Desde la portada, con una imagen sugerente de mujer en pose sensual, título plasmado con un criterio experimental pocas veces visto en las ediciones dominicanas de novelas, María: Musa difusa, del joven escritor hainero Joan M. Arias (King), es un texto narrativo irreverente frente a la llamada “ideología de género”, que reduce el tema de la mujer a la repetición de frases cohetes fabricadas por organismos globales y reproducidas por Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que les sirven de plataformas locales, ignorando muchas veces las realidades socioculturales de los pueblos.
En María: Musa Difusa, la mujer no es ese ser débil que requiere de una sobreprotección ante el patriarcado devastador del hombre, que la explota económica y sexualmente, sino un ente poderoso que se impone sobre el varón aunque con recursos más sutiles. Aquí la sensualidad y el encanto femenino son más fuertes que la resistencia y la agresividad. Cada capítulo inicia con un pensamiento que el feminismo militante colocaría en la comarca de la cursilería y la banalidad. “El deseo es la explicación más lógica de ser y sentir lo que la naturaleza nos ha dado”, expresa el primero. El último, en el capítulo 35, reza: “La belleza del mundo no se compara en lo más mínimo con la desnudez de una mujer”.
En la novela de Arias los hombres y las mujeres no son rivales, por el contrario, encuentran en sus cuerpos los espacios para la mutua satisfacción. Tal vez por eso el prologuista José A. Soto destaca su “lenguaje explícito y sin interpretaciones”. Otro contraste del novelista, también autor de El cuervo y la Garza, es su manifiesta fe en el “Poderoso de Israel”, rechazado por las corrientes opuestas a la pareja tradicional.
Revela el escritor que fue una mujer, María cuenta Cuentos, quien “sembró en mi esta alocada idea de crear Musa Difusa y, en honor a su iniciativa, le coloqué su nombre al personaje principal”. La trama fue inspirada en experiencias y conversaciones eróticas. Promete que la historia continuará.