Gobernadores del rocío, un clásico de la novela haitiana, autoría de Jacques Roumain, narrador precoz ido a destiempo, junto a Ínsula de caravanas, poemario del escritor contemporáneo Gahston Saint-Fleur, figuran entre las obras que han circulado con más éxito entre los lectores de la actualidad, provenientes del fronterizo vecino Haití. La primera circuló profusamente desde los tiempos de Editora Taller, de José Israel Cuello, y más recientemente por la Fundación Global. Los textos poéticos vienen con la ponderación de reconocidos intelectuales dominicanos.
La novela de Roumain relata la vida del campesino haitiano Manuel, que se desarrolla en la aldea Fods-Rouge, en la que desde niño escucha a los padres invocar a la Virgen de la Altagracia, la misma “Tatica de Higüey”, pero también comentar las creencias de que para obtener riquezas había que hacer pactos con el diablo. Desde la primera línea hasta la última, en Gobernadores del rocío se aprecia un ambiente desolador y angustiante, donde la deforestación, la erosión de los suelos y la desaparición de los ríos tornan a los habitantes en cada vez más pesimistas, fatalistas y desesperanzados. La valoración de la negritud surge en oposición al sistema colonial donde la raza del opresor se promueve como superior a la del oprimido.
Mientras Andrés L. Mateo presenta la novela como “una epopeya triste y severa”, la también intelectual Michaelle Ascencio llama a Gobernadores del rocío “la conciencia del abandono”, sentimiento que, asegura, está “presente en la poesía y en la narrativa antillanas desde el día en que los africanos dejaron su tierra, para venir a trabajar como esclavos en las colonias americanas”. Ante ese dolor ancestral, el poeta Saint-Fleur, propone una gran fiesta en toda la isla quisqueyana. Canta que “no habrá fiesta en ningún lugar/ mientras no podamos celebrar/ absolutamente todos/ de Oriente a Occidente/ sepámoslo todos/ no/ no habrá orgasmo/ mientras dure el parto/ la tierra está pariendo/ y solamente juntos/ podemos decidir el fruto/ entre el gozo y el duelo/ entre festejos y sollozos”. ¿Qué les parece?