Aunque sus inicios en el arte se produjeron en plena adultez, en poco tiempo Patricia Tolentino ha volcado con entusiasmo sobre el lienzo una pasión que despierta la sensibilidad de todo el que aprecia su obra. Su pasión por la cultura tuvo mucho que ver con la generación de familiares ligados a las bellas artes que le antecedió. En su infancia, pudo estudiar piano, arte, francés y diseño arquitectónico. Posteriormente, eligió la carrera de Arquitectura, profesión que por más de dos décadas pudo ejercer. Actualmente, esta artista, radicada en Israel, pinta retratos de niños en óleo sobre lienzo; intenta plasmar los rostros de los infantes que fueron víctimas de la política de exterminio del pueblo judío en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

¿Cómo describiría su niñez y primer contacto con el arte?
Tuve una infancia protegida, y de calidad. Tengo una hermana con la cual jugué mucho, así como con amigas. Tenía actividades extraescolares, como cursos de piano, de arte, de francés, de mecanografía y diseño arquitectónico, entre otros. Además, hacíamos deportes, y la suerte de poder viajar casi todos los años. Mis padres, seres buenos y muy profesionales, siempre se preocuparon por contribuir con nuestra cultura, nuestro conocimiento y hacer de nosotras seres altruistas, bondadosos y justas con los demás. El arte y la cultura llegaron de manera natural ya que estábamos rodeados de seres dedicados a las bellas artes. En mi familia, del lado de mi madre, existían varias generaciones de artistas, como mi abuela, Simonne Baudoin, que era grafista e ilustradora de libros infantiles.

¿Cómo desarrolla su concepto artístico?
Mi concepto artístico es un manifiesto a la autonomía artística, ya que me doy cuenta que no me dejo influenciar. Si me inspiró algo o algún artista, muy rápidamente la naturaleza romántica y delicada de mis pinceladas toma el paso, alejándome de cualquier tendencia contemporánea, lo que no siempre me gusta. Soy una artista visual realista, que generalmente pinta exactamente el modelo. La belleza, la emoción, y la fuerza, son mis metas cuando pinto.

Cuéntenos sobre su formación como artista.
Comencé tarde en el mundo de la pintura: después de mis 54 años. Mi formación profesional fue la arquitectura, ejerciendo durante 22 años la profesión, hasta que pude alejarme de ella, dedicándome por un tiempo a la enseñanza sobre el emprendedurismo en formaciones para adultos. Circunstancias de la vida, como el fallecimiento de mi padre y el acompañamiento durante la terapia contra el cáncer de una amiga, me llevaron a comenzar a dibujar rostros y situaciones, en el 2014. Esto llevó a mi esposo, entusiasmado por mis dibujos (lo que le agradezco infinitamente), a inscribirme y seguir cursos de pintura durante 3 años. Soy una artista joven de edad madura.

¿Cuáles han sido sus trabajos artísticos más recientes?
Actualmente estoy pintando retratos de niños en óleo sobre lienzo. Son rostros de niños que fueron víctimas de la política de exterminio del pueblo judío en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Ese proyecto pictórico lo llamo “Réquiem para una infancia”, y los niños y niñas que pinto vivieron en el Gueto de Varsovia. Además de esto, he realizado paisajes para diferentes concursos de pintura y otros temas ligeros como pintar al óleo retratos de mis nietos o de nietos y nietas de amigos.

¿Cuántas exposiciones ha realizado?
Desde que estoy pintando, he hecho cinco exposiciones individuales. Cada una representando una etapa especial. Las dos primeras el paisaje y su verdor en “Paisajes de mi alma”, las dos siguientes el paisaje y su presencia simbólica en la creencia humana en “Tierras Prometidas”, y la última busca mostrar el Réquiem para una infancia en el lugar donde vivo, haciendo mi exposición como fondo pictórico de eventos de conmemoración relacionados con Israel y la historia del pueblo judío.

¿Cómo ve el arte contemporáneo en RD y cuáles desafíos enfrenta?
De gran calidad, de nivel internacional. Eso lo he sentido en diferentes exposiciones y en las muestras internacionales en la cual exponen artistas dominicanos, como por ejemplo, en la Bienal de Venecia. Creo que los artistas dominicanos trabajan duro, se informan, y transmiten a través de sus creaciones las inquietudes de nuestros tiempos, como la ecología, la diversidad, la espiritualidad, y la transmisión.

¿Cómo ve el apoyo de las entidades públicas y privadas a los artistas criollos?
He visto muchos concursos que incentivan la producción de nuevos temas. También la preocupación creciente de fomentar el arte como desarrollo sostenible de una expresión nacional, con miras de hacer conocer el arte dominicano en el extranjero. No obstante me gustaría ver más de las entidades públicas, la creación y el apoyo de espacios de exposición y de aprendizaje en todas las provincias del país. Y de las entidades privadas más galerías de arte donde los artistas criollos puedan exponer y vender sus trabajos, de manera a permitirles de vivir de su arte y expresión artística.

Propuesta
Me gustaría ver más de las entidades públicas, la creación y el apoyo de espacios de exposición y de aprendizaje en todas las provincias del país”.

Esfuerzo
Creo que los artistas dominicanos trabajan duro, se informan, y transmiten a través de sus creaciones las inquietudes de nuestros tiempos”.

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