En un reciente recorrido por los asentamientos arroceros del Instituto Agrario Dominicano en Montecristi, junto al ingeniero agrónomo Francisco Guillermo García, conversábamos con la joven gobernadora Nelsy Cruz sobre personalidades destacadas en la historia de la región, y rememoramos a doña Emilia Jimenes Pereyra, quien fuera hermana del presidente Juan Isidro Jimenes Pereyra, figura trascendental de la vida política y económica del país entre los años finales del siglo XIX y primeros del XX. Hace un tiempo escribíamos aquí que en una nación como República Dominicana donde hay tantos hombres y mujeres valiosos en el olvido, tenían un valor histórico agregado ensayos como el publicado por la investigadora montecristeña Olga Lobetty Gómez de Morel con el título Emilia Jimenes Pereyra: una mujer extraordinaria, con el que rescata para las nuevas generaciones una figura que, a juzgar por las revelaciones, dejó una impronta de filantropía en la sociedad. Gómez de Morel se refiere a Jimenes Pereyra, como una de esas personas que pasan por la vida dejando huellas profundas en la colectividad que les tocó vivir “y en la posteridad que le recuerda, porque sembraron en terreno fructífero”. Los relatos con matices humanísticos que sirven de ilustración al trabajo investigativo dejan en el lector la idea de que doña Emilia, fallecida el 22 de enero de 1945 a la edad de 91 años, sabía administrarse en disciplinas tan versátiles como la medicina, veterinaria, negocios, agricultura y ganadería, además de compartir tareas políticas como dirigente del Partido Bolo, del que fuera líder principal su hermano Juan Isidro. Personajes trascendentales de la historia dominicana y caribeña fueron relacionados de la dama montecristeña, como José Martí, Máximo Gómez, Ulises Heureaux y Eugenio María de Hostos. Con el recorrido vimos en la gobernadora Nelsy la estampa de la mujer liniera que representó Jimenes Pereyra, de quien su biógrafa destaca sus cualidades de emprendedora tenaz y encantadora. La joven dirigente no es hermana de un presidente, pero sí del estelar del béisbol, Nelson Cruz, de reconocida labor filantrópica.