Desde que Elvis Avilés realizó su primera exposición en 1985, no ha parado de exponer sus obras de manera individual y colectiva en museos y galerías de arte, no solo de la República Dominicana, sino también del Caribe, América Latina, Estados Unidos y Europa. Nacido en Santo Domingo, se inició muy joven en el arte de la pintura, pues trabajó en los talleres de los maestros de la plástica Alberto Bass y Pedro Céspedes, donde se especializó en las técnicas de Hiperrealismo. Durante su trayectoria, el artista ha recibido el Premio Único de Pintura Casa de España, el Primer Premio de Pintura del XVII Concurso Bienal de Arte E. León Jimenes y Mención Especial del Jurado en el XXVIII Festival Internacional de la Pintura de Cagnes-Sur-Mer, Francia, entre otros galardones “que me comprometen aún más con mi carrera”. Avilés, quien además es subdirector del Museo de Arte Moderno (MAM) expresa que su compromiso en esa institución ha sido apoyar a sus colegas y ser un enlace entre ellos y el museo.
¿Dónde se formó como artista y cuáles fueron sus influencias?
Me formé en la Escuela Nacional de Bellas Artes, pero mis primeros pasos en el arte se remontan a los años 78 en talleres de arte donde hacia trabajos de desmonte de telas, de su preparación y hasta de técnicas de conservación. Luego trabajé en los talleres de los pioneros y maestros neorrealistas Alberto Bass y Pedro Céspedes, de ellos tuve mis influencias en el neorrealismo norteamericano, que luego reflejé en mis obras.
¿Cómo ha evolucionado el arte en los últimos tiempos?
El arte ha evolucionado bastante, existen otras corrientes que están en boga como son las Instalaciones y la nueva visión de la fotografía, y es que con el pasar de los años los tiempos van cambiando. Resulta que el arte se dice que es contemporáneo, porque se adapta a los tiempos, en él se reflejan todos los problemas en cuanto al ámbito social, político y económico de un país. Es por eso que el arte tiene un papel muy importante en su ideología. Para que sea un arte contemporáneo tiene que estar acorde con los tiempos y su problemática de evolución, debe de ir a su mismo nivel. Por ejemplo, ahora con el Coronavirus que es un nuevo problema mundial, hay artistas que están trabajando sobre las pandemias, sobre las guerras, sobre los problemas sociales, políticos, económicos, y sobre el hambre en el mundo entero.
¿Cómo definiría su arte y qué puede apreciar el público en sus trabajos?
Defino mi trabajo actualmente como expresionista abstracto. Pero a veces soy totalmente abstracto. El público cuando ve mis obras se inquieta, porque ve y define en ellas diferentes cosas como libertad de expresarse y de ver lo que siente, a través de ellas.
¿Qué le preocupa como artista?
Como artista, mi preocupación en el arte es no repetirme, tratar de ser diferente a los conceptos y líneas de expresión para no caer en el vacío de la repetición.
¿Cuándo y dónde realizó su primera exposición?
Después de participar en varias colectivas, realicé mi primera individual en 1985, titulada “Percepción visual”, la cual exhibí en el Centro de Arte Propuesta, uno de los mejores espacios experimentales de la época, cuyo director era el maestro Alberto Bass.
¿Cuál ha sido el aprendizaje en el plano profesional?
Mi aprendizaje en plena carrera ha sido tener un constante trabajo, nunca rendirme a pesar de las circunstancias que a veces nos aplastan. Mi lema es la resistencia.
¿Cuál ha sido su mayor reto en la pintura?
Mi mayor recto ha sido la proyección internacional, que es muy costosa y difícil, pues el artista no cuenta con una base sólida de apoyo para esos fines, ya que el propio artista es quien debe contar con sus propios recursos.
¿Y su mayor satisfacción?
Mi mayor satisfacción ha sido resistir y permanecer en una constante evolución, ser serio en mi creencia como artista, además de los premios que he recibido en bienales, aunque eso no te define ni te asegura como un artista consagrado, si no es por el contante trabajo y evolución de tu arte con el pasar de los años.
¿Se puede vivir del arte?
Por supuesto que se puede vivir del arte. En mi caso nunca he hecho otra cosa que no sea pintar, incluso hasta tener que dejar Nueva York, donde residí entre finales de los años 80 hasta mediados de los 90, porque no podía subsistir solo pintando.
¿Qué le aconsejaría a los artistas que están iniciando y que quieren vivir del arte?
Mi consejo para los nuevos, para los que vienen y los que están, es que esta es una carrera de resistencia. Tengo la esperanza de que en nuestro país se abran más espacios que sean verdaderos, que su intención sea de protección verdadera, que hagan un trabajo internacional, que no solo se quede en lo mercantil, que tengan otras visiones, que hagan su cuota de sacrificios para proyectar el arte dominicano. Hay que buscar la manera con proyectos serios y sólidos de involucrar al Estado en la protección del arte . Estamos a la altura de cualquier país del mundo en cuanto a arte se refiere. Esperamos que con la nueva Ley de Mecenazgo se hagan cosas a favor del arte y de los artistas visuales, que sea lo más trasparente posible, que no se contamine por el bien de las artes.
Háblenos sobre los premios y reconocimientos que ha obtenido y qué significan para usted
He obtenido varios, como el Premio Único de Pintura Casa de España en Santo Domingo, el Primer Premio de Pintura del XVII Concurso Bienal de Arte E. León Jimenes en 1990, el de Artista en Residencia de la Fundación Centro Cultural Altos de Chavón, La Romana, en 1997. Además, Mención Especial del Jurado en XXVIII Festival Internacional de la Pintura de Cagnes-Sur-Mer, Francia 1997. También obtuve el Premio de la Crítica del IV Salón Internacional del Dibujo de la Fundación Arawak 1997, el de Dibujo de la XX Bienal Nacional de Artes Visuales en 1998, Tercer Premio de Pintura de la XXll Bienal Nacional de Artes Visuales de 2003, entre otros, que me han hecho comprometerme aún más con la carrera.
Esperanza
Esperamos que con la nueva Ley de Mecenazgo se hagan cosas a favor del arte y de los artistas visuales, que sea lo más trasparente posible”.
Cambios
El arte se dice que es contemporáneo, porque se adapta a los tiempos, en él se reflejan los problemas en cuanto al ámbito social, político y económico de un país”.