Más de 60 mil personas visitan anualmente este espacio, inaugurado el ocho de noviembre de 1990 por el entonces presidente Joaquín Balaguer
El Acuario Nacional de la República Dominicana, inaugurado el ocho de noviembre del 1990, es un parque marino que acoge a cientos de especies en representaciones de sus ecosistemas originales, y que recibe la visita de miles de personas anualmente, especialmente de estudiantes y extranjeros.
La visita a este espacio, con 90 peceras y siete estanques, inicia con el recibimiento del público por parte de un conjunto de guías, que los llevan a un auditorio para ver un documental educativo sobre las especies que se tienen en la institución y sobre las especies que se encuentran amenazadas y en peligro de extinción. Posteriormente, se brinda un recorrido guiado por las diferentes salas: tres marinas y una de agua dulce.
Además de las salas, los visitantes pueden disfrutar de un área museográfica, donde se pueden observar osamentas de algunos mamíferos marinos, como el caso de la ballena jorobada, la orca, el manatí, entre otros. Igualmente hay un área dispuesta para la recreación, que incluye información sobre las especies en peligro de extinción.
Otra de las áreas es la de cuarentena, donde son introducidas las especies que rescata la entidad, pero también las que regularmente el público quiere donar. En este lugar, los animales duran un período de evaluación, para ver si tiene alguna complicación. Si comprueban que tiene una condición óptima se coloca en el área de exhibición correspondiente, según contó la encargada del Departamento de Educación de la entidad, Ángela Hernández.
De acuerdo con Hernández, a pesar de que suele variar dependiendo de la época del año, el Acuario recibe 60 mil personas anualmente, sobre todo estudiantes. “Las personas eligen venir los fines de semana, porque es un lugar para aprender, pero también para entretenerse un poco”, aseguró.
A la entrada del Acuario está el área del manglar y playa, cuyo principal atractivo es un mangle rojo, una de las 54 especies de esta planta que existe en todo el mundo. Es una planta que aporta numerosos beneficios a la naturaleza, ya que funciona como filtradora, produce alimentos, y otros factores en beneficio de los animales, según explica el guía Ángel Díaz, del Departamento de Educación.
También están los cangrejos ermitaños, que son omnívoros, es decir, que no tienen alimentación específica. Hay 500 especies de ellos, que tienen un caparazón que cambia con el tiempo, debido al crecimiento de su cuerpo.
Todas las exhibiciones que tiene el Acuario, representan alguno de los ecosistemas del océano. En las primeras áreas igualmente se muestra la playa arenosa, formada por sedimentos sueltos. La particularidad de la sala es la arena blanca, característica de muchas de la playas de República Dominicana. Se exhiben muestras del litoral rocoso, un acantilado que comprende zonas costeras de sustratos sólidos.
Igualmente se presentan los arrecifes, que son ecosistemas llamadas selvas marinas por la gran variedad que habita en ellos. “Son ecosistemas muy importantes ya que producen alimento, refugio y protección para los organismos acuáticos”, indicó Ángel Díaz, guía del Departamento de Educación del Acuario.
Al lado está un estuario, donde el agua dulce y el agua salada convergen. No es agua salada, ni salobre, sino que tiene salinidad intermedia. En ambientes como esos pueden convivir el róbalo, el pargo de manglar, entre otras especies.
En otra sala se muestran la Morena Verde, un pez con forma serpentiforme, carnívoro, y voraz. Es una especie que tiene el hábito de ser más activo en la noche que en el día, y que al igual que otros peces, también se reproduce mediante huevos.
Le sigue la exhibición de cardumen, o banco de peces, que se mueven de manera combinada. Hay muchos animales que pueden formar un cardumen como el krill, las anchoas, los salmones entre otros. Esta infraestructura está siendo sometida a una reparación, pero podría estar listo en los próximos meses, de acuerdo con Ángela Hernández.
La muestra que sigue es la de los peces doctores y cirujanos, cuyos nombres se deben a una espina que tienen en su cola con la cual se puede realizar un corte similar al de un bisturí. Son animales herbívoros, ya que se alimentan de algas marinas.
Después están los peces puercos, que tienen tres espinas en su aleta dorsal, como un mecanismo que permite fijar en posición vertical la primera espina que es la más larga, es decir, que tienen una espina dorsal que utilizan como herramienta de defensa.
Una de las exhibiciones que más disfrutan los visitantes es la del pez globo. Este pez tiene un mecanismo de defensa, ya que cuando se siente amenazado, traga agua e infla tres veces su tamaño original, lo que provoca que se les inflen las espinas por la cual libera una toxina para matar a su depredador.
En este parque marino existen especies que tienen un camuflaje para ocultarse del depredador o cazar sus alimentos, como es el caso del mero, que se camufla en los corales y arrecifes.
Otro de esas especies es el lenguado, un pez que se asienta en la arena para camuflarse ahí, pues tienen células que le permiten tomar el color de esa superficie.
Una de las áreas también que suele preferir el visitante es la de los peces y corales del pacífico. Entre ellos está la anémona y el pez payaso, que se ayudan mutuamente, debido a que el pez payaso elimina cualquier bacteria de la anémona, mientras esta proporciona alimentos y refugio al pez payaso.
Asimismo, una mirada al tema de la contaminación marina se encuentra en el Acuario, pues existe una exposición donde se muestra cómo los desechos sólidos afectan la biodiversidad de los océanos.
El Acuario es dirigido por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, aunque es una entidad con autonomía funcional, jurisdiccional y financiera, así como patrimonio y personalidad jurídica propia.
Tiburones y manatíes
El acuario, que tiene 550 mil galones de agua, cuenta con un túnel con quince pies de altura, y con capacidad para soportar 300 mil galones de agua. En el estanque habitan todas las especies de las diferentes salas, a excepción del pez león, debido a que es un depredador.
Según cuenta Ángel Díaz, el estanque de los tiburones y el de los manatíes son los más preferidos. En el caso de los manatíes, que pesan 1,400 libras aproximadamente, consumen diariamente 135 libras de frutas y vegetales.
Los manatíes, llamados Juanita y Pepe, no han podido reproducirse porque están en proceso de rehabilitación. Según Díaz, se está trabajando en un proyecto para liberarlos y así libremente en su hábitat natural puedan continuar su vida.
El Acuario fue fundado mediante el Decreto Núm. 245-90, emitido por el presidente Joaquín Balaguer y mediante el mismo se instituyó el Patronato del Acuario Nacional. En la evaluación que hace el Ministerio de Administración Pública, a través del Sistema de Monitoreo de la Administración Pública, el Acurio ocupa la posición No.16.