Milena Delgado Durán estudió Filosofía y Letras en la Escuela Aida Cartagena Portalatín, donde desarrolló su pasión por las letras, los libros y la poesía. Por su pasión por los libros, fundó en el municipio de su natal Constanza el club de lectura “Korrije un Amigo”, además de que es la vicepresidente de la fundación Ayuda un Amigo Internacional, donde promueve la buena lectura y ortografía a niños y jóvenes de República Dominicana. Delgado Durán acaba de presentar su libro titulado “Los cajones del alma”, en el cual trata sobre “los secretos guardados en nuestro interior, aquellas cosas que nos marcan, que nos duele, que nos hacen mejores seres humanos”. Asimismo, indica, que el libro habla de la falta de perdón, del dolor, de la amargura, pero también de esperanza, agradecimiento, restauración y fe. Un libro que llama al lector a aligerar la carga.
¿Cómo fueron sus comienzos en la escritura?
Desde muy niña tuve marcada mi pasión por los libros, la literatura y la buena ortografía. Siempre usé la escritura como un tipo de terapia para sacar de mis adentros aquellas cosas que no tenían respuestas en mi vida. Y ese mismo método utilicé cuando supe que estaba embarazada de mi hijo Junior, quien partió al nacer. A él le escribía cartas como una forma de hacerlo sentir parte de mi vida y esas cartas se convirtieron en lo que fue mi primer libro “Belleza oculta”. Este a su vez, me llevó a destapar los cajones del alma y fue así como tuve el sentir de escribir un libro que llevara al lector a hacer lo mismo. Así nació mi más reciente libro titulado “Los cajones del alma”.
¿Planificas las historias antes de escribirlas o las dejas surgir sobre la marcha?
Pues creo que en la escritura no hay reglas para las historias, todo depende del momento en que llega la inspiración, pero sí existe una planificación en el caso de Los cajones del alma para los nombres de los personajes. Sin embargo, con Belleza oculta, escribía sin saber que esas cartas se convertirían en un libro, aunque después tuve que hacer un viaje al pasado para escribir sobre mi proceso con el cáncer.
¿Dónde termina un escritor y comienzan a vivir sus personajes?
Pues creo que todos los seres humanos tenemos algo en común o al menos una historia con la que nos identificamos. Muchas veces, porque la hemos vivido y otras, porque hemos estado involucrados de cierta forma. Así que, desde el momento que comenzamos a planificar la historia, ya nos estamos identificando, porque le agregamos al personaje los sentimientos más parecidos a los que somos nosotros. Nuestras cualidades, forma de pensar o de decir las cosas.
¿Cuál es el mensaje que quieres transmitir con tus libros?
Un mensaje de fe y esperanza. Mi anhelo es que cada lector se identifique con mi historia y las historias de cada uno de los personajes, que entren de vez en cuando a la habitación del recuerdo a identificar las cosas que llevan cargando por años y que no les permite avanzar, crecer espiritualmente, perdonar y perdonarse y, sobre todo olvidar el pasado. Deseo que mis lectores aprendan que, sin importar las circunstancias y las vicisitudes de la vida, en medio de todo está la mano de Dios y, aunque vengan servidos en una bandeja amarga, siempre habrá alguna belleza por descubrir.
En tu faceta de escritora ¿qué es lo más satisfactorio?
El apoyo de las personas que amo, el deseo de ayudarme a que mis letras lleguen, los comentarios de los lectores cuando me escriben para decirme que mis libros le han ayudado y el brillo en los ojos de mis hijos, cuando dicen con orgullo: ese es el libro de mamá. El legado de perseverancia que les estoy dejando a mis hijos, el mensaje que le dejo a mis lectores y la satisfacción propia por haber encontrado belleza ante un golpe tan fuerte como la muerte.
¿Un escritor debe ser sentimental?
Por supuesto que sí. Existe una gama de sentimientos en toda persona que crea algo. Sentimientos como la melancolía, la tristeza prolongada, la bondad y el amor, son el empuje que nos lleva a sacar de nuestro interior las palabras emotivas que están llenas de puro sentimiento.
¿Cómo ves la literatura, y en particular la poesía en América Latina?
Creo que la literatura en América Latina es parte de nuestra cultura, es un ícono que nos identifica, porque somos muy buenos en el área. La poesía es un puente que ha unido fronteras, países, personas, no solo en América Latina, sino en el mundo. Estoy rodeada de muchos poetas dominicanos, que han llevado la poesía a otro nivel y que han perseverado por preservarla para que esa magia qué hay en las letras recobre vida.
¿Cómo eliges los temas para tus libros y qué es lo mejor que le puede pasar a un escritor durante su jornada de trabajo?
Para elegir los temas de mis libros he apelado a la bondad, al amor, a la necesidad que hay en el mundo de escuchar o leer un mensaje de esperanza, un mensaje de fe, porque al final de todo el amor es lo que nos reconforta. Y es por eso por lo que están alineados a la búsqueda espiritual y a la limpieza interior. Lo mejor que le puede suceder a un escritor durante su jornada de trabajo es darse cuenta que, detrás de sus palabras existen una inspiración Divina. Que el mensaje va más allá de lo que está plasmado.