Fue suficiente que una joven poeta negra norteamericana maravillara al mundo con sus versos en la reciente toma de posesión del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para que de todas las latitudes se proyectaran exponentes de la misma generación con talento literario capaz de externar estéticamente sus preocupaciones por la sociedad que les ha tocado vivir. Como Amanda Gorman, de solo 22 años, hay muchas contemporáneas en República Dominicana cuyo lirismo logra insertarse en la era de las tecnologías, las redes sociales y el pragmatismo del “capitalismo salvaje”. Es lo que se descubre en Esencia: Utopías del corazón, de la novel arquitecta y escritora quisqueyana Giselle Carolina De Peña Guzmán.
Ser, Patria y Apología, son los tres cuerpos que componen el libro, con prólogo de Arsenio Díaz, quien se define como artista multidisciplinario. En Canto del Corazón, poema patriótico, De Peña Guzmán exclama: “En los brazos de mi Quisqueya, danzan las notas de la conciencia, con la pasión de los corazones valientes por la causa más digna: ¡Oh, independencia!”.
Mientras dentro de la propia nación se escuchan voces que desprecian las letras del canto a la Patria, hasta calificarla de “canción atrasada”, en el poemario publicado bajo el sello de Santuario estallan estrofas como: ¡Dulce melodía resuena!/ Las almas gloriosas van,/ cantando notas que vibran:/ ¡Nuestro Himno Nacional!/ Hoy la patria se estremece/ con corazones valientes./!Libertad, nos pertenece!”
La autora de Esencia define, como en un manifiesto personal, su propia poética en el texto final titulado Y ahora que entiendo la poesía… “Es alma pura sin condiciones. No hay ataduras para el corazón. Es esencia limpia y musical, nada de espacio entre respirar y soñar, donde la utopía puede ser realidad y los sentimientos al andar son firmes, pero frágiles…”
Nacida en Santo domingo en 1994, Giselle Carolina concluye: “Libertad para mis manos y pensamientos, poesía es arte y creación del corazón. Los versos transforman a los sueños en realidades y los trozos eternos en divina canción”. Desde aquí mis congratulaciones.