La historia de la humanidad está compuesta por los hechos de reinas, reyes, princesas, nobles, emperadores, emperatrices… por los culés también han tomado valor las hermosas gemas que utilizaron. Por esto elCaribe les trae algunas de las joyas más emblemáticas.
El diamante Koh-i-Noor
Uno de los diamantes tallados más grandes del mundo es el Koh-i-Noor, cuyo nombre significa la Montaña de la Luz, este tiene un peso de 105,6 quilates, es también una de las más controvertidas joyas de la Corona británica, aunque se desconoce su valor exacto de cree que oscila entre los 140 y 400 millones de euros.
Algunos gemólogos piensan que la sustrajeron del sur de India en la época medieval, pero su procedencia escrita se remonta a 1628, cuando adornaba el trono con incrustaciones del soberano mogol Shah Jahan.
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En 1739, el gobernante persa Nader Shan saqueó el trono durante su invasión en Delhi y se llevó el diamante, de lo que hoy es Afganistán. Según la revista Smithsonian, la piedra “pasó por las manos de varios gobernantes en un episodio sangriento tras otro”, antes de volver a India, donde cayó en manos del gobernante sij Ranjit Singh en 1813.
En 1855 pasó a manos de la familia real británica, cuando nombraron la reina Victoria emperatriz de la India y el último emperador de los Sijs, Duleep Singh, que contaba entonces con 10 años, se lo entregó. Se cree que la piedra es originaria de las minas Golconda, en el Estado de Telangana, al sureste de la India.
El Koh-i-Noor adorna actualmente la corona de la difunta reina madre, pero los gobiernos de India, Pakistán, Irán y Afganistán han exigido la devolución de este singular símbolo de la conquista colonial.
EL DIAMANTE HOPE
Otra de las joyas más emblemáticas, pero con un pasado siniestro es el diamante “maldito” Hope, el cual es la gemas de la corona de la Colección Nacional de Gemas del Museo Smithsonian.
Con un tono azul intenso que lo caracteriza y un peso de 45.52, quilates y con un valor aproximado a los 250 millones de dólares americanos, se le conoce como el diamante azul más grande del mundo y asimismo uno de los más antiguos.
Esta gema tiene una peculiaridad y es que cuando se expone a la luz ultravioleta, brilla de color rojo sangre, lo que no hace sino aumentar su misterio, dijeron alguno expertos.
Origen de la supuesta maldición
Según narra un libro de 1996 The Unexplained (Lo inexplicable, en español), Karl Shuker relató los orígenes legendarios del diamante: un sacerdote hindú lo arrancó de la frente de un ídolo de un templo indio.
La literatura expone que en 1668, Luis XIV de Francia compró el diamante, que fue robado durante la Revolución Francesa en medio de rumores de que el monarca y María Antonieta habían sido víctimas de su maldición.
Pierre Cartier incrustó el Hope en el llamativo collar de diamantes blancos que ahora adorna, y que vendió a la malograda heredera minera Evalyn Walsh McLean en 1912.
“Se dice que dos de los hijos de McLean murieron mientras ella lo llevaba”, afirmó Arabella Hiscox, especialista en joyas de Christie’s en Londres, en una entrevista dada al medio de comunicación BBC.
En 1958, el entonces propietario del Hope, el joyero Harry Winston, lo donó al Museo Smithsonian en lo que Hiscox considera “una muy inteligente desgravación fiscal” dijo Hiscox.
LA PERLA PEREGRINA
La Perla Peregrina es considerada por algunos gemólogos como una de las perlas más perfectas del mundo, con un peso de 202,24 gramos (50,56 quilates) y con un valor de US$11.842.500, es estimada como la joya natural más cara del mundo.
Cuenta la historia que un esclavo la encontró en el golfo de Panama 1576. El rey Felipe II de España compró esta gema para su esposa, la reina María I de Inglaterra, y pasó de generación en generación entre la realeza española antes de caer en manos del hermano mayor de Napoleón, José Napoleón Bonaparte.
Finalmente llegaría a manos de la actriz Elizabeth Taylor y tras su fallecimiento la perla se subastó a un precio récord.
Des pues de haber pasado de mano en mano por múltiples generaciones en la realeza y de la actriz, hoy se encuentra suspendida de un collar de dos hileras de perlas naturales, diamante, rubí y perlas cultivadas, engastado en platino y oro, diseñado por Cartier.
El diamante negro Orlov
El Orlov Negro Diamante, también conocido como el Ojo de Brahma Diamond, pesa 67,50 quilatales, esta joyas emblemáticas, una vez fue parte de un diamante sin cortar más grande que 195 quilates, que se remonta a la India del siglo XIX.
Se dice que la gema, está maldita desde entonces, porque causó la muerte del ladrón y el suicidio de tres de sus propietarios: una princesa rusa llamada Nadia Vygin-Orlov, uno de sus familiares y JW Paris, el comerciante de diamantes que la importó a Estados Unidos.
Sin embargo, estudios recientes han puesto en duda esta historia, ya que los expertos consideran improbable que el diamante procediera de India y dudan de la existencia de Nadia Vygin-Orlov.
Lo que sí se sabe es que el diamante fue tallado de nuevo para crear tres gemas individuales con la esperanza de romper la supuesta maldición, y que los posteriores poseedores del Orlov Negro, ahora montado como colgante con una corona de laurel rodeada de diamantes parecen haber salido indemnes.
EL collar Godman Necklace de la Reina Isabel Ii
El Godman Necklace fue una de las joyas favoritas de la reina de Inglaterra Isabel II, motivo a las múltiples veces que la llevo puesta.
Este collar tiene 41 centimetro de largo y una caída de 10 cms, es poseedor de una gran belleza por lo que se cree que es una de las razones por la que la reina tanto lo utilizó. Además del especial cariño que les tenia a las hermanas Dun Cann, quienes les regalaron la joya.
La historia cuenta que Frederick Godman compró el collar en 1890. Tras una extensa investigación realizada por el palacio, salió a la luz que el collar no procedía de la emperatriz Josefina como se creía.