Silvani Hernández Mata ha dedicado parte de su trabajo a captar la esencia de la mujer dominicana y su rol en el carnaval. Entiende que durante décadas en esta comparsa dominicana la participación femenina era ausente y esos personajes eran interpretados por hombres como es el caso de “Roba La Gallina”, “Se me muere Rebeca”, entre otros. Es por eso que desde hace muchos años forma parte de la organización y coordinación del Colectivo Mujeres detrás de la Máscara, una agrupación de mujeres fotógrafas que busca documentar y visibilizar su participación en la representación de personajes tradicionales característicos del Carnaval Dominicano como son los Diablos Cojuelos, Las Achuas, Papeluses, Pintaos, así como a grupos exclusivamente femeninos que han convertido su presencia en esta actividad cultural en imprescindible como las Karamanché de Santiago.
¿Qué te motiva a recoger la esencia de la mujer en el carnaval dominicano y qué buscas a través de esas imágenes?
Todas las fotógrafas que pertenecemos al Colectivo de Mujeres detrás de la Máscara buscamos captar la esencia de la mujer en nuestro carnaval. Detrás de cada personaje representado en el carnaval, hay una historia que vale la pena conocer y contar. Ir a los desfiles y ver los vestuarios, los maquillajes de las que reconocemos como mujeres en grupos conformados o mixtos, pero también las que no podemos identificar muy bien por sus máscaras, es toda una experiencia de aprendizaje. Saber el porqué de sus maquillajes o máscaras, cómo confeccionan sus vestuarios, cómo influye la tradición familiar, qué rol juega cada una dentro de su grupo de carnaval, sus talentos, que las complementan y hacen que formen un gran equipo sincronizado. Todas tienen en común la pasión por el carnaval, querer transmitir alegría y disfrutar de sus bailes. Conocer sus historias personales es interesante, ya que muchas son estudiantes, profesionales con trabajos estables y amas de casa en diferentes rangos de edades. Son mujeres que inspiran. La fotografía nos brinda la oportunidad de conocer esas mujeres valiosas y transmitir sus emociones, que quedan plasmadas a través de nuestras imágenes.
¿Qué es lo que más disfrutas de la fotografía?
Disfruto poder plasmar a través de la fotografía lo que ven mis ojos y que puedo contar mejor en ella, ya que transmite un sinnúmero de emociones y sensaciones que percibimos por nuestros sentidos, desde paz, tranquilidad, belleza en el caso de la naturaleza, hasta la alegría, nostalgia o fortaleza en un retrato a una persona. Considero la fotografía como fuente de energía que me recarga. Compartir esa magia con personas con esa misma pasión suma el toque perfecto a las aventuras fotográficas en mi camino.
¿Es la fotografía tu vocación o la involucras con otra área profesional?
La fotografía empezó como un hobbie por diversión y aventura, una forma de buscar el equilibrio vida-trabajo, haciendo algo que me encanta y desconectarme del día a día que absorbe nuestras energías. Actualmente soy consultora en temas de desarrollo organizacional, procesos y gestión humana. En uno de mis talleres motivacionales “La mejor versión de mí”, siempre hablo de hacer eso que te gusta y te apasiona, lo que logra dibujarte una sonrisa y hacer que brillen tus ojos. Creo firmemente que debes hacerlo repetidas veces, ya que es importante recordar siempre que cada uno de nosotros es responsable de su felicidad. Eso impacta positivamente en cada aspecto de nuestras vidas.
¿Qué elementos buscas expresar con tus fotos?
Busco expresar la naturaleza, su belleza, sus cambios y transformaciones en la flora y fauna, especialmente en las aves, mostrar lo sagrado de su mundo y las maravillosas que son. También, en algún momento denunciar lo que puede dañarla y cambiarla negativamente, como una forma de concientizar para protegerla. En los retratos busco contar historias que se reflejan en las miradas, sonrisas, gestos, tradiciones, expresiones, emociones y cultura.
¿Cómo desarrollas tus proyectos fotográficos?
No siempre hay un proyecto planificado de antemano. En los viajes y aventuras que realizo voy formando mi banco de imágenes y relacionando temas con lo que voy encontrando, y lo sigo fortaleciendo según avanzo en el camino. Las fotos me van marcando temas interesantes, como por ejemplo en nuestros campos mujeres trabajadoras, los pescadores en las playas y lagunas, los juegos y diversión de los niños en diferentes sitios, en los carnavales los grupos y comparsas por pueblos, entre otros.
¿Cuál ha sido tu mayor reto?
Mi mayor reto ha sido la fotografía de carnaval porque la multitud puede ser abrumadora, sumado al tiempo de espera de la salida de las comparsas y las largas caminatas detrás de ellas para lograr retratos buenos de los personajes o grupos en sus desfiles entre bailes y movimientos es todo un reto para mí.
¿Qué califica una buena fotografía?
Muchos dirán la técnica y la composición y claro que es válido, pero también para mí tiene un gran elemento subjetivo porque hay que ponerse en el zapato del fotógrafo, qué pensaba, qué veía, que quiere comunicar, cuál fue su circunstancia desde si tenía la luz adecuada, el espacio suficiente, que quería transmitir, son aspectos importantes a considerar a la hora de calificar una fotografía. Claro, el resultado es lo que todos ven, pero hay mucho detrás de una buena fotografía.
¿Ha cambiado el mundo de la fotografía la llegada de la era digital?
Si claro. Ha cambiado de usar rollos fotográficos, esperar el revelado para verlos y que las fotos salieran bien a tenerla al alcance de un click donde puedes hacer innumerables tomas, y tener recursos de software como Lightroom, Photoshop y otros para mejorar, y resaltar lo que necesitas. Todos esos recursos han facilitado y potencializado mucho el trabajo del fotógrafo.
Dato
La fotografía nos brinda la oportunidad de conocer esas mujeres valiosas y transmitir sus emociones, sus historias que quedan plasmadas a través de nuestras imágenes”.
Investigación
En los retratos busco contar historias que se reflejan en las miradas, sonrisas, gestos, tradiciones, expresiones, emociones y cultura”.
