Editor, escritor, crítico literario y presidente de Río de Oro Editores
El cubano Rafael José Rodríguez vino por primera vez a la República Dominicana invitado a la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2015, como parte de un convenio que existía entre el Ministerio de Cultura y el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso en Cuba, de traer cada año al menos dos egresados a la feria dominicana. Esa visita “fue definitoria para comenzar a amar este país, al que considero mi segunda patria, pues su calidez, su literatura, su luz, su sabrosura caribeña y la maravillosa alegría y generosidad de su gente me enamoraron para siempre”. Aquí, Rafael José encontró mucha avidez literaria y un camino virgen por recorrer en el tema de la edición y corrección de libros, así como “estupendos amigos, cuya amistad me honra hasta hoy”.
¿Cuántos libros ha escrito y qué género predomina en ellos?
Hasta ahora tengo ocho libros terminados, y otros muchos proyectos, de los cuales he dado a la imprenta tres: El arco de luz (cuentos, Editorial Sed de Belleza 2016, Editorial Santuario 2020); Cleva Solís, la otra poetisa del Grupo Orígenes (Ensayo, Ilíada Ediciones, Alemania 2020) y Conversar es amar (entrevistas, Sed de Belleza 2019). El libro sobre la poetisa cubana Cleva Solís mereció el Premio Dador 2008 del Centro Cultural Dulce María Loynaz, en Cuba. El tercero, que es una compilación de entrevistas a personalidades cubanas ganó el Premio Nacional de Periodismo Sed de Belleza en 2019. Los tres libros que he dado a la imprenta fueron premiados por competentes jurados, eso me deja tranquilo. Es fácil sucumbir a la tentación de publicarlo todo, rápido y sin ley, pero los escritores no somos pistoleros, al menos no debemos serlo. Este camino no es de velocidad, sino de resistencia, siempre se lo repito a mis alumnos y amigos.
¿Para qué género escribe?
El género que más me apasiona es la novela y si hablamos de ficción, es en lo que trabajo hace muchos años, casi exclusivamente. La novela es el reino de la libertad creadora, no hay nada como ella. Pero por suerte escribo también muchas reseñas literarias, notas de prensa, crónicas, entrevistas, entre otros. Por eso escogí como carrera base el periodismo, porque sabía que me iba a mantener aterrizado en la realidad y creando, siempre tan cerca de la literatura como pueda.
¿En su faceta de escritor, qué es lo más satisfactorio?
Lo más satisfactorio es ser leído, lograr transmitir una emoción o fijar poderosas imágenes en la mente de los lectores, acaso para siempre.
¿Un escritor debe ser sentimental?
Un escritor es un artista y ante todo es un ser sensible, advertido, listo para la maravilla que pueda sorprenderlo en cualquier parte y en las formas más increíbles. Hay quien pasa por el bosque y sólo ve leña para el fuego. Un artista no, cada detalle le habla, lo seduce, lo envuelve… Nada humano le es ajeno, por eso se concentran y reflejan en él más las emociones. Aquel que no es capaz de emocionarse, de sentir, de ponerse en la piel del otro, podrá ser cualquier cosa, menos artista.
¿La cultura puede aportar algo a los cambios que viven sus sociedades?
La cultura es, de hecho, lo esencial. Lo peor que puede pasarle a un ser humano es ser dejado en la ignorancia, y esta realidad es aplicable también a un país. No invento nada. Solo repito y suscribo lo que han dicho los grandes maestros. La cultura es alimento para el espíritu y no hay verdadera sociedad sin ella. Si no hay cultura, no hay progreso real, todo lo que se levante sin ella responderá a un “desarrollo” que no tendrá sentido.
¿Qué es lo mejor que le puede suceder a un escritor durante su jornada de trabajo?
Que la historia que queremos contar comience a tomar vida propia y se dirija hacia donde hemos soñado.
¿Qué haría si pudiera cambiar algo en apoyo para los nuevos escritores?
Crear un Centro de Formación Literaria similar al de Cuba, hacer una revista y convocar a un concurso que incluya publicación para escritores noveles.
¿Qué consejo le daría a la gente joven que empieza a escribir poesía?
Que lean toda la poesía posible, a todos los grandes poetas que han existido. La lista puede parecer infinita, pero no es tal. En poesía se puede saltar de cumbre en cumbre. Mientras más grande sea el coro de maestros, vivos o muertos, más poderosa se volverá su propia voz poética.
¿Debería el Estado incentivar a los escritores?
No hay Estado tan pobre que no pueda ofrecer todos los incentivos posibles para que los escritores cumplan la misión de mostrar e iluminar la vida de la forma especial en que saben hacerlo.
¿Cómo surgió Río de Oro Editores, cuál es su objetivo?
Río de Oro Editores es un sueño casi de adolescencia, siempre quise tener una editorial. Así que un día, en esta tierra libre, me levanté y me dije que había llegado la hora. Tenía todo para hacerlo: la libertad, la legalidad, el impulso, el conocimiento y la experiencia. Su nombre es un íntimo homenaje a mi pueblo natal, Jiguaní, aborigen y mambí, en el Oriente de Cuba, donde hubo un importante asentamiento taíno. De modo que el propio vocablo Jiguaní, quiere decir en lengua aborigen “río de oro” o “arena de oro”. Bautizar con ese nombre a la editorial es una forma de mantener intactas mis raíces y el cariño perenne hacia mi tierra, de los cuales me siento orgulloso. Es un tributo poético. El logo fue diseñado por Carlos H. Bruzón. La editorial presta todos los servicios especializados relacionados con libros como edición-corrección, diagramación, diseño de cubierta, impresión, creación de reseñas y notas, entrevistas, colocación de libros en plataformas digitales, en fin… Su objetivo es enriquecer la literatura dominicana con libros y autores de calidad que precisaban de un proyecto como Río de Oro para entrar con paso firme a este mundo, a través de un proceso profesional, artístico, transparente y, sobre todo ético. Creo que podemos preciarnos de que hemos descubierto, en muy poco tiempo, magníficos talentos.
¿Cuáles son sus proyectos?
Mis proyectos son numerosos, siempre estoy proyectando algo: una novela, un poema, una reseña, impartiendo cursos o conversatorios, editando sin pausa o presentando y promoviendo libros. Sobre todo, también, desde que nació Río de Oro Editores doy apoyo y asesoro de modo permanente a todos los autores de nuestro creciente catálogo. Ellos podrán dar fe, mejor que yo, de esos desvelos. Todo lo literario me interesa.
Consideración
Lo mejor que le puede pasar a un escritor es que la historia que queremos contar comience a tomar vida propia y se dirija hacia donde hemos soñado”.
Opinión
La cultura es esencial, lo peor que puede pasarle a un ser humano es ser dejado en la ignorancia, y esa realidad es aplicable también a un país”.
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