El pasado 13 de diciembre finalizó la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28). En la COP28, que se realizó en Dubái, Emiratos Árabes Unidos (EAU), se hizo un balance global del progreso de los países en relación con el Acuerdo de París y participaron unas 200 naciones, más de 100.000 delegados y se realizaron más de 150 eventos de acción climática global, 366 eventos paralelos y 195 exposiciones.
El Gran Caribe tuvo una participación de alto nivel representada fundamentalmente por los ministros de medio ambiente, expertos y organizaciones relacionadas con el tema climático e incluyó la presencia de los presidentes Gustavo Petro (Colombia); Xiomara Castro (Honduras); Chandrikapersad Santokhi (Surinam); Irfaan Ali (Guyana) y Miguel Díaz Canel (Cuba) así como la primera ministra de Barbados, Mia Mottley y los primeros ministros Gaston Browne (Antigua y Barbuda); Phillip Davis (Bahamas); Roosevelt Skerrit (Dominica); Dickson Mitchell (Granada); Philip Joseph Pierre (Santa Lucía) y Ralph Gonsalves de San Vicente y las Granadinas.
La compleja situación geopolítica actual estuvo presente en el evento e involucró diversos países del Caribe. La elección del país que acogería el próximo año la Cumbre que le corresponde al grupo de Europa Oriental (deben elegir por unanimidad al país anfitrión) se había visto estancada como consecuencia de los efectos del conflicto Rusia-Ucrania y Azerbaiyán-Armenia. Bulgaria, Armenia y Azerbaiyán se disputaban la candidatura de la COP29, pero ante la posición de Rusia de vetar cualquier candidatura de un país de la Unión Europea, en repuesta a las sanciones por su invasión de Ucrania en 2022, provocó un retraso. Finalmente, con el apoyo de Rusia y los países de Europa Oriental y tras alcanzar un acuerdo con Armenia (incluyó intercambio de prisioneros) se aprobó la elección de Azerbaiyán como sede de la Cumbre COP29. En la votación en el plenario los países del Caribe acogieron y aprobaron la propuesta.
El conflicto Israel-Hamás se hizo presente en la COP28. El escenario fue aprovechado por diversos países incluyendo Cuba y Colombia para criticar la ofensiva de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza. El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, criticó la escalada de violencia y consideró la situación como un “genocidio”. Por su parte, el mandatario colombiano conectó la crisis climática con el “genocidio” palestino y con Hitler. Su posición fue criticada por Israel y generó un incidente con Alemania quien a través del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores criticó abiertamente las declaraciones de Petro considerándola inaceptables.
La situación de la República Popular China y Taiwán también se coló en el evento. En sus discursos, los aliados de Taiwán en el Caribe destacaron su contribución para ayudar con los desafíos del cambio climático. Taiwán que, aunque no es miembro de las Naciones Unidas participa en estas cumbres a través de ONG e instituciones de investigación agradeció el apoyo brindado por Guatemala, Belice, Haití, San Cristóbal y Nieves y Santa Lucía en la COP28 y sus pronunciamientos a favor de su inclusión como país en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. El llamado de estos países provocó el rechazo de la delegación de la República Popular China la cual presentó una queja al considerarla inaceptables, destacando que “algunos países ignoran el hecho de que Taiwán es una parte inalienable de China”.
Más allá de los encontronazos geopolíticos, la lucha de posiciones e intereses para alcanzar un acuerdo final se lograron alcanzar 11 pactos y declaraciones. Entre las declaraciones que más apoyo lograron están la Declaración sobre Agricultura, Alimentación y Clima (apoyada por 153 países), Declaración sobre Clima y Salud (por 141), el Compromiso Mundial por las Energías Renovables y la Eficiencia Energética (por 130) y la Declaración sobre Alivio Climático, Recuperación y Paz (respaldada por 78 países y 40 organizaciones).
En materia de financiación se aprobó el Fondo de Pérdidas y Daños con un monto inicial de US$792 millones y en el que República Dominicana estuvo a la cabeza del diseño de la propuesta presentada en ronda de reuniones de la COP28. Además, se anunció US$150 millones de dólares destinados al Fondo para los Países Menos Adelantados y el Fondo Especial para el Cambio Climático; US$123 millones para el Fondo de Adaptación y US$3,500 millones para reponer el Fondo Verde para el Clima. Este financiamiento beneficia en gran medida a los países del Caribe que se ubican dentro de los más vulnerables al cambio climático.
La COP28 finalizó con un acuerdo alcanzado tras intensas negociaciones y luego de prolongar el evento pautado para culminar el 12 de diciembre. El acuerdo final entre otros aspectos reconoce “la necesidad de reducciones profundas, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero en consonancia con las trayectorias de 1,5 °C”. Pide “una transición hacia el abandono de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando las medidas en este decenio crítico, a fin de lograr la reducción neta a cero para 2050, de conformidad con los conocimientos científicos”. El acuerdo demanda “potenciar las tecnologías de bajas o cero emisiones”; y realiza un llamado para “triplicar la capacidad de energía renovable a nivel mundial y duplicar la tasa anual promedio global de mejora en la eficiencia energética para 2030”. El documento además reconoce “la necesidad de adaptar la transición a las necesidades diferentes de cada país” y motiva “a los países desarrollados a duplicar su ayuda a los países en desarrollo para la adaptación al cambio climático”.
El acuerdo ha sido catalogado por algunos como histórico, por su “llamamiento sin precedentes a abandonar progresivamente los combustibles fósiles, principales culpables de la emisión de gases de efecto invernadero y del calentamiento global”, mientras que diversas organizaciones ecologistas lo han calificado como insuficiente “por no establecer con claridad el fin de los combustibles fósiles atendiendo a las indicaciones de la ciencia”. Más allá de este debate y con el paso dado en la COP28 el gran reto de los países incluyendo los del Caribe será cumplir con los acuerdos e implementarlos de forma efectiva. l