Como mecanismo de defensa ante la triste noticia, la actitud entre muchos de sus amigos fue aferrarnos a la idea de que era solo una “fake news” o noticia falsa, como ya nos tienen acostumbrados las redes sociales. La rápida confirmación de colegas y amigos comunes nos hizo convencer de lo que nos negábamos a aceptar. El talentoso periodista y escritor Balbueno Medina acababa de fallecer a la edad de 55 años. Referí esa primera impresión en la funeraria el pasado domingo a su esposa Cristina Beato, junto a sus hijos Gabriel y Ronald, a quienes expresé mi criterio sobre las razones por las que podían vivir orgullosos de su progenitor.
Muchos seguidores del comunicador nacido en el municipio de Cristóbal, provincia Independencia, desconocen la labor literaria de Medina, en particular su libro “Origen y evolución de las Telecomunicaciones Dominicanas vistas por un testigo de excepción”, publicado en el 2018. Como suele ocurrir con los periodistas escritores, quien acaba de marcharse debió producir su relato en medio de los afanes reporteriles, ligados a la producción de su programa de televisión “Agenda Semana”, que llegó a cumplir 26 años.
El ensayo de investigación publicado por el colega periodista trata el proceso de transformación de la antigua Dirección General de Telecomunicaciones (DGT), que dio origen al Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), mientras que el Correo Dominicano se convertía en Instituto Postal (Inposdom).
El autor siempre manifestó entre amigos y colegas su agradecimiento a Dios y a la vida por las realizaciones profesionales e intelectuales que pudo materializar. Por lo que muchos recordamos, tenía en agenda otros proyectos, y más de una reunión quedó pendiente en los grupos de trabajo a los que pertenecía, entre los que figura quien escribe estas líneas.
Están frescas en los medios las fotografías de Balbueno Medina en grupos periodísticos con los que compartía principios éticos e ideológicos, esperanzados en que la sociedad dominicana avanzaba hacia un adecentamiento de la vida pública. Su legado nos compromete a trabajar por lo que juntos soñamos.