“En la Penumbra temprana de la Noche”, es el título de una novela cuyo autor es el abogado, pedagogo y agrónomo Vellys Cordones, quien, desde su ambiente bucólico en San Rafael del Yuma, provincia La Altagracia, sorprende al lector con un extenso e intenso relato que oscila entre lo familiar, histórico, folclórico y universal, desde que aborda la vida de sus padres Tina y Emilia, en un paralelismo existencial con la pareja que forman Rogelio Cartagena y Rosa Julia Severino.
El contexto histórico en que se inicia la narrativa de Cordones le permite construir un mundo cargado de acontecimientos que abarcan todo un siglo, porque, aunque arranca un 15 de enero del 1956, al describir los antecedentes de los personajes tiene que elaborar perfiles como los de Horacio Vásquez, Desiderio Arias, líderes de los denominados Gavilleros del Este, Rafael Leónidas Trujillo, Juan Bosch y el teniente Amado García Guerrero, por solo mencionar algunos prototipos de la dominicanidad.
En la penumbra temprana de la Noche: la historia de Ella y Él donde todas las cosas confluyen a un mismo destino, surgen relatos con una lírica propia del canto popular latinoamericano.
“Esas perlas que tú guardas con cuidado/ en tan lindo estuche de peluches rojos/ me provocan nena mía loco antojo/ de contarlas beso a beso enamorado”.
De Barbarito Diez conduce al lector a Olimpo Cárdenas, siempre asociados a los personajes que interactúan en los relatos. “Fatalidad signo cruel/ que en mi rodar se llevó/ El más valioso joyel/ que tu querer me brindó/ el calor permanente de un cariño/ que ávido como un niño/ de ti tanto esperó”.
Con prólogo del poeta yumero Denis Mota Álvarez, Cordones logra darle a su historia un final feliz. Emilio y Tina se casaron el mismo día que Rogelio y Rosa Julia, para alegría de los vecinos, que entonces no eran competidores como ahora, cuando el bolero fue sustituido por el malsano dembow. La boda termina bajo los acordes de “Amorcito corazón”, de Pedro Infante, que Ella cantó para Él.