La ciudad de Bruselas (Bélgica) fue sede de la III Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) celebrada los días 17 y 18 de julio de 2023. El encuentro desarrollado bajo el lema “Renovar la asociación birregional para fortalecer la paz y el desarrollo sostenible” se llevó a cabo tras ocho años de ausencia de diálogo birregional al más alto nivel político.
La Cumbre que acogió a los líderes de sesenta países, casi un tercio de los miembros de las Naciones Unidas y el 21% del PIB mundial, se desarrolló en un complejo contexto internacional marcado por los efectos de la pandemia del COVID-19, el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania y el creciente papel de China como actor internacional.
A pesar de las diferencias de visiones en cuestiones de política exterior y comercial, se logró un consenso que se recoge en la declaración final de 41 puntos que fue firmada por todos los países excepto Nicaragua, debido a su desacuerdo con el apartado 15 relacionado con la guerra en Ucrania. En la declaración final se incluyeron diversos puntos que tocan en general a ambos bloques -cooperación, paz, seguridad, comercio, cambio climático- al Caribe como región y de manera particular la situación política de algunos países.
Las reparaciones por la esclavitud que ha resonado con fuerza en los últimos años sobre todo en los países de la CARICOM a partir de la aprobación del Plan de Acción para la Justicia Reparatoria estuvieron presentes en la declaración final donde no se asume un compromiso de reparación, pero sí se evidencia un cambio en el lenguaje. En el punto 10 reconocen y lamentan “profundamente el sufrimiento infligido a millones de hombres, mujeres y niños como consecuencia del comercio transatlántico de esclavos”. En sintonía con los principios de la Declaración y el Programa de Acción de Durban, se reconoce que “la esclavitud y la trata de esclavos constituyen un crimen de lesa humanidad”.
El sargazo -una de las grandes preocupaciones ambientales de las zonas costeras del Caribe- fue uno de los temas de discusión durante el encuentro. La declaración reconoce que el problema del sargazo “afecta significativamente a las economías, la flora y fauna marinas y las actividades pesqueras de toda la región del Gran Caribe”. Considera urgente “la necesidad de presentar esta situación ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, solicitando que se declare como una emergencia regional”.
El cambio climático fue un tema central sobre todo para los países del Caribe donde según el BID las pérdidas anuales por sus efectos podrían alcanzar los US$22 billones para 2050, lo que representa aproximadamente el 10% de la economía del Caribe en la actualidad. En el texto se reconoce “las repercusiones del cambio climático en todos los países, especialmente en los países en desarrollo y en los países más vulnerables, entre ellos los pequeños Estados insulares en desarrollo, en el Caribe, en las regiones ultraperiféricas de la UE, en los países y territorios de ultramar que están asociados a la Unión Europea y en los países en desarrollo sin litoral”. Se resalta la importancia de “cumplir el compromiso de los países desarrollados de movilizar 100 000 millones de dólares al año para financiar la lucha contra el cambio climático en apoyo de los países en desarrollo, y de duplicar la financiación para la adaptación al cambio climático de aquí a 2025”. Además, se comprometen a liderar el cambio transformador hacia una economía sostenible.
Cuba, Haití, Colombia y Venezuela fueron objetos de discusión en la Cumbre y se le dedica un acápite en la declaración final. Con relación a Cuba y tomando como base la “Resolución A/77/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba, se recuerda la oposición a sanciones basadas en leyes extraterritoriales”. De igual manera, reconocen que “la designación de Cuba como Estado promotor del terrorismo y su mantenimiento en dicha lista han interpuesto obstáculos a las transacciones financieras internacionales con la isla”.
Con respecto a Haití que vive una profunda inestabilidad política, económica y social, expresan su preocupación por el continuo deterioro de la seguridad pública y la situación humanitaria. Se pide que “prosigan los esfuerzos para apoyar el proceso de diálogo entre el Gobierno, los distintos partidos políticos e instituciones y otros actores de la sociedad haitiana, con el objetivo de elaborar una hoja de ruta que les permita superar la compleja crisis que están sufriendo”. Solicitan “a la comunidad y a las organizaciones internacionales que apoyen los esfuerzos liderados por Haití para encontrar una solución a esta crisis basándose en los principios de solidaridad y cooperación internacional, con el consentimiento y la participación de las autoridades haitianas”.
Con respecto al proceso de paz en Colombia –país que será sede de la IV Cumbre de la CELAC-UE en 2025- se reafirma “el apoyo para lograr avanzar en los diálogos con las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros actores armados y se apoya la plena ejecución del Acuerdo de Paz de 2016, celebrado entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EP”.
Venezuela que ha llevado un proceso de diálogo con la oposición -paralizado desde que el gobierno de Venezuela acusó a la oposición y a Estados Unidos de no cumplir su compromiso- se incluyó como penúltimo punto de la declaración. En él se alienta “a un diálogo constructivo entre las partes en las negociaciones dirigidas por Venezuela en Ciudad de México”.
Sin embargo, la materialización de los compromisos asumidos en la Cumbre y la puesta en práctica de los acuerdos alcanzados supone una serie de retos y su éxito dependerá de muchos factores para que lo acordado no se quede en las formalidades de la declaración final. Está por verse si el anunciado relanzamiento de la asociación estratégica entre los dos bloques, el compromiso de realizar las cumbres regulares cada dos años, la creación de una instancia de coordinación permanente y una hoja de ruta birregional logran su cometido de modernizar y consolidar la relación entre la CELAC-UE basada en valores e intereses comunes. l
Centro estudios caribeños. PUCMM. Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World. “This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846. Dirigido por Consuelo Naranjo Orovio desde el Instituto de Historia-CSIC”.