Francisco A. Cáceres Ureña y Darío Antonio López Villar son los autores de la obra Los censos dominicanos: 100 años contando a nuestra gente, 1920-2020, imprescindible para contextualizar el tema que hoy concentra la atención del país, desde el presidente de la República, Luis Abinader, hasta el más humilde ciudadano.
La obra de Cáceres Ureña y López Villar “Los censos dominicanos” la publicaron en diciembre del 2020, bajo los auspicios de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), como parte de los vientos de cambios que comenzaron a soplar con un joven gobierno, tras 16 años de un continuismo que se tornó arrogante, con evidentes complejos de autosuficiencia.
El ensayo describe y analiza el crecimiento poblacional dominicano, con precisiones desde el 1920, año en el que registramos 894,665 habitantes; 1935, 1,479,417; 1950, 2,135,872; 1960, 3,047,070; 1970, 4,009,458; 1981, 5,545,741; 7,293,390 en 1993; 8,562,541 en 2002 y 9,445,281 en el 2010.
En 1920 se alcanzaba el equilibrio entre hombres y mujeres, toda vez que, 49.9 % de la población era masculina, mientras que, 50.1 % era femenina. En 1935 los hombres constituían el 51 % de la población y las mujeres el 49 % restante, lo que podría explicarse en fallas del levantamiento.
Al igual que en los años 1950, 1960, 1970 y 1981 la población se distribuía por sexo, en forma casi igualitaria (50 % hombres y 50 % mujeres). Sin embargo, para 1993 los hombres representaban poco menos del 49 % de la población y las mujeres el 51.3 % restante.
Estas cifras estarían sugiriendo una emigración predominantemente masculina durante el período 1981-1993. No obstante, la relación de equilibrio entre los sexos retornó en el año 2002, cuando las mujeres y los hombres volvieron a constituir casi el 50 % de la población dominicana cada grupo.
En el 2010, la composición por sexo de la población mantuvo ese equilibrio, el 50.2 % estaba constituido por hombres, mientras que las mujeres representaban el 49.8 % restante.
Esperamos que el censo de ahora arroje luz para enfrentar el desorden en el ordenamiento territorial, motivador de una ley de reciente aprobación en el Congreso. Así lo esperamos.