Primeros meses de 1966
… Pero, las penurias de Pedro Antonio Pimentel no acabaron con los seis meses de cárcel a que fue condenado por el asunto del “espionaje” a Juan Bosch. Pocos días después, el 19 de abril de 1966, la prensa trajo un reportaje del hurto de 2,000 bombillas que habían sido encontradas en una casa deshabitada que estaba cerca de la Cervecería Nacional Dominicana. Las bombillas estaban colocadas en 17 cajas de cartón, que entraron al país a través de las tropas de la Fuerza Interamericana de Paz, FIP, y cuyo valor se calculaba en RD$100,000. Seguía diciendo la reseña que en la casa donde se encontraban las bombillas había ropas de hombre, las cuales desaparecieron… ¿A quién se acusó del hurto? Es fácil adivinarlo: a Pedro María Pimentel. Soldados de la fuerza extranjera apresaron al supuesto ladrón, presentaron querella contra él en la Policía, luego de que el soldado Butler Willie dijera que como a las tres de la madrugada vio al acusado introducirse en el campamento y sustraer las bombillas. Añadió el soldado Willie que cuando sorprendió a Pimentel en flagrante delito, éste trató de salir del campamento por debajo de una alambrada.
Hasta aquí, todo más o menos bien. Pero…, incluimos la foto de la cantidad de cajas supuestamente hurtadas. ¿Cómo es posible que una sola persona pudiera cargar con 17 cajas? ¿Tenía un vehículo? Es de suponer que no, puesto que era un campesino analfabeto que acaba de llegar de un campo, y no es probable que supiera manejar y que tuviera un vehículo. Por supuesto, fue hecho prisionero de nuevo por este nuevo incidente.
Luego de la publicación de varias Páginas Retro acerca de este caso, el 7 de mayo de 2018, recibí una llamada del señor Gustavo Mora, periodista, que trabaja en la emisora de radio Disco 106, indicándome que los artículos de Pedro María Pimentel eran muy interesantes y que él había conocido a este personaje por ser oriundos ambos de localidades muy cercanas en La Vega.
Me indicó que a Pimentel lo mataron en los años 80, en una trifulca de dados. Lo mató Vangelio Guerra, lo que sabe todo el mundo. Pimentel está enterrado en Cutupú, y el señor Mora presenció su entierro.
Según el señor Mora, Pimentel, en realidad, era de Bonagua, cerca de Arroyo Hondo. Se conocía como abusador, ratero, robaba gallinas, hacía trabajos esporádicos, desarrapado, bebedor, jugador, pero no tenía ni la educación ni la inteligencia para hacer trabajos de espionaje de ninguna clase. Era analfabeto, hijo de una señora costurera, llamada Niña y su papá era Bao Pimentel. Todos muy conocidos en sus localidades. Pedro María murió a los 34 años. Era un “loco de campo”. Para hacer trabajos de “caliesaje”, como se le imputaron, hubiera tenido que tener cierta educación e inteligencia y Pedro María no las tenía. Su matador, cuando lo estaban juzgando, dijo que “él había matado a Pimentel, que era la persona que había tratado de matar a Juan Bosch”…
El señor Mora me autorizó a utilizar su nombre con estos datos y nos proporcionó fotografías del cementerio donde está enterrado Pimentel, así como de su tumba, las cuales aquí incluimos, con lo cual damos por terminada esta larga, pero interesante serie, de incidencias que fueron consideradas como los sucesos políticos más importantes de 1966!!!
Continuará la próxima semana