Por una “mala jugada” de la informática nuestra pasada entrega, donde nos referíamos a los escritores en las luchas por el poder político, salió incompleta, lo que nos obliga a volver sobre el tema, puesto que el libro no solo ha servido como herramienta para serias polémicas en el debate de las ideas sino para hacer análisis e inventarios de las diversas coyunturas políticas. En una somera revisión en nuestra biblioteca nos encontramos con textos en esa temática como Testigo de una Crisis, de Monseñor Agripino Núñez Collado, Campañas y crisis electorales: La experiencia dominicana, de Ángela Peña y Trauma Electoral, de Juan Bolívar Díaz, los dos últimos periodistas de larga trayectoria.
La obra de Núñez Collado es un testimonio de su experiencia durante la crisis post-electoral de 1986, con la victoria del octogenario presidente Joaquín Balaguer, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) contra el candidato Jacobo Majluta, del entonces gobernante Partido Revolucionario Dominicano (PRD), con Salvador Jorge Blanco en la Presidencia de la República.
Aquella vez, la división llevó a la derrota al PRD, en un ambiente de intrigas en el que el religioso y académico fue mediador, por lo que quiso dar su versión bajo el argumento de que “lo que no se escribe y se publica en libros se pierde”.
El trabajo de Peña es un recuento de los sucesos más trascendentales acaecidos en los procesos electorales que se registraron desde el 1978, con el ascenso al poder de Antonio Guzmán poniendo fin a doce años de gobiernos balagueristas, hasta la segunda vuelta del 1996, en la que Leonel Fernández se impuso contra José Francisco Peña Gómez. Díaz, en tanto, aborda en Trauma Electoral los fraudulentos comicios del 1994, que le impidieron al carismático “líder negro de las masas blancas” ceñirse la banda presidencial.
De la presente campaña, con el triunfo de Luis Abinader sobre Gonzalo Castillo, deberían publicarse obras fundamentales para que las nuevas generaciones comprendan este difícil proceso, desarrollado con guantes, mascarillas y distanciamiento social. ¡Obra de la pandemia!