Nacida en Santo Domingo, la doctora Josefina Zaiter es una mujer madura que ha vivido en Madrid, en el Vaticano y en México, y ha dedicado su vida a los estudios sociales. Magíster en Sicología Social y Comunitaria, es autora de varios libros, prestigiosa docente y catedrática universitaria, también ha recibido distinciones a lo largo de su prolífica vida académica. Su obra de investigación La identidad social y nacional en República Dominicana, profundiza en el intrincado entrelazamiento entre el pensamiento auténtico, la identidad colectiva y la sicología social.

¿Dónde nació usted y dónde pasó su infancia?
Yo nací en Ciudad Nueva y en ese mismo lugar pasé mi infancia, hice mis estudios primarios en el Colegio del Apostolado y el bachillerato en el Colegio Santo Domingo. Tuve una infancia feliz y tranquila, que transcurrió de una manera normal.

¿Dónde cursó sus estudios universitarios?
Los cursé en la UASD, pero hubo un acontecimiento extraordinario en mi vida, porque me casé cuando estaba todavía en el bachillerato, y me dediqué a criar a mis dos primeros hijos, pero ya cuando los chicos crecieron, decidí ingresar estudiar la carrera de sicología.

¿Qué fue lo que la motivó a casarse tan joven?
Ocurre que el hombre que se enamoró de mí me llevaba algunos años, y él tenía un cierto apuro por formalizar y tener una familia, el doctor Antonio Zaglul, así que tomamos esa decisión, que fue una decisión compartida, incluso mis padres estuvieron de acuerdo y después tuve mis dos primeros muchachos. Ya luego de eso me gradué en la UASD en la licenciatura de Sicología. Hice más tarde una maestría, luego un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid, eso fue cuando a mi marido lo designaron embajador en España, en 1982. Estuvimos tres años en Madrid y después partimos a El Vaticano, eso fue durante el gobierno del doctor Jorge Blanco. Ejercí después la docencia, fui directora de la carrera de Sicología en la UASD y en Intec, allí fui decana de la facultad de Ciencias Sociales, trabajé también en la Universidad de Guadalajara en México.

¿Cuál fue el interés que la decidió a inclinarse por las ciencias sociales?
Para mí la sicología es una ciencia social, desde mi desarrollo de los enfoques profesionales, la sicología es eminentemente social y en mi formación desde el doctorado hasta el posdoctorado, he puesto énfasis en la sicología social, que tiene un carácter interdisciplinario. Incluso la investigación más importante que he hecho, que es la del estudio de la identidad dominicana, la he hecho desde una perspectiva interdisciplinaria. Mi interés en la sicología social viene de una influencia de un profesor muy apreciado, que fue mi asesor de tesis en la Complutense, el doctor José Ramón Torregrosa, sicólogo social número de España.

¿Cuáles considera usted los aportes más importantes de la sicología social a la comprensión de la realidad nacional y social dominicana?
Desde la sicología social el primer interés es aproximarnos a una comprensión de la relación del individuo con la sociedad, el estudio de la interacción social, eso nos lleva a considerar a la sociedad no solo como un ente pasivo o como un medio ambiente o un simple entorno que rodea al individuo, sino con toda la complejidad que ella tiene, con todas sus condicionantes históricas, en términos de sus estructuras sociales, de su evolución y de ahí surge todo ese hurgar en lo histórico, en lo sociológico y en los comportamientos individuales y grupales.

¿Cómo nos permite la sicología comprender procesos como la formación de una identidad nacional y de una conciencia social?
Desde un enfoque que se hace con una perspectiva sicosocial, se considera al individuo no como un ente aislado, sino en permanente interacción y realización con su contexto socio-histórico, porque si lo veo como una parte aislada estoy dejando fuera todo lo que son esas condiciones sociohistóricas, socioeconómicas, culturales, en las que se da esa relación, de ahí que ese enfoque yo lo aplico también a la sicología social comunitaria, porque el individuo no se realiza de manera aislada.

Ortega y Gasset dice en La rebelión de las masas, que si definimos el perfil de interés de una época, la habremos definido…
Él se refiere no solo a los intereses relevantes, sino a todos los elementos de esa sociedad en una época determinada que le van a dar contenido no solo al grupo social, sino a cada individuo.

¿Qué opina usted de la teoría del inconsciente colectivo que esboza Jung?
Yo le tengo mucho respeto a Carl Gustav Jung como sicoanalista, él crea a partir del sicoanálisis esa línea de estudio, que es la teoría del inconsciente arcaico o colectivo, él cuando se refiere a eso habla del contexto histórico en que se va desarrollando ese inconsciente como una cosa que se va integrando a través del tiempo en cada persona, que tiene que ver con su comportamiento, con la forma de ver el mundo, de asumirlo y de situarse en él.

¿Cuáles son los elementos que usted considera fundamentales en la formación de la identidad nacional y social dominicana?
Hay elementos que tienen que ver con lo que ha sido el desarrollo de acontecimientos históricos en la realidad social dominicana, esos momentos históricos y condiciones sociales son los que han ido constituyendo y formando la identidad, uno de los elementos más importantes para la formación de esa identidad nacional es la manera en que se presenta, se desarrolla y se transmite un proyecto de nación, porque la identidad nacional es política, por eso es importante el estudio del pensamiento social, que es lo que los grupos de intelectuales y políticos van definiendo y las movilizaciones que se dan a lo largo de la historia y que le dan una característica y un sentido a lo que llamamos identidad.

¿Hay un componente afro importante en eso?
Eso tiene que ven con la composición étnica de los dominicanos, hay un componente aborigen, un componente hispano y la gran cantidad de africanos que fueron traídos en calidad de esclavos y que se quedaron aquí y fueron evolucionando, pero trajeron su identidad, su cultura, su forma de ver el mundo, hasta darle forma a nuestra población como es en la actualidad. Aunque siempre en nuestro país se ha tratado de cercenar ese componente afro y en la medida en que eso no se reconoce es muy cuesta arriba asumir que somos una mezcla, que nuestra identidad no tiene un rostro uniforme.

¿Qué influencia tienen los componentes actuales en esa identidad?
Está el caso de los dominicanos nacidos en Estados Unidos, los que vienen de Europa, algunos han nacido allá pero mantienen un vínculo con sus orígenes sominicanos, y tenemos otros como el caso de la migración china y hay también árabes, de los que yo misma soy un resultado, y eso es lo que le da a nuestra sociedad ese rostro multicultural, pero las matrices más fuertes son la hispánica, la aborigen y la africana.

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