Rodolfo Dauhajre creció en un hogar donde siempre se valoró el arte desde el punto de vista cultural y artístico. Eso le brindó la oportunidad de conocer a varios artistas y a temprana edad poder manejarlos e identificar sus propuestas. Desde la adolescencia sabía quiénes eran los maestros de la plástica y de solo ver sus obras ya podía identificarlas. Sin embargo, incursionó de lleno en el arte, desde el punto de vista del coleccionismo después de la pandemia Covid-19 a mediados de 2022, debido a que como joven buscaba oportunidades de inversión. Así se fue adentrando y amplió su espectro, no solo de artistas tradicionales, sino también al conocer a otros grandes maestros dominicanos y aquellos que, aunque eran de otras nacionalidades, habían incidido positivamente en el país con su aporte a las artes visuales.
¿Cuál es el enfoque de su colección?
Mi colección va de la mano con mi gusto, con aquellas obras que me atraen. No obstante, siempre he pensado que es bueno dejarse “contaminar” con las opiniones del sector artístico, pero teniendo siempre una visión firme de lo que uno quiere y siente, y no dejarse arrastrar por corrientes impuestas. Mi colección está enfocada en los grandes maestros de la República Dominicana: Ramón Oviedo, Jorge Severino, Domingo Liz, Clara Ledesma, Cándido Bidó, Plutarco Andújar, Antonio Guadalupe, Manuel Montilla, José Vela Zanetti, Antonio Prats Ventós, Fernando Peña Defilló, Darío Suro, Alberto Ulloa, Dionisio Blanco, entre otros, y ahora deseo enfocarme en los talentos emergentes de nuestro país.
¿Qué tan importante es la investigación para conformar su colección?
La investigación es lo más importante. En la vida, el conocimiento es la clave, y en el arte no es la excepción. Una buena colección se conforma con información. A la hora de invertir en arte, es bueno dominar los datos sobre el artista, sus técnicas, logros, trayectoria, sus luces y sombras, precios del mercado, y la demanda o deseabilidad de sus obras. También es importante tener información sobre la procedencia de obra, época en que se creó, técnica, si posee certificado, y cualquier otra información que sirva de utilidad para entender su valor, importancia y contexto de la creación. Al mismo tiempo que inicié la colección de obras, comencé también la de libros de arte.
¿Además de la pasión, qué elementos hay que tener en cuenta para crear una colección?
El arte es una inversión, y para crear una buena colección hay que invertir recursos, pero sobre todo mucho tiempo y esfuerzo. También documentarse, asistir a exposiciones, conocer a los artistas, ver cómo se desenvuelven, y a su vez, estar activo en el medio artístico. Esto va de la mano con la paciencia, nada es inmediato y una buena colección no se conforma de un día para otro, hay que esperar las obras correctas, tener una visión clara de qué camino se desea tomar, y ver las variables que surgen en el tiempo. Como dicen, el coleccionismo no se trata de acumular, sino de seleccionar. Por eso, la depuración es importante.
¿Cuál es el papel del coleccionista frente a la sociedad?
Pienso que el coleccionismo tiene un papel social, cultural e histórico de suma importancia, ya que como leí una vez: “ayuda a mantener viva la memoria colectiva”. Creo que una colección no solo sirve como forma de aportar a la sociedad y a la clase artística, sino que tiene un elemento histórico importante de preservar la cultura y el legado de las sociedades y de los artistas. Las artes visuales son una forma de expresión y el coleccionismo es una forma de capturar esa evolución de la sociedad. Las obras trascienden en el tiempo y creo que la más grande labor de los coleccionistas es conservar y preservar el arte para futuras generaciones. Mi mayor deseo es dejarla en legado a la sociedad.
¿Cómo valora el arte del coleccionismo en RD?
Pienso que es muy buena. He tenido el privilegio de conocer grandes colecciones de nuestro país, me encanta ver la apertura y receptividad de la mayoría en brindar sus experiencias, consejos y vivencias; aportar sus obras para exposiciones, libros, y además transmitir sus enseñanzas a quienes estamos iniciando en el coleccionismo. Mi única inquietud es que quisiera ver más jóvenes envueltos en las artes visuales, ver mayor interés de las autoridades y la comunidad artística frente a las falsificaciones.
¿Puede el arte cambiar tanto la forma de pensar de la gente como sus condiciones materiales?
Claro, las artes son un instrumento mediante el cual expresamos nuestra forma de pensar, y en momentos han sido un arma potente y no letal ante problemáticas sociales. En nuestro país hemos tenido experiencias, tan solo debemos recordar la obra “24 de abril” de Ramón Oviedo, que fue insignia de un movimiento constitucionalista frente a invasores extranjeros y fue realizada como un llamado al pueblo ante una intervención militar, y es recordada como una de las más grandes obras del arte nacional.
¿Qué fue lo más loco que hizo por conseguir una obra?
La experiencia más loca fue un viernes al final de la tarde, en hora pico me estaba cambiando para un concierto y me llamaron unos señores que aceptaban mi oferta por varias piezas, pero que debía ir inmediatamente, porque había otra persona interesada que iría al día siguiente. Sabía quién era la otra persona interesada y sabía que no era un alarde, entonces salí en un motor para poder llegar, pagué mis piezas, busqué un transporte y resolví. Llegué a mitad del concierto, por suerte. Sin embargo, no hubiera cambiado nada, si me pasara hoy, haría todo igual.
Empeño
Siempre hago hincapié en que la investigación es parte clave para la depuración de una obra así como para confirmar su autenticidad”.
Opinión
El arte es una inversión, y para crear una buena colección hay que invertir recursos, pero, sobre todo, mucho tiempo y esfuerzo”.
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