Los que tenían dudas de que existe una agenda pautada para destruir a la República Dominicana, no solo como nación, que es su expresión jurídica, sino como cultura, que es su manifestación espiritual, habrán despertado del letargo con el llamado de un grupo de “intelectuales”, criollos y extranjeros, a boicotear la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2023, por una supuesta xenofobia en nuestro país contra los hermanos haitianos.
Entre los 62 que llaman a boicotear nuestra más prestigiosa actividad literaria de todos los años, figura Junot Díaz, cuya condición de dominicano vengo cuestionando desde los tiempos del periódico El Siglo; Johan Mijaíl, quien se describe como “escritora trasvesti”; el escritor haitiano residente en República Dominicana, Jhat Valcourt; el español Koldo Campos Sagaseta; la feminista Lauristely Peña Solano, la cubana Jamila Medina Ríos, el sociólogo norteamericano Charles Post, el palestino Samir Eskanda y el antropólogo italiano Raúl Zecca Castel.
Contra el plan antiferia dominicana han reaccionado personalidades y organizaciones, entre los que se destaca el Movimiento Suma Cultural y Ciudadana, cuyos miembros conocen al dedillo desde hace años los planes de potencias y organismos internacionales, no solo de limitar el derecho de nuestra gente a su territorio sino a extinguir nuestra cultura, representada en su música, gastronomía, modelo de familia, tradiciones, patriotismo y religiosidad.
Una muestra de la gente que intenta boicotear la Feria Internacional del Libro es representativa de quienes se han dispuesto aplicar la agenda de Lesa patria. Se trata de los que se oponen a nuestras costumbres y leyes, que establecen que el matrimonio es la unión de un hombre con una mujer y no de dos personas de un mismo sexo. Están quienes todos los males se los achacan “al machismo” de los dominicanos, junto a los que abogan por eliminar la identidad de los pueblos.
Todo lo que no se veía claro cuando surgieron las tesis de La Isla al revés y el Ocaso de la Nación dominicana, ahora podemos verlo con diafanidad. Debemos trabajar unidos contra la agenda antidominicana.