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Hoy, cuando algunos sectores se han referido a la posibilidad de que el Ministerio de Cultura figure entre los organismos afectados por las fusiones a ejecutarse en el plan para reestructurar la administración gubernamental, anunciado por el presidente Abinader, es propicia la ocasión para recordar la tertulia celebrada por el gobernante con un selecto grupo de escritores la tarde del 5 de octubre del año 2021, en la que los presentes llegaron a la conclusión de que por primera vez un jefe del Estado les daba a esos creadores una preponderancia que les negaron sus antecesores.
Con motivo del encuentro, cuyo escenario fue el Salón de las Cariátides del Palacio Nacional, se puso a circular la revista Tertulia Presidente Luis Abinader con los Escritores, editada por la Fundación de Estudios Económicos y Políticos (Fundesep), en cuya portada se destacan figuras como Miguel Franjul, Ángel Lockward, Bruno Rosario Candelier, José Mármol, Diógenes Céspedes, Federico Henríquez Gratereaux, Rafael Peralta Romero y Luis R. Santos.
En la contraportada de la revista, el lector se encontrará con los perfiles de verdaderos escritores presentes en el encuentro con el gobernante, como Emilia Pereyra, Isael Pérez, Osiris Madera, Omar Mesón, Pedro Antonio Valdez, Basilio Belliard, Ibeth Guzmán, Juan Ventura, Avelino Stanley, Nan Chevalier, Ramón Gil, Virgilio López Azuán, Juan Hernández, Mateo Morrison y un servidor.
Las palabras del presidente Abinader en las que se comprometía a darle a la cultura, y a la literatura en particular, el tratamiento que se merecen por parte del Estado, fueron más que esperanzadoras, en momentos que tantos vicios amenazan con destruir los cimientos morales de la sociedad dominicana, que luce inerme de una verdadera intelectualidad que le sirva de conciencia crítica.
Falta menos de un mes para conmemorar la histórica tertulia en el Palacio Nacional de los prestigiosos escritores y periodistas dominicanos con el presidente Abinader, cuyo compromiso con la cultura ha sido reiterado, en momentos que se ciernen más amenazas contra la dominicanidad que los que ya se evidenciaban aquella dulce tarde del 2021.