En 1937 llegó a Santo Domingo el afamado oftalmólogo español Dr. Hermenegildo Arruga, correspondiendo a la invitación que le cursaron distinguidos miembros de la comunidad española en el país.
El Dr. Arruga, que había salido de España tras la Guerra Civil Española, vino procedente de Brasil, donde había tratado al presidente Getulio Vargas.
Se hospedó en la casa de huéspedes de la Sra. León Vda. Sénior y estuvo dando servicio en el país hasta el año 1938.
El Hospital Padre Billini preparó una sala para que, durante las horas matutinas, el ilustre visitante examinara pacientes y realizara cirugías.
Todos los médicos de la época se maravillaron por las conferencias que presentó y el Dr. Arturo Grullón quedó impresionado con las láminas de desprendimiento de retina que el Dr. Arruga incluyó en su libro. Con el Dr. Arruga trabajaron muy de cerca los doctores Wenceslao Medrano y Homero de Pool.
El Dr. Arruga deseaba establecerse en Puerto Rico y buscó en nuestro país el apoyo para esa solicitud.
De hecho, se constituyó una comisión en su ayuda para ese propósito.
Su currículo fue publicado en los medios de difusión de la época, donde se destacaba la gran cantidad de publicaciones y conferencias ofrecidas por el distinguido visitante. Finalmente, en el 1938 el Dr. Arruga consiguió la autorización de la Cámara de Representantes de Puerto Rico para ejercer en aquella isla sin tener que tomar ningún tipo de examen de reválida. Nacido en Barcelona en el 1886, realizó sus estudios de Medicina en su ciudad natal, recibiendo su título en el 1908. Luego, y siguiendo los pasos de su padre, estudió Oftalmología en París y Berlín, con algunos de los más sobresalientes especialistas de la época. Uno de los oftalmólogos que mayor influencia tuvo en el Dr. Arruga fue el Dr. Jules Gonin, el padre de la cirugía de la retina. Es importante resaltar la cercanía del Dr. Arruga con Hispanoamérica. De hecho fue uno de los grandes precursores de la Sociedad de Oftalmología Hispanoamericana y administrador de la revista Archivos de Oftalmología Hispanoamericanos, junto al Dr. Manuel Menacho.
Fue miembro de multitud de organismos y ocupó cargos como presidente de honor de la Sociedad Oftalmológica Hispanamericana; presidente de la sección de Oftalmología de la Academia de Ciencias de Barcelona. Miembro correspondiente de la Sociedad Francesa de Oftalmología (1948), de la Sociedad Alemana de Oftalmología, socio de honor de la Sociedad Suiza de Oftalmología (1957) y de las Sociedades Oftalmológicas de Argentina, Brasil, Cuba y Egipto, entre otras; y miembro honorario de la Academia Nacional de Medicina de Río de Janeiro (1962), de la Academia de Medicina de Argentina y de la Academia de Medicina de México.
Participó además en múltiples eventos en nuestro continente como el II Congreso Panamericano de Oftalmología (Montevideo, 1945), el III Congreso Panamericano de Oftalmología celebrado en La Habana en 1948, el V Congreso Panamericano de Oftalmología (Santiago de Chile, 1956); el VI Congreso Panamericano de Oftalmología (Caracas, 1960); VII Congreso Panamericano de Oftalmología (1965); y I Congreso Luso-Hispano-Brasileiro de Oftalmología (Oporto, 1968). La revista de la Sociedad Oftalmológica Hispanoamericana, se transformó luego en la revista de la Sociedad Española de Oftalmología. Recibió la condecoración de la Orden del Libertador de Venezuela y la Grande Ordem Nacional do Cruzeiro do Sul, en Brasil.
El Dr. Arruga diseñó muchos instrumentos quirúrgicos oftalmológicos así como técnicas quirúrgicas, que han marcado una importante huella en nuestra Oftalmología moderna.
Hijo de oftalmólogo, padre y abuelo de oftalmólogo, el Dr. Arruga falleció en la ciudad de Barcelona, en mayo de 1972. En su honor, la Sociedad Española de Oftalmología instituyó la Medalla Arruga. Una gran cantidad de médicos y pacientes de Hispanoamérica, y de la República Dominicana, fueron beneficiados por las acciones del Dr. Arruga.