Gustavo Adolfo Pérez considera que estudiar artes, en cualquiera de sus ramas o expresiones requiere de mucho valor y decisión. Aunque no sabe de dónde viene su pasión por estas formas de expresión, “sí puedo decir que desde pequeño me gusta leer, conocer, aprender y cuestionarme las cosas”. Como historiador del arte, crítico e investigador, su rol es investigar, ser curioso, “es mi obligación salir a buscar los hechos, cuestionarlos y comprobarlos, no podemos quedarnos sentados esperando a que otros nos cuenten lo que está pasando”. Asímismo, dijo que cuando se investiga la historia y se conocen los hechos se puede ser crítico y curador. Considera imprescindible para realizar esas funciones tener un profundo conocimiento de los contextos históricos, socioculturales, filosóficos, políticos y hasta económicos en los que se desarrolla la producción artística.
¿Nos podrías explicar un poco en qué consiste el historiador de arte, como se empezó a interesar por eso?
Pues a mí me gusta pensar en el historiador del arte como un historiador social, pero con el plus de conocer y entender la producción artística y cultural de las diferentes épocas y pueblos. Al igual que un historiador social conocemos los cambios de las épocas, el desarrollo de los pueblos, los cambios de regímenes sociales, en las ideas políticas y filosóficas, y a eso se agrega el conocer también la producción artística y como todo lo anterior influye en ella y como ella a su vez influye en todo lo anterior.
¿Hacia dónde se dirige la gestión del historiador de arte, consideras que es una profesión de futuro?
Claro que sí. Es muy simple. Siempre que haya futuro, habrá pasado, y donde hay pasado se necesita al historiador. La historia, el pasado y el futuro están estrechamente ligados, no existe uno sin los otros. Así que mientras haya personas en este mundo, habrá producción artística, y siempre será necesaria la presencia de aquel que registre estos hechos, los analice, los estudie, y los presente a las futuras generaciones.
¿Cómo ves esta profesión hoy en día en términos de autonomía y jerarquización profesional?
Pues, a decir verdad, toda profesión tiene una arista independiente, desde la cual el profesional puede ejercer y desarrollarse. Ahora, eso no quita ni la importancia ni el valor del papel de las instituciones artísticas, culturales y académicas en este aspecto, y claro, siempre trabajar de la mano de una entidad respetable tiene sus méritos. En cuanto a la jerarquía profesional, creo que estamos en un escalón aparte, como están los filósofos o los maestros. ¿Somos importantes? Si, que tengamos un lugar importante, eso es otra cosa.
¿Cuál es el proyecto del que te sientes más orgulloso?
Personalmente el proyecto que más me llena de orgullo fue el que realicé para el Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Una exhaustiva investigación sobre el maestro Oscar de la Renta para la exposición póstuma que realizaron en su honor: Ser Oscar de la Renta. La investigación para ese proyecto la realicé en varios lugares, como el Archivo General de la Nación, la biblioteca de Chavón en su extensión en el Distrito Nacional, e incluso, gracias a ellos pude visitar la biblioteca del Fashion Institute of Technology (FIT) en Nueva York, donde tuve acceso a documentos maravillosos.
¿Juega el crítico algún rol en el quehacer y divulgación del arte?
Claro que sí, en especial si el crítico los hace desde un espacio especializado, como un periódico o una revista. El rol del crítico no solo es, valga la redundancia, criticar, ósea dar su opinión profesional sobre una obra, un artista o una exposición. Su papel es también, desde esa tribuna dar a conocer a un artista, promoverlo incluso, cuestionar tanto el valor estético como filosófico y social, hasta político de una obra o un artista. Y no solo ha de cuestionar a la obra o al artista, sino también usando al artista y su obra como punta de lanza, su trabajo también es cuestionar a la sociedad.
¿Es complicada la selección de obras a curar para una exposición?
Más que complicada, diría que es un asunto delicado. Lo digo así porque cuando se eligen las obras, siempre habrá alguien que no esté de acuerdo con la selección, o alguien que piense que otra obra hubiese funcionado o expresado mejor la idea o concepto. El arte es muy subjetivo, tiene muchas aristas, muchas lecturas, y a cada uno le llega de una manera diferente, e incluso puede herir sensibilidades. Por eso digo que creo que curar obras para una exposición y cómo presentarlas, más que complicado, me parece un tema delicado. Y es por eso por lo que el curador o la curadora debe tener sus ideas y conceptos bien claros, saber bien qué quiere lograr, y sobre todo tener el valor de defenderlo.
¿Cómo ves el capital tanto humano como de recursos alrededor de la industria artística?
Pues sin capital humano no hay industria artística, tan simple como eso.
¿Qué opinión te merece la instalación como expresión artística?
La instalación es un ejercicio artístico interesante, que presenta dos modalidades básicas; la instalación como tal, y la instalación interactiva. En la primera modalidad, no difiere mucho de una escultura, salvo en especial por el carácter móvil de la instalación, que claro, no es que una estatua no se mueva, pero no es creada pensando en eso. Y la segunda, para mí más interesante, ya que permite al público tener una interacción directa con ella, un contacto más íntimo y personal, participar de la obra o incluso hacerla posible.
¿Crees que la divulgación de arte vive buenos tiempos?
Pues creo que sí. Ahora hay más formas de comunicarse, más plataformas, ya se puede publicar en línea a través de diferentes aplicaciones y plataformas. Ya las noticias viajan más rápido. Todo es cuestión de darle un buen espacio a estas nuevas herramientas informáticas. Incluso a través de plataformas como Instagram, artistas crean perfiles mediante los cuales promocionan y venden sus obras. En esa misma línea, ahora hay galerías.
Opinión
Me gusta pensar en el historiador del arte como un historiador social, pero con el plus de conocer y entender la producción artística y cultural de las diferentes épocas y pueblos”.
Consideración
El arte es muy subjetivo, tiene muchas aristas, muchas lecturas, y a cada uno le llega de una manera diferente, e incluso puede herir sensibilidades”.