La canalización de aguas del río Masacre, que baña la frontera domínico-haitiana, rememora las luchas por el mineral dentro del mismo territorio del vecino país, tema que sirvió de argumento al escritor haitiano Jacques Roumain para escribir su exitosa novela Gobernadores del rocío, en la que el protagonista es asesinado por viejas intrigas de familias rivales, cuya fuente de subsistencia era la agricultura, permanentemente amenazada por las prolongadas sequías y la erosión del suelo como consecuencia de la deforestación.
Contradicciones como las que hoy dividen a dominicanos y haitianos por el uso irregular de una fuente acuífera son narradas magistralmente por Roumain, que describe al personaje Manuel Jan-Joseph, hijo de Bienamé y Délira, quien tras vivir varios años en Cuba como bracero, retorna a su aldea, y la encuentra más pobre y dividida de lo que estuviera cuando decidió ausentarse en procura de mejores condiciones de vida.
Por sus experiencias en Cuba, Manuel explora la montaña cercana donde descubre el manantial donde diseña la estrategia para combatir la sequía del pueblo, que se levantaba en la llanura. Con la colaboración de vecinos, el joven haitiano logra canalizar la fuente que encontró en la montaña, para ser aprovechada por su gente en labores agrícolas y consumo humano. Soñaba con ver a su aldea trabajar unida, en prosperidad y abandonar los viejos rencores que amargaban sus vidas.
Pero Manuel tuvo la mala fortuna de enamorarse de una muchacha perteneciente a una familia enemiga de la suya, de quien no tuvo que esperar mucho tiempo para ser correspondido. Sus cualidades de hombre cosmopolita, con la buena fama de redimir al pueblo de la falta de agua, le convertían en un pretendiente irresistible.
La novela no tiene un final feliz. Antes de que Manuel viera su pueblo disfrutar las bienaventuranzas del agua y formara el anhelado hogar con el amor conquistado, cae asesinado víctima de un compatriota despechado. El lenitivo de la novia que pierde el amante es el embarazo, con el que también consuela a Délira, esperanzada en otro Manuel.