El pasado martes 25 de febrero la República Dominicana conmemoró el 209 aniversario del natalicio del prócer Ramón Matías Mella, quien junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez completa la trilogía de los Padres de la Patria. Dos días después, el jueves 27 de febrero el país estuvo celebrando con diversas actividades el 181 aniversario de la Independencia Nacional.
La Independencia Nacional constituye un hecho tardío, con respecto a la generalidad de las independencias de la América española y se desarrolló no en oposición a la antigua metrópolis sino frente a un Estado independiente, es decir de Haití, que había logrado su independencia de Francia en 1804.
La primera experiencia independentista en la parte oriental de la isla de Santo Domingo la dirigió el literato y político José Núñez de Cáceres quien el 1 de diciembre de 1821, proclamó la independencia de España, con el título de Estado Independiente del Haití Español con la intención de aliarse a la Gran Colombia. Esta primera experiencia culminó el 9 de febrero de 1822 cuando el presidente de Haití Jean Pierre Boyer ocupó la parte oriental de la Isla dando inicio al período de la dominación haitiana (1822-1844).
El 16 de julio de 1838 Juan Pablo Duarte fundó la sociedad secreta la Trinitaria, cuyo propósito quedó manifestado claramente en las palabras del juramento que iniciaba de la manera siguiente “En nombre de la santísima, augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente: Juro y prometo por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano, y a implantar una República libre e independiente de toda dominación extranjera que se denominará República Dominicana, la cual tendrá su pabellón tricolor en cuartos, encarnados y azules, atravesados con una cruz blanca…”
El 16 de enero de 1844 se publicó el Manifiesto del 16 de enero en el que se explican las razones que justifican la separación de la República de Haití, señalando todos los agravios sufridos durante la ocupación haitiana. En el Manifiesto se establece la creación de un estado libre y soberano, un sistema democrático, libertad de los ciudadanos, abolición de la esclavitud, igualdad de los derechos civiles y políticos, inviolabilidad de las propiedades, libertad de imprenta. Además, se plantea la promoción y protección de la instrucción pública, la agricultura, el comercio, las ciencias y las artes.
El proceso político condujo a la noche del 27 de febrero de 1844 donde Ramón Matías Mella lanzó el trabucazo en la Puerta de la Misericordia y desde ahí partieron hacia la Puerta del Conde, donde es proclamada la República e izada la Bandera Dominicana. Desde entonces hombres y mujeres lucharon y entregaron muchos de ellos hasta su vida en favor de la consolidación de la independencia dominicana, contra las diversas oleadas de invasiones del ejército haitiano, contra las pretensiones anexionistas, contra la dominación de potencias extranjeras, contra dictaduras y en favor de la democracia.
En el 181 aniversario de la independencia es necesario señalar que como país hemos logrados grandes avances en materia política, económica y social, aunque con muchos retos pendientes. La pérdida de valores, la violencia, la desigualdad social, el narcotráfico, junto a otras problemáticas sociales constituyen males que afectan a la familia dominicana. Frente a esa realidad cada vez más es necesario fortalecer la familia, como fuente de valores, convivencia ciudadana, cultura y fe.
La educación clave en el desarrollo de los pueblos es otro reto en el presente. A pesar de los esfuerzos que desde instituciones públicas y privadas se vienen haciendo en favor de dicha formación, los principales indicadores indican que existen debilidades que limitan el desarrollo de una educación de calidad. Uno de los informes que pone de manifiesto las debilidades del sistema es el último informe del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA) donde la República Dominicana quedó en el penúltimo lugar de los países latinoamericanos, solo superado por Paraguay, es decir en el lugar 79 y en el antepenúltimo lugar de total de países que participaron que son 81. Mejorar la calidad de la educación es un reto fundamental para el desarrollo del país.
La salud es un indicador clave del desarrollo social. A pesar del crecimiento económico logrado por el país la salud es una materia pendiente que es necesario mejorar. Con motivo de la Independencia Nacional la Conferencia del Episcopado Dominicano en su mensaje titulado “Fortalecer la esperanza: un llamado a la fe y la solidaridad”, señala que los “hospitales han de ser espacios donde se procure la salud integral de nuestros enfermos…El sistema de salud de la República Dominicana enfrenta desafíos: la falta de recursos humanos y económicos, la deficiencia de sus infraestructuras, la necesidad de mayor personal médico, que afectan directamente a la calidad de los servicios de salud. No se percibe con claridad, una política pública para afrontar la gestión misma del sistema de salud, temas como la salud mental, las dificultades de los usuarios con las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) y las Prestadoras de Servicios de Salud (PSS) del sector público y privado”.
Otra asignatura pendiente es el medio ambiente. República Dominica es uno de los países con altos niveles de vulnerabilidad al cambio climático y a los efectos medioambientales. Las debilidades en la gestión y manejo de residuos, la extracción de materiales de ríos, la deforestación, el irrespeto a las áreas protegidas, los efectos contaminantes de la minería, las emisiones de gases contaminantes, la contaminación auditiva, hace necesario un mayor énfasis en la educación ambiental que permita lo que el Papa Francisco ha llamado en su encíclica Laudato Sí el cuidado de la Casa Común.
A estos desafíos hay que incluir el tema migratorio, la corrupción, la reducción de la pobreza, la necesidad de implementar una educación vial (estamos en los primeros cinco países con la tasa más elevada de fallecimientos por accidentes de tránsito) entre otros.
Frente a estos desafíos deben resonar las palabras de nuestro padre fundador de la República Juan Pablo Duarte “Trabajemos por y para la Patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”.
Centro estudios caribeños. PUCMM.