Manuel Mora Serrano, gran escritor dominicano nacido en Pimentel, municipio de la provincia Duarte, habría disfrutado en su turismo literario con un recorrido por Navas, comunidad de Puerto Plata, donde uno de sus hijos pone en alto las letras dominicanas con obras como Patas pa´arriba, que hemos comentado anteriormente, cargadas de sabiduría criolla y calidad literaria. Nos referimos a Lorenzo Gómez Marín, quien ahora nos sorprende con Historias mansas y cimarronas, junto a “Ponchao”: Cumbo, una promesa del béisbol.
En Historias mansas y cimarronas se percibe el rigor sociológico de Patas pa’rriba, con perfiles de los pueblos provincianos que los nuevos tiempos amenazan con extinguir, tanto con las nuevas tecnologías como con las culturas exógenas que se van convirtiendo en costumbres hasta en las familias más conservadoras.
El propio Gómez Marín invita al lector a descubrir personajes como “Gaspar tirando p’almonte, Colas Pegón el biconvexo, Amable con su harén, Tuntún y Pulguita objetados por la presencia de vellos púbicos alrededor de sus piezas varoniles, Moralita y su incomparable grajo, Casimiro el uñú escarbando batatas, Berito el rezador y su ¡Oh, virgen de los dolores oh!, Pistola y sus pedradas, Pepo y Pepa razonando, Gallito afincando, y una caterva más, todos adobados con sabor y cultura de pueblo”.
En “Ponchao”: Cumbo, una promesa del béisbol, nos encontramos con un drama que retrata el alma beisbolera del pueblo dominicano. Mis excompañeros de redacción Bienvenido Rojas y Héctor J. Cruz me darían la razón si se encontraran con este emocionante opúsculo, con prólogo del Salón de la Fama Pedro Martínez y su esposa, la periodista Carolina Cruz.
“Cumbo representa el diario vivir el diario vivir que toma lugar en cualquier ‘pley’ de la capital, de un pueblo remoto, de un barrio singular, donde conversaciones y expectativas colindan, donde proyectos y planes de la vida de un ‘peloterito’ son hilvanados sin saber a ciencia cierta si el final será el esperado”, dice la ilustre pareja de prologuistas.
Las nuevas publicaciones de Gómez Marín ameritan de una exhaustiva lectura y ponderación.