La ciudad de Antigua Guatemala (Guatemala) fue sede de la IX Cumbre de Jefes de Estado y/o de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) celebrada del 8 al 12 de mayo de 2023. El encuentro regional desarrollado bajo el lema “Innovando la integración a través del desarrollo sostenible del Gran Caribe” se cerró con la firma de la “Declaración de La Antigua Guatemala” en la que, a través de sus 13 artículos y 60 párrafos se refleja el consenso sobre una amplia diversidad de temas políticos, económicos y de cooperación que atañen tanto al contexto intra-regional, como a posiciones comunes sobre aspectos extraregionales.
El documento llama a seguir promoviendo la recuperación socioeconómica post pandemia priorizando una reactivación equitativa, sostenible y resiliente de todos los sectores económicos. Invita a redoblar los esfuerzos para impulsar el desarrollo sostenible de la pesca, agricultura y recursos forestales en el Gran Caribe, mejorar los vínculos entre el turismo y otros sectores productivos y reconoce la importancia que tiene para la región la promoción de una Agenda de Turismo Sostenible e Inclusiva.
El sargazo -una de las grandes preocupaciones ambientales de las zonas costeras de la región- fue uno de los temas de discusión durante el encuentro. En el texto se declara como una emergencia la crisis del sargazo asociado a la crisis climática y al impacto de las actividades del ser humano que afecta toda la región por representar una amenaza para el desarrollo económico, social y cultural, en particular para las actividades de turismo, pesca, salud y cultura de la población. De igual forma, se acordó continuar la búsqueda de una acción concertada urgente frente al cambio climático global con el fin de situar al Gran Caribe a la vanguardia de los esfuerzos internacionales para limitar el calentamiento global a 1,5° C, de acuerdo con las Convenciones de Río y el Acuerdo de París de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y la Declaración de Managua de la AEC.
El texto reitera la necesidad de promover el diálogo y generar mecanismos de coordinación y cooperación entre los Estados para abordar de manera integral la migración causada por los efectos de los desastres de origen natural y los impactos del cambio climático, la degradación ambiental y pérdida de biodiversidad.
En el ámbito económico, apoya la “Iniciativa Bridgetown” con el fin de rediseñar el sistema financiero internacional global de modo que los países en desarrollo puedan contar con los recursos para afrontar sus retos principales, especialmente en el ámbito del cambio climático. Se reafirma el compromiso con el fortalecimiento del Sistema Multilateral del Comercio, abierto, transparente, inclusivo, no discriminatorio y justo. Además, reconoce las amenazas y desafíos multifacéticos y estratificados que enfrentan los estados del Gran Caribe para el logro del desarrollo sostenible y el imperativo de fortalecer las capacidades de coordinación y cooperación dentro de la AEC.
El documento suscrito también contiene un artículo de compromiso con los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y con el Gran Caribe como Zona de Paz y Cooperación y un llamado al gobierno de los Estados Unidos a que ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que impone a Cuba. Destaca la importancia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), incluido el Internet, como herramienta para fomentar la paz, el bienestar humano, el desarrollo, el conocimiento, la inclusión social, el crecimiento económico y el compromiso de promover la creación de una cultura mundial de seguridad cibernética.
Los resultados no se limitan a la declaración final. Como parte de las actividades desarrolladas se logró la financiación de los siguientes proyectos que serán de beneficio para el desarrollo del Gran Caribe y el resto de la región: “Sistema de información geoespacial del Gran Caribe” -con el apoyo de Italia-; “Cooperación técnica y fortalecimiento de capacidades de la AEC en la presentación de reportes, con el apoyo de cooperación Sur Sur, de la Secretaría General Iberoamericana”; “Micro, pequeñas y medianas empresas-Comercio internacional y desarrollo” -por un monto de US$720 mil, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo-; “Programa de integración logística del Gran Caribe” -por US$120 mil, con el apoyo del Banco Latinoamericano de Desarrollo-; y “Estudio sobre transporte marítimo en el Gran Caribe”, con apoyo técnico del Banco Mundial.
Sin embargo, la puesta en práctica de los acuerdos alcanzados supone una serie de desafíos y su éxito dependerá de muchos factores para que lo acordado no quede en letra muerta. Uno de esos factores está relacionado con su renovación. Si la AEC quiere hacer realidad en todas sus dimensiones los acuerdos alcanzados y quiere convertirse en un espacio de referencia para la cooperación regional, requiere de innovaciones institucionales que incluyan la actualización de sus objetivos, y el reordenamiento de sus prioridades de acción. Este desafío es reconocido incluso en la declaración final, cuando se comprometen a fortalecer la Asociación y sus procesos, realinear sus prioridades, construir sistemas de apoyo, y actualizar las capacidades de acuerdo con las nuevas realidades. Esto con el propósito de potenciar la consulta, la concertación, la cooperación regional e internacional, desarrollar la visión, misión y valores compartidos de la AEC, reforzando la institucionalidad, imagen y visibilidad de la Asociación. De ahí que se asume como una de sus medidas la implementación efectiva del Plan de Acción 2022-2028.
La revitalización de la organización también implica un mayor compromiso político al más alto nivel. La ausencia de jefes de Estado y de Gobierno en las últimas dos cumbres ha suscitado dudas sobre la eficacia de los compromisos y acuerdos alcanzados. A la Cumbre de Managua de 2019 solo asistieron dos jefes de Gobierno: el presidente del país sede y el presidente de Cuba, aliada cercana a Nicaragua y en Guatemala asistieron además del presidente Alejandro Giammattei (Guatemala), los primeros ministros de Bahamas, Belice y Guyana. El resto de países enviaron a sus cancilleres, vicecancilleres, embajadores o encargados de negocios.
Está por verse si el Primer Plan Estratégico de la AEC 2022-28 logra su cometido de revitalizar este organismo de integración y permite consolidar plenamente a la AEC como un proyecto regional. l
Centro estudios caribeños. PUCMM. Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World. “This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846. Dirigido por Consuelo Naranjo Orovio desde el Instituto de Historia-CSIC”.