Una antología titulada 16 Cuentos Latinoamericanos, publicada por la Unesco, incluye el cuento Ahora que vuelvo Ton, del escritor y publicista René del Risco, como único texto de autor dominicano, con figuras de fama mundial como Gabriel García Márquez, colombiano; Mario Benedetti, uruguayo; Julio Cortázar, argentino; Antonio Skármeta, chileno; Augusto Monterroso, guatemalteco y Sergio Ramírez, nicaragüense, entre otras lumbreras continentales.
El cuento antologado del escritor petromacorisano habla de Ton, personaje pueblerino que describe “con aquella gorra de los Tigres del Licey, que ya no era azul sino berrenda”. Siempre nos preguntamos, por qué el autor no colocó una gorra verde de las Estrellas Orientales, equipo que representa su provincia. Pero ocurre que del Risco era un liceísta empedernido y proyectó en el sujeto su fanaticada beisbolera.
Nos vino a la memoria el febril fanatismo del compositor de la canción Una primavera para el mundo la noche del pasado martes, cuando las decisiones de los árbitros en jugadas cerradas favorecían reiteradamente a su equipo frente a su eterno rival Leones del Escogido, lo que advertí en mis redes sociales y recibí airadas respuestas de colegas liceístas como Elsa Peña Nadal y Rafael Peralta Romero. Este último aplicó el silogismo: “Los dominicanos son liceístas, los árbitros son dominicanos, por tanto, no debe extrañar que también los árbitros sean liceístas”.El liceísmo de mi admirada Elsa sorprende como el del genial petromacorisano, porque ella es nativa de San Carlos, barrio capitaleño donde se fundó el Escogido. Por lo menos la periodista no ha recomendado que un grupo de empresarios azules compre a los rojos para convertirlo en presa fácil, propuesta que se atribuye al autor de Ahora que vuelvo Ton.
Ausente el gran Cuqui Córdova, dejo a mis excompañeros de redacciones, Bienvenido Rojas, de El Siglo, hoy en Diario Libre; Héctor J. Cruz, de Última Hora, ahora en Listín Diario y Ramón Rodríguez, de El Caribe, hoy en Listín Diario, junto a Martín Rodríguez, de Noticias SIN, explicar la pasión de intelectuales dominicanos por la pelota.