Más que un pueblo azucarero perteneciente a la oriental provincia San Pedro de Macorís, Consuelo viene a ser la capital de la cocolidad en la República Dominicana. El municipio, que primero se identificó de manera inseparable del ingenio, hoy en ruinas, mantiene en sus hijos la nostalgia por sus pasados tiempos de gloria, que envuelven a otras etnias como la española y la libanesa, atraídas por la danza de los millones de los años 20 del siglo pasado.
En el libro Consuelo, un municipio: Síntesis Histórica, el periodista petromacorisano Juan José Rosario Sabino, describe el Barrio de los Cocolos, donde nació en febrero del año 1945 el recién fallecido poeta Norberto James, quien se fue de este mundo sin recibir el Premio Nacional de Literatura, pese a merecerlo como el que más. Allí nació también el prodigio de la trompeta Prudencio Enrique Ferdinand Richardson, quien se hizo famoso como “Prudi” en el Combo Show de Johnny Ventura, exaltado en el poema Los Inmigrantes, carta de presentación del bardo perteneciente a la generación del 60.
Prudi, que no era de mucho hablar porque prefería hacerlo con la trompeta, solía recitar con su voz pausada el poema de su coterráneo, en una tertulia que celebraba junto a sus amigos y compadres, entre los que se encontraba un servidor, en un restaurante de la avenida San Martín. “Óyeme viejo Willy cochero/ fiel enamorado de la masonería./ Óyeme tú Georges Jones/ciclista infatigable./ John Thomas predicador./ Winston Brodie maestro./ Prudy Ferdinand trompetista./ Cyril Chalanger ferrocarrilero./ Aubrey James químico./ Violeta Stephen soprano./ Chico Conton pelotero./ Vengo con los viejos tambores/ arcos flechas/ espadas y hachas de madera/ pintadas a todo color ataviado/ de la multicolor vestimenta de “Primo”/ el Guloya- Enfermero./ Vengo a escribir vuestros nombres/ junto al de los sencillos,/ Ofrendaros/ esta Patria mía y vuestra/ porque os la ganais/ junto a nosotros/ en la brega diaria/ por el pan y la paz”.
La trompeta de Prudi, olvidada por muchos, resuena en Los Inmigrantes de Norberto James.