La celebración de la XII Feria Internacional del Libro San Rafael del Yuma, a inaugurarse este domingo, coincide este año con las honras fúnebres del escritor Manuel Mora Serrano, quien expresara su admiración por el segundo municipio en importancia de la provincia La Altagracia, por la producción literaria de sus hijos, entre los que llegó a reseñar a Ramón Marrero Aristy, Denis Mota Álvarez y un servidor.
En varias entregas de esta columna ponderamos el gran aporte a las letras dominicanas del hijo distinguido de Pimentel, provincia Duarte, fallecido el pasado 2 de noviembre a la edad de noventa años. Cuando se le otorgó el Premio Nacional de Literatura 2021, escribimos que debió recibirlo muchos años antes, etapa en que el investigador Miguel Collado hizo una encuesta que reveló las preferencias del galardonado, junto al poeta petromacorisano Nolberto James, que falleció en esos días, y Efraim Castillo, a quien le deseamos entonces salud y larga vida.
Otra publicación de enero del 2017, que saliera en este diario y en la página de Noticias SIN, comentábamos la obra Del lado de la Vida, autoría de Mota Álvarez, con prólogo de Mora Serrano, al que aquella vez definimos como “de antología”. El prologuista destacaba el contraste de la calidad estética de los poemas “en una época avasallada por una profunda crisis de valores, que tiende a ser indiferente frente a la grandeza artística, humana y espiritual del quehacer poético, visto como un acto inútil y baldío”.
El escritor pimentelense estimaba que “si Denis se presenta hoy ante su gente de Yuma con Del lado de la Vida y de pronto les dijeran que se trata de poesía, en vez de ser como antes que todo el mundo se embelesaba esperando que el poeta leyera, el rostro de aburrimiento mortal en la mayoría es lo que encontraría”.
Entre los artículos que conservamos de Mora Serrano, encontramos el que publicó en El Siglo, 19 de septiembre de 1998, sobre mi labor narrativa. ¡Gratitud eterna al Gran Manolito!