecho investigaciones?
Fui a estudiar historia del arte en España y trabajé durante tres años aproximadamente, y en el año 1999 me fui a Costa Rica donde he desarrollado gran parte de mi trabajo profesional vinculado al arte centroamericano, pero también sus vínculos con otros países de la región. En España vivo desde el 2008 y hay una estructura institucional y de apoyo público a la cultura que es muy importante, se ve en la cantidad de instituciones, museos, archivos y la forma en que se sostiene con fondos públicos también es muy importante.
En sus investigaciones ¿qué tanta relación ve del arte con los problemas sociales?
Creo que hay una relación bastante directa entre las obras y su contexto, pero son relaciones que no siempre pasan por la representación, porque hay muchas maneras de relación del arte con su contexto, pero en definitiva está presente.
¿Qué tal fue la experiencia de ser curadora en la X Bienal Centroamericana Todas las Vidas?
Fue de un gran aprendizaje, muy intensa y muy apasionante. Estuve casi dos años trabajando la investigación curatorial de la bienal y ahí tuve la oportunidad de visitar cada uno de los países que integran su organización, de reunirme con artistas, pero también con críticos, curadores, instituciones, pequeños proyectos independientes y creo que esa oportunidad de habitar el lugar, conversar sobre lo que están haciendo los artistas, cuáles son sus preocupaciones, fue sin duda lo más gratificante de la experiencia, y luego la oportunidad de impulsar y poner en relación muchísimas propuestas y proyectos colectivos de artista.
¿Qué tanta relación o diferencia vio en el arte en los países participantes?
En Centroamérica pasa algo bastante singular como región y es que se ha ido constituyendo una escena común en el arte, porque desde mediados de los noventa, aproximadamente, comenzaron a impulsarse proyectos, en principio institucionales, como poner en relación a artistas, obras, que se creen espacios donde un grupo de artistas estuviesen juntos y eso se ha ido replicando, hay resonancia en ciertas preocupaciones, ciertas poéticas en un país y otro.
¿Cómo ve el arte dominicano?
He encontrado propuestas muy interesantes, encuentro relaciones bastante notables entre práctica que están haciendo aquí y otros artistas en otros lugares del mundo, en Centroamérica pero también en España, por ejemplo.
¿Qué le ha parecido el esquema formativo del programa Curando Caribe?
Felicito con mucho énfasis a sus organizadores, porque creo que el arte en realidad necesita crear esos contextos educativos, pero también de producción de pensamiento, de producción crítica, de formación curatorial. Me parece un esfuerzo realmente digno de destacarse, de apoyarse, de estimular a que continúe. Está muy bien pensado, es un programa bastante peculiar con la invitación a un exponente, a un tallerista al mes y que cada uno propone un espacio de trabajo, me parece excepcional.
¿Los artistas se quejan del poco apoyo que se les da, cree debe dárseles mayor apoyo?
Sí, definitivamente. Creo que es una necesidad, un imperativo. La cultura no es un entretenimiento, no es un lujo, es un valor que necesita apoyo privado y apoyo público. Es importante que se le dote de recursos, no sólo que haya instituciones, sino que tengan presupuesto para poder apoyar a los artistas, apoyar la formación, la crítica, porque todo es un tejido.
¿Cómo se traduciría en beneficio para una sociedad como la nuestra permeada de tantos problemas hoy en día?
Creo que el arte, en la medida que nos plantea preguntas y cuestionamientos al presente, nos ayuda a vivir mejor, a relacionarnos con un mundo más habitable, más vivible en todas las escalas.
Consideración
Hay que pensar en el arte no sólo como la producción de obras de debate social, de relaciones, tiene que crearse un contexto para que realmente tenga su lugar”.
Problemática
El arte continuamente nos está haciendo preguntas al presente, mostrando también otra manera de vernos, de vincularnos con los problemas sociales, con nuestro contexto”.