El Museo, que tiene siete salas, fue construido en el 1974, pero abrió sus puertas oficialmente en el 1982
El Museo Nacional de Historia Natural profesor Eugenio de Jesús Marcano es un espacio destinado al estudio y la conservación de la biodiversidad y el patrimonio natural de la República Dominicana y toda la región del Caribe.
Ubicado en la emblemática Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, fue construido en el 1974, aunque formalmente abrió sus puertas en el 1982. Conformado por siete salas donde confluyen la historia y la modernidad, esta institución acoge anualmente aproximadamente a 200 mil estudiantes de las principales universidades y centros educativos del país, según informó la directora del Museo, Celeste Mir.
Con el objetivo de realizar investigaciones y mantener colecciones de referencia de fauna, geología y paleobiología, “para contribuir al conocimiento y gestión sostenible de la biodiversidad y a la educación para la apropiación ciudadana de la ciencia”, el Museo está abierto de martes a domingo de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
Dispone de numerosos recursos museográficos permanentes distribuidos en la sala de los Gigantes Marinos “Amaury Villalba”; la sala del Universo (Incluyendo el Planetario y el programa “View Space”); la sala de la Tierra; la sala de ecología “Profesor Julio Cicero, SJ; la sala de las aves “Anabelle Stockton de Dod”; y en la sala de Biogeografía.
Asimismo, cuenta con exhibiciones separadas como el Buche inolvidable y la del profesor Eugenio de Jesús Marcano, donde se presentan algunos de sus artículos personales y en otro espacio sus descubrimientos y aportes más importantes a la ciencia dominicana desde su labor como paleontólogo y geólogo. También están las exhibiciones de Peces Cartilaginosos, Insectos, Animales vivos: arácnidos, y Animales vivos: boas.
Estas muestras representan la historia de la vida y la Tierra, la biodiversidad del planeta, los ecosistemas más relevantes del país y sus recursos, los diferentes grupos de animales y la problemática ambiental, que se pueden explorar en cada uno de los rincones de este espacio de 5 niveles.
El Museo lleva a cabo actividades científicas que giran en torno al mantenimiento y enriquecimiento de las colecciones de referencia, a cargo del Departamento de Investigación y Conservación; el que a su vez da apoyo a las áreas de educación y museografía.
De acuerdo con la directora Celeste Mir, las colecciones científicas de referencia del Museo cuentan con alrededor de 160 mil especímenes resguardados en tres depósitos y son manejadas de acuerdo a sus Procedimientos Curatoriales. Las colecciones abarcan insectos, arácnidos, miriápodos, moluscos, reptiles, aves, mamíferos, entre otros.
El Museo, que estuvo cerrado del 2003 al 2007, realiza una serie de remodelaciones en algunos lugares para habilitar nuevas salas “acorde con los nuevos tiempos, ya que no podemos ver los museos como lugares inanimados, son espacios que continuamente deben ser mejorados, principalmente este: sobre la vida y el universo”, destacó Mir.
Algunas de los atractivo del lugar son las Observaciones astronómicas, orientadas por profesionales de la astronomía con instrumentos profesionales, que se realizan todos los meses en la azotea de la entidad. La actividad reúne a cientos de visitantes.
Una de las salas que más llama la atención, y es más frecuentada por los estudiantes universitarios para llenar sus prácticas, es la de los Gigantes Marinos, donde hay dos esqueletos de ballenas: uno corresponde a la ballena Jorobada o Humpback Whale y el otro a la ballena Sei o Rorcual. La sala lleva el nombre del naturalista Amaury Villalba, quien llevó a cabo la preparación y montaje de los esqueletos.
La de Biogeografía, donde la distribución de la vida en la Tierra, el endemismo de la región del Caribe y de la Hispaniola, y la problemática de las especies exóticas invasoras son los temas desarrollados en esa sala, donde además se pueden apreciar de cerca las pieles de diversas especies de diferentes partes del mundo.
También está el Planetario de Santo Domingo, un espectáculo audiovisual de carácter educativo-recreativo logrado mediante la simulación de la bóveda celeste, con una duración de 28 minutos y con capacidad para 30 personas. Esta actividad se realiza en la sala del Universo y es único en el país.
Otra actividad realizada en esa misma sala es el View Space, que es un programa científico y educativo que transmite imágenes del universo recibidas en tiempo real por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos de América (NASA) desde el telescopio orbital Hubble y que son proyectadas en una pantalla plana.
El Museo ofrece recorrido guiado gratis encabezado por ocho jóvenes. Tiene además, biblioteca especializada, tienda, y un área infantil donde los niños tienen oportunidad de aprender a través de rompecabezas, pinturas, acertijos, plastilina y otros recursos de recreación.
Revista de estudios e investigación
El Museo cuenta con la revista “Novitates Caribaea”, considerada por Celeste Mir como una de las mejores de la región, debido a su rigor científico. “Ahora estamos asumiendo el reto de lanzar dos ediciones cada año, porque antes solo había una. Tenemos autores de México, Puerto Rico, Brasil, Cuba, y otros países. La revista cuenta con estudios e investigaciones realizadas por biólogos, arqueólogos, entomólogos, y otros profesionales científicos que forjan este material de alta calidad”, expresó.