Al periodista y escritor Néstor Medrano le atrae la complejidad del ser humano con sus sentimientos y contrastes como temas para sus novelas sobre el poder. Temas como la corrupción, el odio, el amor y la envidia. Para él, el periodismo es la fuente de todo cuanto hace en la literatura, el origen de una vocación en la que se estimula como ninguna otra la sensibilidad humana, que “florece y es materia prima para que esa vocación, ese como lo llamó Gabriel García Márquez, el mejor oficio del mundo, rebrote y nos involucre con la gente y sus vivencias”, expresa Medrano. Considera que existe un vínculo inexorable entre periodismo y literatura y “ese es, precisamente, mi caso”. Indica que como ha sido reportero, ha visto muchas cosas y ha cubierto muchos sucesos, entiende que con el periodismo activo se desarrolla una profunda sensibilidad hacia el drama humano que se vive todos los días; el escritor es una esponja que absorbe todo a su derredor y luego lo asume de manera consciente en unos casos.
En tu faceta de escritor, ¿qué es lo más satisfactorio?
Hay un involucramiento directo con el proceso creativo que inicia desde que forjas el trazado de la historia. Lo más satisfactorio, para ser más concreto, es la seguridad de que quienes me leen lo hacen con atención, emoción y mordacidad crítica.
¿Cómo asumes la literatura?
La literatura es un compromiso que va más allá de uno mismo, más allá del relumbrón y de eso que Mario Vargas Llosa llamó la Civilización del Espectáculo, es entrega y seriedad ante un oficio que se hace para un lector que merece respeto. Es, al mismo tiempo, un estilo de vida.
¿Cuántas obras tienes publicadas?
Tengo cinco. Las novelas “¿Dónde está Johnny Lupano?” “Huracán”, el libro de ensayo “Las huellas literarias de Juan Bosch” y las novelas infantiles “Veremos los tucutús, abuelo?”, y “Héroes, villanos y una aldea”. Varios de mis poemas están antologados en Poetas de la Era. Mis cuentos, ensayos y poemas se han publicado en las revistas Mythos, Global, País Cultural, Vetas y Letralia de Venezuela.
¿De qué trata tu primera novela?
Mi primera novela publicada fue ¿Dónde está Johnny Lupano?, editada en 2012. Trata la desaparición del letrista Johnny Lupano y la carrera de la cantante Isabel Gutiérrez en la etapa más dramática de la dictadura de Trujillo, en 1958, con su atmósfera de terror despiadado y persecuciones fatales.
¿Con qué género te identificas más?
La novela. Soy narrador en franco camino hacia la plenitud de la novelística y el cuento. En la narrativa, que es donde mayor certeza de mis facultades advierto, utilizo y mezclo estrategias de la narración lineal, el famoso flashback cinematográfico y la profusión de diálogos, muchas veces sin el uso de la raya, no al uso de Saramago. La novela, por ejemplo, es muy rica en la sugerencia de formas, estilos y concepciones.
¿Para qué tipo de público escribes?
Tengo una gran afición por la llamada LIJ, literatura infantil juvenil y ya casas editoriales del prestigio de Norma y SM El Barco de Vapor me han publicado. Sin embargo, mi público fundamental es el adulto. Mi narrativa se forja sobre la crudeza de historias, dramas y situaciones que incluyen diálogos muy fuertes. Sobre la literatura infantil, es una forma de no abandonar esos mundos forjados, a través de las fantasías, allí donde se proclama la belleza del alma de la infancia.
¿Planificas las historias al detalle antes de escribirlas o las dejas surgir sobre la marcha?
Siempre hay un plan inicial, un concepto que va tomando forma hasta materializarse. Nada se puede dejar al azar si se asume con seriedad, aunque es cierto que algunos personajes en ocasiones quieren zafarse.
¿Qué estilo se ven reflejados en tu literatura?
Mi literatura se ha alimentado mucho de autores del pulso y maestría de Hermann Hesse, Saramago y el genio de la forma, Mario Vargas Llosa.
¿De qué trata tu obra más reciente?
Se trata de la novela Huracán y plantea la más grande posibilidad de conflagración entre República Dominicana y Haití. Misticismo, religiosidad, un thriller de aliento, una novela negra, a propósito del sustrato caribeño.
¿En qué proyectos te encuentras trabajando actualmente?
Estoy trabajando en la revisión de libros inéditos, aplicando correctivos. Tengo casi lista la novela “El diablo que llevaba la sotana”, sobre las tropelías del nuncio Józef Wesołowski y su acusación pederastia y posterior muerte en el Vaticano. También trato de promover la novela “Contra Dios no puedes pelear”, ya en ebook y en papel en Amazon. Trabajo en la novela infantojuvenil TutuMok y otros proyectos literarios de largo aliento.
Otras actividades
Además de leer cuatro veces más, con más fervor y disciplina, mantengo un espacio de respeto hacia un oficio que muchos han querido desdeñar desde la ignorancia y la soberbia”.