Con motivo del 115 aniversario del nacimiento de Joaquín Balaguer, escritor y político que gobernara al país por unos veintidós años, se organizan en los actuales momentos conferencias y encuentros para debatir sobre sus “luces y sombras” en su longeva existencia, que culminara un 14 de julio del 2002.
Con motivo de la efeméride, recibimos de la Fundación Joaquín Balaguer, que preside su sobrino Joaquín Ricardo, su obra Escritos juveniles en verso y en prosa, en la que el lector podría encontrarse con grandes sorpresas por la franqueza y espontaneidad del autor, estilo que contrasta con las sutilezas de sus composiciones producidas en la madurez del literato.
Como periodista y crítico del periódico La Información de Santiago de los Caballeros, Balaguer publica el 25 de febrero de 1928, un artículo recogido en el libro de escritos juveniles, en el que arremete contra la poesía de su coterráneo Virgilio Martínez Reyna, con un comentario mordaz, muy diferente a los que escribió luego sobre otros autores con niveles estéticos aproximados al bardo cibaeño, quien se convirtiera en uno de los primeros mártires de la dictadura trujillista.
Al comentar los versos del poeta Martínez Reyna, Balaguer dice que carecen “del don supremo de la objetividad descriptiva. No hay en su libro ni un solo acento que responda a la voz de la naturaleza llena de misterios”.
En los Escritos juveniles de Balaguer figuran poemas que el autor después rehusó divulgar, con el titulado “Canto de Sangre y Juventud”, que dedica a José E. García Aybar, en el que expresa: “Detesto a los poetas que cantan princesitas/ anémicas y enfermas y de voz de turpial:/ me gustan los poetas que, en sus viejas levitas, / no llevan una flor, sino un blanco puñal…”.
La Fundación Joaquín Balaguer dice que “aspira a que a partir de la difusión y conocimiento de estos textos se fortalezca la valoración de un escritor dominicano que expuso sus ideas con el único propósito de ilustrar a sus conciudadanos”. Una lectura oportuna para la época.
